¿Eres una persona impulsiva y quieres dejar de serlo? Estas 5 prácticas te ayudarán
Por Las personas impulsivas sienten desesperación o urgencia de la inmediatez. Tener paciencia es uno de los aprendizajes necesarios para todo ser humano. Una persona impulsiva no se centra tanto en reflexionar sobre la importancia de elegir un momento oportuno para llevar a cabo un fin determinado; en vez, estas personas se ven determinadas por la gratificación inmediata. La urgencia o la desesperación por la inmediatez es la manifestación de la impaciencia.
Típico de las personas impulsivas son los cambios de humor. Una de las consecuencias de la impulsividad es que la persona puede sufrir cambios bruscos de humor sin que la otra persona con quien conversa, se hubiese percatado o previsto ese giro de la comunicación de manera anticipada.
Nada inusual es descubrir que las personas impulsivas tienen dificultad para cumplir con agendas. Una persona impulsiva es víctima de sus propios impulsos. Para ellos, el tiempo no necesariamente se mide por un reloj, sino también en términos emocionales. Una persona impulsiva siente que su ritmo interno se ve alterado con relativa frecuencia a partir de la propia desorganización.
Las personas impulsivas no miden las consecuencias de los actos que demuestran, ni de las palabras que expresan. La fuerza de la impulsividad hace que la persona no logre pensar con calma en ese asunto específico. De este modo, no anticipa posibles riesgos de sus actos.
Técnicas y estrategias para dejar una persona impulsiva
Existen algunas prácticas que suelen ser muy efectivas para mejorar los impulsos. Entre ellas se encuentran:
1. Cuenta hasta diez, o hasta veinte si es necesario
Haz un esfuerzo por darte un tiempo determinado, aunque sea breve, para romper con esa secuencia repetida que la impulsividad produce en tu vida, dando un giro a la situación al recordar que tú tienes el control. Para incrementar tu empoderamiento personal, identifica una situación repetida de tu vida en la que la impulsividad es habitual. Al contextualizar esta información, puedes empezar a trabajar en tu propio crecimiento interior poniendo el punto de atención en un punto específico.
2. Sal a dar una caminata al parque, o alrededor del patio de tu casa
Tal vez no siempre que experimentes una situación de este tipo tengas las condiciones ideales de tiempo para salir a la calle a caminar, sin embargo, es probable que sí puedas tomarte unos minutos para cambiar de entorno, salir al patio, o tal vez al jardín y sea algo que te sirva de gran manera. A veces cambiar de lugar puede ayudarte a influir positivamente en la emoción que estás sintiendo o experimentando y ayudarle a las personas impulsivas a darse un respiro de la situación.
3. Crea una imagen en tu mente de que tú eres responsable de todas tus formas de actuar
Cada vez que sea necesario revive esta imagen mental, lo cual te ayudará poco a poco a asimilar tu realidad, al igual que tu capacidad de hacer un cambio positivo en tus actos y en tu manera de pensar y de comportarte. Cuando sientas el deseo de ser impulsivo, revive esta imagen de responsabilidad y de control. Recuerda que el cerebro no reconoce la diferencia entre lo que es real y lo que es imaginado. Al revivir esas nuevas formas de actuar, irás entrenando a tu cerebro a pensar que es cada vez más fácil mantener el control de tus emociones y de tus acciones. Mientras más lo practiques, más fácil será la próxima vez.
4. Busca formas de recompensarte, cada vez que logres controlar tus impulsos
Piensa en un premio que te darás a ti mismo cuando hayas logrado cada meta relacionada con el control de tus impulsos. No te premies antes de tiempo. Si te anticipas en este placer emocional, entonces estás alimentando tu propia impulsividad. Para motivarte, comienza con retos sencillos.
5. Busca ayuda psicológica
Cuando has tratado de hacer todo lo posible por controlar tu impulsividad y no lo has logrado dominar, es tiempo de visitar a un profesional de la salud mental. Juntos, podrán descifrar tus dificultades, y podrán encontrar mejores maneras de domar tu impulsividad.