Cómo hablar con tus padres latinos sobre tu salud mental
Quizás has escuchado a tus padres, tíos o abuelos, referirse a personas con afecciones en la salud mental con expresiones ofensivas como “loco”, “demente”, “psicótico” o “se le salió una tuerca”. Estas expresiones evidencian el estigma que aún existe en nuestra comunidad a todo lo relacionado con la salud mental y son el principal obstáculo que evita que las personas que lo necesitan busquen tratamiento.
Explicar a tus padres que buscar ayuda psicológica es tan normal e importante como buscar ayuda odontológica, ginecológica y oncológica, puede ser un reto, sobre todo en un ambiente donde hablar sobre esto con naturalidad y sin estigmatización parece imposible.
Es totalmente necesario lograr hablar abiertamente sobre la salud mental con nuestros padres y familia, a la vez que mostramos compasión hacia las personas con afecciones mentales. Todos los seres humanos necesitamos en mayor o menor medida el acompañamiento de un profesional de la salud mental en diferentes momentos de nuestra vida; normalizarlo y conversarlo con las personas que queremos, nos ayudará a llevar una vida definitivamente más saludable.
Estos son algunos consejos que te podrán a ayudar a tener una conversación con tus seres queridos sobre la salud mental:
Empieza por ti
Si sientes o has sentido que necesitas terapia psicológica, pon tu proceso de sanación por encima de todo. Para poder conversar con tus padres sobre la salud mental es muy fundamental que conozcas la importancia de este proceso y te prepares para probablemente recibir un rechazo por parte de ellos. Recuerda que es muy posible que tengamos que decepcionar a nuestros seres queridos cuando estamos en proceso de curarnos a nosotros mismos y ponernos de primera.
Crecemos con la idea de que la familia y sus valores son lo más importante. Sin embargo, está bien ponerse a uno mismo y a sus necesidades por encima de todo sin que eso signifique que no te preocupes por tus padres. Reconocer que eres vulnerable es algo bastante valiente, no egoísta.
Comprende tus necesidades y tu propia salud mental
Entre más conozcas tus propios problemas y necesidades, mejor podrás comunicar esas necesidades a los demás. Recuerda que la salud mental siempre está cambiando a medida que cambia tu vida y nunca se queda estática. Lo que hoy comprendes sobre tu salud mental, en unos años se habrá ampliado o transformado.
Estas son algunas formas de aprender cómo se manifiestan tus emociones e interactúan con el cuerpo y la mente:
- Terapia: La terapia puede ser un proceso atemorizante, pero contar con un profesional de salud mental adecuado a tu lado puede ayudarte a superar cosas que quizá no podrías resolver por tu cuenta: problemas en el matrimonio o relaciones personales, situaciones familiares, sobrellevar la pérdida de un empleo, la muerte de un ser querido, la depresión, el estrés, el agotamiento o el abuso de sustancias. Los psicólogos ayudan a millones de personas de todas las edades a vivir vidas más saludables y productivas
- Escribir un diario donde expreses tus experiencias, emociones y soluciones
- Hacer meditación regularmente
- Seguir cuentas en redes sociales de profesionales certificados en salud mental y grupos de ayuda
- Alejarte por un tiempo, tomar breaks y darte un descanso
- Leer libros relacionados que puedan ayudar a comprender mejor tu propio caso. Algunos libros en español sobre la salud mental que recomendamos son:
- ‘Usted puede sanar su vida’, Louise Hay
- ‘El demonio de la depresión’, Andrew Solomon
- ‘Estigma. Historias de vida contra el estigma en salud mental’
- ‘Razones para seguir viviendo’, Matt Haig
- ‘Hacer frente a la ansiedad’, Edmund J. Bourne y Lorna Garano
- ‘Mindfulness’, Mark Williams y Danny Penman
- ‘El arte de curar un corazón’, Cathy Rentzenbrink
Define por qué quieres compartir este proceso con tus padres
No todas las personas involucran a sus padres o les cuentan sobre sus procesos de sanación mental. Y eso también está bien. Todo depende de la comodidad que sientas al hablar de esto, de lo comprensivos (o no) que puedan ser tus padres, y de la importancia que esto tiene para tu proceso.
Procura establecer por qué quieres hablar de ello con tu familia. Una de las razones podría ser la necesidad de mostrarte totalmente auténtico con los miembros de tu familia y sentir que, al verte vulnerable, abres un espacio para conexiones más profundas con ellos.
Otra razón podría ser la de ayudar a normalizar la conversación y a romper estigmas. Es a través de conversaciones abiertas y honestas con las personas que nos rodean que podemos ayudar a romper estas narrativas que hacen daño y ya están mandadas a recoger.
Prepárate para todo tipo de reacciones
Estas conversaciones pueden sentirse emocional y mentalmente desalentadoras, por lo que sugerimos abordarlas con desapego, compasión y amor.
Puedes por ejemplo escribir en un papel lo que deseas decirles a tus padres antes de tener la conversación. Preparar un guión puede ser una herramienta útil si los nervios te ganan durante las discusiones difíciles y quieres asegurarte de que no te quede nada por decir. Procura utilizar un lenguaje asertivo, claro, objetivo y no recriminatorio para que tus palabras sean escuchadas sin herir los sentimientos de los demás.
Es posible que tu familia rechace lo que estás comunicando, así que prepárate para darle una nueva orientación a la conversación cuando sientas que tus seres queridos reaccionan de manera negativa. Recuérdales amorosamente que el objetivo de tu proceso en la salud mental es lograr la mejor versión de ti, y podría no tener nada que ver con ellos.
Es también muy posible que los miembros de tu familia hayan contribuido negativamente a tu salud mental. En este caso puedes mostrar compasión por sus errores sin dejar de reconocer y abrazar tu realidad. Recuerda que todos somos víctimas de otras víctimas.
Una vez compartas esta información, es importante comunicar qué tipo de apoyo podrías necesitar de ellos. Esta es la oportunidad para compartir dónde te gustaría establecer límites para crear un entorno más seguro para ti y para tu proceso. Ten preparado un plan sobre cómo necesitas cuidarte y cómo ellos pueden ayudar a dejarte llevarlo a cabo.
¿Has hablado con tus padres o seres queridos latinos sobre tu salud mental? Escribe en los comentarios los consejos que han funcionado para ti.