El estrés: ¿cómo afecta a nuestro cuerpo?
Existe un tipo de estrés que es positivo y es el que permite adaptarse a los desafíos y demandas cotidianos. Pero existe un punto en que puede tornarse perjudicial. ¿Cómo darse cuenta cuándo hay que actuar para remediarlo?
Ante todo definiremos estrés como un conjunto de reacciones del cuerpo frente a desafíos o demandas. Se trata de un proceso natural que responde a nuestra necesidad de adaptarnos al entorno. Al contrario de lo que muchos creen, existe un tipo de estrés que es positivo y se produce en pequeños episodios, como por ejemplo cuando ayuda a ponerse en alerta y evitar determinado peligro o a cumplir con una fecha límite. Sin embargo, se vuelve perjudicial para la salud cuando es muy intenso o se incrementa a lo largo del tiempo.
Según un estudio publicado por The American Journal of Cardiology, las personas con un alto nivel de estrés tienen un 27% más de riesgo de padecer una enfermedad cardíaca. Esto indica que el estrés es claramente un factor de riesgo más a controlar, al igual que la hipertensión arterial y el colesterol elevado. Por lo tanto, es sumamente importante prestarle atención ya que puede afectar nuestra salud si se instala en nuestra vida cotidiana.
Todos en algún momento padecemos algún episodio de estrés por diferentes desencadenantes; sin embargo, cuando interviene de manera constante y crónica, debe tratarse con mucho cuidado, porque repercute de forma negativa sobre la salud física y mental, conduciendo a la aparición de diversas patologías.
Seguramente en algún momento de tu vida has sufrido reacciones raras en tu cuerpo que los médicos se las han adjudicado al estrés.
Es que mente y cuerpo están conectados a través de neuronas, por ende ante una situación estresante que nos genera mucha angustia, ansiedad o miedo, la respuesta se muestra en nuestro cuerpo. Desde erupciones en la piel hasta dolor de intestinos acompañada de episodios de migraña.
Tal es así que el estrés recurrente conlleva a síntomas físicos del sistema digestivo tales como:
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diarrea
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estreñimiento
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inflamación
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gases
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dolor abdominal
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reflujo y acidez
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síndrome de intestino irritable
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úlcera péptica
Tras décadas de investigación, está claro que los efectos negativos relacionados con el estrés son reales. Aunque quizá no siempre seamos capaces de evitar las situaciones estresantes, hay una serie de cosas que se pueden hacer para reducir el efecto que el estrés tiene en nuestro organismo:
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Reconocer y aceptar las cosas que no se pueden cambiar, dejarlas ir.
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Cambiar la perspectiva. Intentar desarrollar una actitud más positiva frente a los desafíos. Intenta ver “el vaso medio lleno”.
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Aprender maneras de relajarse. Medita. Ejercita yoga.
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Conectarse con los seres queridos. No dejar que el estrés se interponga en la vida social
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Aprender a decir que no. Si el estrés se origina por realizar demasiadas tareas en casa o en el trabajo, establecer límites es fundamental para equilibrarse.
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), el estrés laboral provoca el 25 por ciento de los 75 mil infartos al año registrados en México; hasta ahora, 75 por ciento de los trabajadores mexicanos padecen este mal, lo que coloca al país en primer lugar a nivel mundial en esta categoría; le siguen China con 73 y Estados Unidos con 59 por ciento, informó el secretario de la Comisión de Economía de San Lázaro, Jesús Valdés Palazuelos (PRI).