Niños sonríen mientras se abrazan y miran a la cámara que está debajo de ellos.

Tres maneras de inspirar a los niños a ser generosos durante las fiestas 

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La razón detrás de nuestra generosidad navideña es clara para nosotros, los adultos. Sentimos una responsabilidad moral de ser amables y experimentamos una satisfacción al realizar acciones benevolentes. 

Con la temporada navideña a la vuelta de la esquina, las familias y los hogares se preparan para reunirse y compartir el espíritu de dar y recibir regalos. Además, muchos planean enviar donaciones a comunidades en crisis, así como organizar eventos benéficos y colectas de alimentos para ayudar a aquellos que más lo necesitan. 

Sin embargo, para los niños, a veces no es tan evidente por qué, cuándo y cómo deben mostrar amabilidad hacia los demás. Los investigadores de psicología infantil han dedicado décadas a comprender exactamente qué deben hacer y decir los padres para ayudar a sus hijos a comprender el valor y la importancia de la bondad. 

Basándome en mi investigación y en la de otros investigadores de psicología del desarrollo, aquí presento tres acciones respaldadas por la ciencia que los padres pueden llevar a cabo para fomentar la generosidad en esta temporada navideña. 

Modela la bondad 

Los niños aprenden mejor viendo e imitando. Al observar a los adultos y las consecuencias de sus acciones, los niños desarrollan una comprensión de qué comportamientos son buenos o malos, amables o desconsiderados. 

Como investigadora de crianza y psicología infantil, he colaborado con colegas para entender cómo los padres pueden modelar la bondad y la generosidad de manera efectiva, inculcando estos valores en sus hijos. Nuestra investigación sugiere que los padres que practican interacciones amables y cálidas con sus hijos tienden a criar a niños amables y generosos. 

Por ejemplo, hablar con tu hijo sobre las experiencias emocionales diarias puede ayudarlo a aprender cómo apoyar a los demás en momentos de angustia. 

Modelar la bondad y generosidad es más efectivo cuando éstas son valoradas profundamente. Descubrimos que los niños donan más a organizaciones benéficas cuando sus padres tienen arraigados estos valores. 

A medida que nos acercamos a las fiestas, sigue mostrando empatía y amabilidad a tus hijos, demostrándoles que ser amable puede marcar la diferencia en la vida de alguien en crisis. 

Ante conflictos y desastres mundiales, los niños pueden angustiarse al enterarse de la situación de otros niños. En estos casos, ayuda tus hijos a expresar sus sentimientos, brinda consuelo y ofrece sugerencias sobre cómo la familia puede ayudar a los necesitados. Considera involucrar a tus hijos en actividades voluntarias o en colectas de alimentos para modelar la caridad y la generosidad. 

Evita recompensar la generosidad 

Es natural querer recompensar a los niños cuando demuestran generosidad. Probablemente sientas orgullo por tus hijos al verlos compartir o donar, y es comprensible que desees expresarles tu alegría por su buen comportamiento. 

No obstante, los psicólogos del desarrollo han demostrado que ciertas recompensas pueden disminuir el deseo futuro de los niños de ser amables. Se ha observado que los niños no se ofrecen tanto a ayudar a los demás cuando reciben recompensas materiales, como regalos, golosinas o dinero, en comparación con ser elogiados o no recibir ningún comentario

En lugar de premiar a tu hijo con algo tangible por donar parte de su mesada, considera recompensarlo con palabras de elogio. Incluso una simple sonrisa puede ser de gran ayuda y podría motivar una donación aún mayor en el futuro. 

Elogia lo que son, no lo que hacen 

Más del 60% de los padres informan que elogian a sus hijos por ser amables con los demás. Sin embargo, ciertos tipos de elogios son más efectivos que otros para fomentar la bondad. Elogiar a un niño por ser una persona amable resulta más eficaz que elogiar únicamente su comportamiento amable. Se ha demostrado que los niños elogiados por ser amables o serviciales ofrecen más tiempo como voluntarios para ayudar a los demás en comparación con aquellos elogiados por su esfuerzo en ayudar. 

Este tipo de “elogio de la persona” puede ser eficaz para orientar a tu hijo a identificarse como alguien que siempre está dispuesto a ayudar a los demás. Para fomentar la generosidad de tus hijos en esta temporada navideña, elógialos por sus acciones caritativas, destacando que son personas amables o que comprenden verdaderamente cómo se sienten los demás. 

Paternidad y maternidad  

Tradicionalmente, se ha observado que, en comparación con los padres, las madres prestan más atención a la amabilidad y los comportamientos de ayuda de sus hijos. Aunque ambos participan en la crianza con calidez y empatía, los padres parecen fomentar la cooperación y la resolución de conflictos, mientras que las madres promueven más el intercambio y la generosidad. 

No obstante, en las últimas décadas, los padres han asumido un papel más central en la crianza. Ambos progenitores desempeñan un papel compartido para fomentar el comportamiento cooperativo y servicial de sus hijos. 

Incluso hay evidencia que sugiere que los padres comprometidos tienen un impacto más directo en el desarrollo de la conducta de ayuda de los niños que las madres comprometidas. La conexión continua de los padres con la crianza probablemente resulte en niños más empáticos hasta la edad adulta. 

En lugar de ver la crianza como una tarea diferente para padres y madres, es crucial que ambos se comprometan por igual en el objetivo común de criar a un niño amable y generoso. 

A medida que se acercan las fiestas, las investigaciones sugieren utilizar modelos y elogios para incentivar a los niños a ser generosos y amables. Si participas en una colecta de alimentos para refugiados, invita a tus hijos a acompañarte y ayudar en la clasificación. Cuando tus hijos deseen hacer una donación, felicítalos por ser personas amables. Estos pequeños gestos pueden ayudar a tu hijo a desarrollar empatía y mostrar bondad hacia los necesitados, incluso fomentando la generosidad en las próximas festividades. 

Después de todo, ¿qué serían las fiestas sin compartir? 

Escrito por Hali KilEste artículo es original de Greater Good, la revista en línea publicada por el Greater Good Science Center de UC Berkeley. Este artículo es reproducido de The Conversation bajo una licencia Creative Commons. Lea el artículo original. 

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