Nuevos cambios en el proceso de naturalización
Los rezagos de casos personales de migración en el laberíntico sistema migratorio de Estados Unidos han sido como la uña y la mugre en la historia del Servicio de Inmigración y Ciudadanía de Estados Unidos (USCIS).
Dos años después de los ataques terroristas del 9/11, el rezago se catapultó a más de 3.6 millones de casos, un resultado natural de las nuevas medidas de seguridad y de una más exhaustiva revisión de los antecedentes criminales.
Por comparación, en este momento existe un rezago de 2.4 millones de casos, que se explica en parte por el aumento en el número de trámites, que ascendieron a 8 millones en el año fiscal 2018, un incremento en relación con las 7.5 millones del año fiscal 2017 y de 7.3 millones en el 2016.
Un dato curioso: las solicitudes de trámites aumentan durante los años de elecciones presidenciales y disminuyen al siguiente. En 2016 los casos aumentaron, pero, sorpresivamente, no cayeron en 2017. Resultado: un aumento de 70% en el rezago de casos entre enero de 2016 y enero del 2017.
En 2018 por ejemplo, el USCIS completó unas 757,000 naturalizaciones, el número más alto en 5 años. Una posible explicación: ya se entendió que la naturalización es un escudo contra la deportación.
Conviene recordar que el costo de operación del USCIS es pagado por las tarifas que cobra a los usuarios, de tal forma que, si existe un aumento de solicitudes, la agencia cuenta con más recursos y por lo tanto con más capacidad económica para contratar más personal para atender la demanda.
Organizaciones de defensa de los hispanos y legisladores pusieron por ello el grito en el cielo a raíz de quejas de abogados migratorios de demoras inéditas en el proceso de naturalización, que según algunos aumentó de 5 o 6 meses, a 10 y hasta 20 meses, y que provocó un rezago de 713,000 casos hasta finales de mayo pasado.
Nos dice el legislador demócrata de Chicago Jesús “Chuy” García que es obvio que el presidente Trump está construyendo “un segundo muro” para suprimir el voto de los recién naturalizados, la mayoría miembros de minorías étnicas que históricamente han votado en mayores números a favor de los Demócratas.
De allí, prosigue, que la administración Trump busca eliminar la dispensa de la tarifa de alrededor de $700 dólares para hacerse ciudadano y que se otorga a migrantes de bajos ingresos. Por si fuera poco hay plantes para cambiar las preguntas del examen de ciudadanía por primera vez en una década.
En respuesta, organizaciones aglutinadas en la Alianza Nacional de Nuevos Americanos (NPNA), que busca naturalizar a un millón de latinos antes de las elecciones de noviembre del 2020, tienen un mensaje sencillo para los 9 millones de Residentes Legales Permanentes elegibles para hacerse ciudadanos hoy:
No hay tiempo que perder. Es urgente hacerse ciudadanos cuanto antes, sin importar las trabas o las demoras, porque de lo contrario no habrá tiempo para registrarse y votar en las elecciones del 2020.
José López Zamorano es el anfitrión del programa de radio Bienvenidos a América, donde se analizan las últimas noticias de inmigración y se responden las preguntas de los oyentes en temas de inmigración.
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