¿Cómo actuar ante un berrinche de mi hijo?
Los berrinches y los caprichos: el dolor de cabeza más grande de los padres, tíos, hermanos… es que cuando un niño comienza a llorar, gritar y nada ni nadie le viene bien, se convierte en una escena infernal para todos.
Y muchas veces con tal de callar y silenciar el mismísimo infierno, los padres malcrían a los pequeños con gustos y todo aquello que el niño reclama y exige. Pues lo diremos aunque ya lo sepas: eso no sólo está mal, sino que además perjudicas a tu hijo, únicamente actuará a modo de parche, pero más adelante ese comportamiento volverá a suceder.
Generalmente los berrinches se dan en los más chicos y cuando aparecen es mejor tratarlos de inmediato para que no se vuelvan un arma de uso con el único fin de obtener como sea lo que él quiere.
Si estás por darle la bienvenida a un nuevo integrante en la familia o bien tienen niños, aquí te dejamos buenas herramientas para que el berrinche no te agarre de sorpresa y te venza por completo, complaciendo el irracional deseo del más chiquitín:
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Identifica que desata el berrinche. Y esto es importante porque te permitirá conocer a tu hijo y sus necesidades y carencias en su estimulación. Frustración, aburrimiento, ansiedad, miedo, sueño bien manipulación por obtener lo que desea.
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No lo calles. Mientras su rabieta se desarrolla es importante no callar al niño. Muchas veces los padres antes los nervios de querer parar con esta conducta por estar en un lugar público o bien por querer que el episodio se termine, callan y gritan al niño con amenazas. Esto sólo alimentará más esta conducta. Más bien háblale a pesar de que ella grite. Intenta transmitirle que entiendes su molestia pero que solo le prestarás atención cuando se calme. Esto ayuda a los niños a distinguir sus sensaciones y emociones durante y después del berrinche.
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Cuando se calme dale unas felicitaciones. Premiarlo por su buena conducta, además de demostrarle lo mal que ella se sentía llorando y gritando, y lo bien que está ahora que ya no llora y puede hablar contigo para contarte qué desea, qué necesita, qué le pasa.
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Paciencia y constancia. No responder con violencia, gritos, menos insultos. Entiende que están creciendo y aún no tienen las herramientas para expresar su malestar.
No nacemos sabiendo todo. Lo aprendemos a lo largo de la vida a través de nuestros padres, escuela, amigos, familiares, mascotas… bríndale las herramientas a tu hija para que pueda usarlas antes un malestar o disconformidad.
Es normal que ante días de estrés laboral, falta de tiempo, ansiedad, fin de mes, cuentas sin pagar, los padres se sobrepasen con los berrinches de sus hijos. Pero entiende que ellos están creciendo, que son niños y no entienden del mundo adulto. Lo mejor que puedes hacer es brindarle tu apoyo y comprensión para que no sean dos los que estén estresados, ansiosos y cansados.