Dr. Shaps: Cómo identificar el cáncer de riñón
Es tendencia en las redes: el cantante Don Omar contó que fue operado para eliminar el cáncer que le fue diagnosticado. En principio, el artista no reveló el tipo que padeció; sin embargo, luego se conoció que le quitaron el riñón izquierdo.
El cáncer de riñón, una enfermedad que afecta a más de 430,000 personas y cobra cerca de 180,000 vidas cada año, según el Centro Internacional de Investigaciones sobre el Cáncer (CIIC), es una patología marcada por el crecimiento anormal de células en el tejido renal. Esta enfermedad puede presentarse de diversas formas, siendo el carcinoma de células renales (CCR) el más común. En este artículo, exploraremos los factores de riesgo, síntomas, métodos de diagnóstico y opciones de tratamiento para el cáncer de riñón, así como algunas recomendaciones de prevención.
Factores de riesgo
El cáncer de riñón es más frecuente en personas de entre 65 y 74 años y afecta tanto a hombres como a mujeres, aunque es ligeramente más común en hombres. Entre los principales factores de riesgo se encuentran:
- Tabaquismo: Los fumadores tienen casi el doble de riesgo de desarrollar cáncer de riñón.
- Obesidad: La obesidad está relacionada con cambios hormonales que pueden aumentar el riesgo de cáncer.
- Hipertensión: La presión arterial alta no controlada es un factor de riesgo significativo.
- Antecedentes familiares: Un historial familiar de cáncer de riñón puede aumentar el riesgo.
- Exposición a sustancias químicas: Sustancias como el cadmio y el asbesto están vinculadas a un mayor riesgo.
- Factores genéticos: Enfermedades hereditarias como la enfermedad de von Hippel-Lindau aumentan el riesgo de desarrollar esta patología.
Síntomas y diagnóstico
El cáncer de riñón en sus primeras etapas suele ser asintomático, lo que dificulta su detección temprana. A medida que avanza, pueden aparecer síntomas como:
- Sangre en la orina (hematuria)
- Dolor en el costado o espalda baja
- Pérdida de apetito y peso
- Cansancio generalizado
- Fiebre persistente
- Hipertensión y anemia
El diagnóstico se realiza a través de una serie de pruebas, incluyendo análisis de sangre y orina, ecografías, tomografías computarizadas (TC), resonancias magnéticas (RM) y, en algunos casos, biopsias para confirmar la presencia de células cancerosas.
Tratamientos
El tratamiento del cáncer de riñón depende de la etapa de la enfermedad, la localización del tumor y la salud general del paciente. Las principales opciones de tratamiento incluyen:
- Cirugía: Es el tratamiento más común, especialmente en las etapas tempranas. Puede ser una nefrectomía radical (extirpación completa del riñón afectado) o parcial (extirpación del tumor preservando parte del riñón sano).
- Terapias dirigidas: Utilizan medicamentos que atacan moléculas específicas para reducir el crecimiento del tumor.
- Inmunoterapia: Estimula el sistema inmunológico del paciente para combatir el cáncer.
- Ablación por radiofrecuencia y crioablación: Son tratamientos menos invasivos que destruyen el tumor utilizando calor o frío extremo, respectivamente.
- Radioterapia y quimioterapia: Aunque no son tratamientos estándar para el cáncer de riñón, pueden utilizarse en casos específicos, especialmente si el cáncer se ha diseminado a otras partes del cuerpo.
Prevención
La prevención del cáncer de riñón implica la reducción de los factores de riesgo conocidos:
- Dejar de fumar: Evitar el tabaco reduce significativamente el riesgo.
- Mantener un peso saludable: Una dieta equilibrada y ejercicio regular son claves.
- Controlar la presión arterial: Mantener una presión arterial saludable ayuda a reducir el riesgo.
- Evitar la exposición a sustancias químicas nocivas: Reducir la exposición a toxinas como el cadmio y el asbesto.
Cómo mantener los riñones sanos?
Mantener la salud de los riñones es crucial para el bienestar general, ya que estos órganos filtran los desechos y el exceso de líquidos de la sangre, regulan la presión arterial y equilibran los electrolitos en el cuerpo. Aquí tienes algunas recomendaciones para mantener tus riñones saludables:
1. Mantén una hidratación adecuada
El agua es esencial para que los riñones funcionen correctamente. Ayuda a eliminar toxinas y productos de desecho a través de la orina. Se recomienda beber suficiente agua para mantener la orina de un color amarillo claro o transparente. La cantidad exacta de agua que necesitas depende de tu edad, sexo, nivel de actividad y estado de salud.
2. Sigue una dieta saludable
- Reduce el consumo de sal: Un exceso de sal puede aumentar la presión arterial, lo que es perjudicial para los riñones. Intenta limitar el consumo de alimentos procesados y añade menos sal al cocinar.
- Modera el consumo de proteínas: Una dieta muy alta en proteínas puede sobrecargar los riñones. Consulta a un profesional de la salud para determinar la cantidad adecuada para ti, especialmente si tienes problemas renales preexistentes.
- Consume frutas y verduras: Estas son ricas en antioxidantes, vitaminas y minerales que benefician la salud renal. Alimentos como bayas, manzanas y verduras de hoja verde son especialmente buenos.
- Controla el consumo de azúcares y grasas: Una dieta alta en azúcares y grasas puede llevar a la obesidad y diabetes, ambos factores de riesgo para enfermedades renales.
3. Mantén un peso saludable
El sobrepeso y la obesidad están relacionados con la diabetes y la hipertensión, ambos factores de riesgo para enfermedades renales. Mantener un peso saludable a través de una dieta equilibrada y ejercicio regular puede reducir estos riesgos.
4. Ejercicio regular
El ejercicio ayuda a controlar la presión arterial y los niveles de azúcar en sangre, además de mantener un peso saludable. Intenta realizar al menos 150 minutos de actividad física moderada a la semana, como caminar, nadar o andar en bicicleta.
5. No fumes
Fumar reduce el flujo sanguíneo a los riñones y puede empeorar las enfermedades renales existentes. Además, aumenta el riesgo de cáncer de riñón. Dejar de fumar es una de las mejores cosas que puedes hacer por tu salud renal y general.
6. Limita el consumo de alcohol y cafeína
El consumo excesivo de alcohol puede causar daño renal y aumentar la presión arterial. La cafeína en exceso también puede afectar la presión arterial. Es mejor consumir estos productos con moderación.
7. Controla la presión arterial y los niveles de azúcar en la sangre
La hipertensión y la diabetes son las principales causas de enfermedades renales. Mantén tu presión arterial y niveles de azúcar bajo control con chequeos regulares, medicación si es necesario, y un estilo de vida saludable.
8. Evita el uso prolongado de medicamentos
El uso prolongado de ciertos medicamentos, como los antiinflamatorios no esteroides (AINE), puede dañar los riñones. Si necesitas tomar estos medicamentos, hazlo bajo la supervisión de un médico y no excedas la dosis recomendada.
9. Realiza chequeos regulares
Si tienes factores de riesgo como hipertensión, diabetes, antecedentes familiares de enfermedades renales o si estás en la tercera edad, es importante realizar chequeos médicos regulares. Las pruebas de función renal, como análisis de sangre y orina, pueden detectar problemas antes de que se conviertan en enfermedades graves.
10. Reduce la exposición a toxinas
Evita la exposición a productos químicos tóxicos y sustancias peligrosas en el trabajo o en el hogar. Algunas sustancias químicas pueden dañar los riñones si se inhalan o se ingieren accidentalmente.
11. Consulta a un profesional de la salud
Si tienes síntomas como hinchazón, fatiga, cambios en la frecuencia o apariencia de la orina, o dolor en la parte baja de la espalda, consulta a un médico para una evaluación.
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