Aplanando la curva
Nuestra comunidad latina no sólo es uno de los grupos étnicos más afectados por la pandemia del COVID-19, sino que también padecemos una de las más altas tasas de desocupación laboral porque trabajamos en los sectores económicos que han resultado más perjudicados por las secuelas económicas de la pandemia.
Al mismo tiempo nuestra comunidad todavía sufre un impacto desproporcionado de los nuevos diagnósticos de VIH y muchos de nuestros familiares, amigos o compañeros que viven con el VIH padecen el estigma del VIH, sintiéndose avergonzados y marginados, desalientanlos a hacerse la prueba o a buscar tratamiento.
Luis Mares, Director de Movilización Comunitaria y Coordinador del Día Nacional Latino para la Concientización del SIDA (NLADD) en la Comisión Latina sobre el SIDA, expresa: “Al enfrentar esta nueva pandemia de COVID-19, no podemos desanimarnos en nuestros esfuerzos por continuar trabajando para ponerle fin a la epidemia del VIH que está afectando de manera desproporcionada a las mismas comunidades, sabiendo que tenemos las herramientas para hacerlo realidad. Como dice el tema de este año de NLAAD, a diferencia de otros virus, ponerle fin a la epidemia del VIH está a nuestro alcance, en la punta de nuestros dedos”.
Al igual que en muchos lugares ha sido posible aplanar la curva de nuevos casos de Covid-19, ejerciendo nuestra responsabilidad individual y nuestro compromiso colectivo –usando mascarillas, guardando la distancia social–, está literalmente en nuestras manos aplanar la curva del VIH y a ayudar a terminar con el estigma y la discriminación.
“Debemos continuar nuestros esfuerzos para promover las pruebas del VIH, la prevención y la retención en la atención y el tratamiento, herramientas básicas que tenemos para ponerle fin a la epidemia del VIH. Debemos continuar trabajando juntos para mejorar los resultados de salud, abordar el estigma y la discriminación y las disparidades de salud, todas las principales barreras que afectan a nuestras diversas comunidades» expresa Luis Mares.
El primer paso es reconocer que el estigma del VIH proviene del temor, la falta de información, así como de nuestros prejuicios y creencias. Una manera de comprobarlo es identificando aquellas palabras, actitudes o acciones que nos hacen asociar al VIH con comportamientos negativos o moralmente inaceptables.
¿Qué es el estigma del VIH? Cuando creemos que sólo ciertas personas pueden adquirir el VIH, cuando juzgamos negativamente a las personas que toman medidas para prevenir la transmisión o cuando pensamos que alguien merece el VIH por las decisiones que ha tomado en su vida. Pero también cuando llamamos “contaminados” o “enfermos” a quienes viven con el VIH, o les llamamos “sidosos” en lugar de “personas con VIH/SIDA”.
Pocas cosas nos molestan tanto a los latinos como ser discriminados, pero cuando nosotros mismos evitamos el contacto casual con una persona que vive con el VIH o lo aislamos socialmente por su condición, estamos siendo nosotros mismos cómplices de un acto de discriminación. El estigma y la discriminación pueden causar sentimientos de vergüenza y desesperanza y hacer más difícil que una persona se haga la prueba o recibir ayuda.
La realidad es que TODOS podemos contribuir a ser parte de la solución para aplanar la curva de nuevas transmisiones, y detener juntos el estigma y la discriminación del VIH. Hoy por ti, mañana por mi.
José López Zamorano es el anfitrión del programa de radio Bienvenidos a América, donde se analizan las últimas noticias de inmigración y se responden las preguntas de los oyentes en temas de inmigración.