La importancia de enseñarle la empatía a mi hijo
La empatía es una de las habilidades más valiosas que puedes enseñarle a tus hijos, pues les permitirá desde pequeños vivir en armonía con su entorno social y comprender cómo determinadas acciones o conductas impactan directamente en el bienestar del otro.
No es tarea sencilla, ya que comprender la empatía implica dejar de lado el ego, conducta muy presente y arraigada en los niños, pero cuanto antes se enseñe, mejor será para tu hijo, pues lo ayudará a comprender que no sólo sus deseos importan sino que también el de su entorno: amigos, familiares e incluso mascotas.
¿Cómo enseñarle la empatía a mi hijo?
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Sentimientos
Ya desde muy pequeños es importante que ellos reconozcan sus propios sentimientos por su nombre y sus consecuencias en su cuerpo y mente. Llamar a los actos y conductas por su nombre le permitirá a tu hijo identificar los sentimientos y su impacto, por ejemplo: “Fue muy amable que le hayas hablado a ese niño que se sentía triste por estar solo”. O bien motivarlo para que actúe en pos de un sentimiento positivo en el otro, pudiendo ser: “Tu hermana se siente triste porque está enferma, ¿por qué no vas a pasar un rato con ella y le ofreces un juguete o un cuento para que se anime?”.
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Predicar con el ejemplo, la mejor herramienta
Si quieres que sea una persona con empatía deberás serlo tú también y sacar toda tu sensibilidad hacia los demás diariamente. Pregúntale a tu hijo cómo se siente cada día, habla de las emociones, habla sobre las emociones de los demás, sé una persona empática con las personas que te rodean. Que tu pequeño lo vea hará que el aprendizaje sea más veloz y eficaz al enseñarle esta habilidad tan preciada.
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Aprender a leer el lenguaje corporal
Interpretar gestos y expresiones faciales le permitirá desarrollar la empatía mucho más rápido. Puedes decirle cosas, como por ejemplo: ¿Te diste cuenta cómo tu hermano te miró cuando le compartiste tu porción de pastel con él? ¿Te diste cuenta que sonreía por estaba contento? Poco a poco se dará cuenta cómo su comportamiento puede afectar a otros.
Un niño empático con sus conductas enseñará sin darse cuenta a otros acerca de esta habilidad, y contribuyendo definitivamente a construir una sociedad más sólida y empática con su entorno.