Mi hijo adolescente quiere bajar de peso y hacer dieta, ¿qué hago?

Durante la adolescencia el cuerpo atraviesa por constantes cambios: físicos y psíquicos. Realmente es un alboroto de emociones, sensaciones, encuentros y desencuentros con ellos mismos y con su entorno, ya sean amigos, familiares e incluso autoridades. 

Ante tanto alboroto, los adolescentes viven su vida con mucha intensidad y es normal que tengan referentes que realmente admiren: celebridades, modelos, influencers.

Puede que en esta etapa lleguen al hogar con ideas de dietas, alimentaciones nuevas, deseos de realizar actividad física para adelgazar o ganar masa muscular, marcar la cintura… pues si este momento llega, acompañarlos y guiarlos resultará la mejor manera para que puedan llevar adelante una relación saludable con su cuerpo y la alimentación.

Tu apoyo es importante

Apoyar a tu hijo es la mejor manera de ayudarlo a seguir el mejor camino, pues muchas veces en el afán y la ansiedad de obtener resultados rápidos los adolescentes caen en malos hábitos alimenticios. Dialoga con ella y entiende por qué desea realizar ese cambio y cómo puedes ayudarla.

Una visita a un nutricionista

Visitar un profesional de la salud será de gran ayuda para tu hijo, pues le presentará todos los grupos de alimentos y le brindará un plan alimenticio según los objetivos y necesidades que su cuerpo tenga.

Hacer las compras juntos

Que tu hijo se involucre en las compras de la comida para el hogar se presenta como una oportunidad para conocer sus gustos y también tener una referencia de qué le gusta y cocinarle sus comidas favoritas de manera saludable.

Practicar deportes es bueno, pero no en exceso

Pues es una etapa donde el cuerpo está en constante crecimiento y desgaste energético. Por ello la visita a un nutricionista no sólo le servirá de guía para conocer todos los grupos de alimentos sino también para comprender cuánto necesita el cuerpo para ejercitarse y con qué intensidad.

Una dieta equilibrada y con todos los nutrientes

Alimentos grasos y derivados de la leche se presentan como el grupo de alimento más importante en esta etapa de crecimiento. Un plato lleno de colores en un plato nutritivo. Además evita la prohibición de grupos de alimentos como los carbohidratos, pues estos son necesarios simplemente que deben ser consumidos de manera adecuada.

Aprender a comer y relacionarse con la comida para sentirse bien

La Organización Mundial de la Salud (OMS) ofrece una serie de prácticos consejos para mantener una alimentación saludable, hábitos que se pueden incorporar en el hogar, en las comidas ya sean viandas o las elaboradas en la casa:

• Consumir de manera diaria frutas, verduras y hortalizas.

Incluir colores en los platos y viandas, y cambiar las golosinas por tentempiés naturales como las frutas. Optar por las verduras y frutas de estación para mejor calidad de su valor nutritivo.

• Reducir el consumo de grasas saturadas y trans.

Optar por cocinar al vapor o hervir en lugar de freír o utilizar aceite saturado. Reemplazar estas grasas por las buenas presentes en el avocado, los frutos secos, la mantequilla de maní natural sin azúcar ni aceites agregados. Optar siempre por la comida casera, ante que procesados o enlatados.

• Limitar consumo de sodio y de azúcares refinadas.

Enseñarles desde pequeños a saborear la comida por sus sabores naturales sin agregados de azúcar extra ni sodio. Evitar el consumo excesivo.

La Fundación Robert Wood Johnson en conjunto con La Red Hispana se han propuesto una visión para una Cultura de Salud nacional donde todos tienen la oportunidad de vivir una vida más saludable. ¡Súmate a esta iniciativa!