5 tipos de endulzantes: ¿qué tienen en común y en qué difieren?
Por Los endulzantes son una parte fundamental de nuestra dieta y se utilizan para añadir un toque dulce a una amplia variedad de alimentos y bebidas. A lo largo de los años, han surgido numerosos tipos de endulzantes, cada uno con sus propias características y usos. Aunque todos comparten la capacidad de proporcionar ese sabor dulce tan deseado, difieren significativamente en su origen, composición química y potencial impacto en la salud. En este artículo, exploraremos cinco tipos de endulzantes populares, destacando lo que tienen en común en términos de sabor y aplicaciones, así como en qué se diferencian en cuanto a su origen, procesamiento y efectos en la salud.
1. Azúcar
La hay morena y blanca, dependiendo de su refinamiento. La morena o integral se extrae del jugo de la caña de azúcar, está refinada al 95% y conserva algunas propiedades.
La blanca está refinada al 99% y aunque es muy popular, no aporta ningún beneficio; sólo calorías vacías (NO nutrientes, NO vitaminas NO minerales, y a la larga puede darnos muchos problemas de salud.
Si hablamos de calorías, una cucharada de azúcar tiene 64 y una de miel 46… sin embargo, ambas nos engordan por igual, pues para endulzar, necesitaremos una cucharada de miel y una y media de azúcar.
A favor del azúcar diré que puede caramelizarse y usarse como decoración haciéndola ideal para algunos platillos.
2. Miel
Según los expertos, la miel no sólo endulza más que los azúcares refinados, sino que también es más saludable, sobre todo si es cruda.
Este alimento medicinal aporta antioxidantes, vitaminas y minerales, y no sólo ayuda a evitar resfriados, tratar heridas, y facilitar la cicatrización. La miel, se absorbe más lentamente y no produce picos de azúcar en la sangre.
Si tienes problemas digestivos ¡acércate a la miel!… verás cómo te ayuda a eliminar la acidez o las úlceras gástricas.
¡Además es buenísima para dormir mejor! Aumenta los niveles de insulina y ayuda a producir serotonina: la hormona relacionada con nuestro estado de ánimo, que produce una sensación de relajación.
¿Quieres más? La miel es buenísima para hidratar la piel y el cabello.
3. Agave
Si la compras natural, (NO procesada), puede estimular el crecimiento de la flora intestinal, y ayudar a prevenir la gastritis, estreñimiento y diarrea.
Aunque no contiene muchos nutrientes, la miel de agave sí aporta una buena cantidad de micro-nutrientes, como el sodio, potasio, hierro, Vitamina C y E, entre otros.
Con moderación y bajo supervisión médica en casos de diabetes u obesidad, la miel de agave ayuda a metabolizar las grasas más rápidamente, haciéndola ideal para cuidar el peso.
¡Pero ojo! Su consumo excesivo puede darte problemas de hígado pues es el órgano que procesa su fructuosa.
La miel de agave tiene un bajo índice glucémico, que no producirá una subida del azúcar en la sangre.
También ayuda a absorber algunos minerales como calcio y magnesio.
4. Stevia
a Stevia es un endulzante natural, originaria de Paraguay, y muy popular, pues no tiene calorías, ¡pero endulza muy eficazmente!
La hay líquida, en polvo o en terrones.
En polvo, la Stevia es 200 o 300 veces más dulce que el azúcar, mientras que sus hojas son de 15 a 20 veces más potentes.
La Stevia es excelente para los diabéticos, pues no altera los niveles de azúcar en la sangre y, en muchos casos, ayuda a regularlos naturalmente.
También propicia una buena digestión, pues calma la acidez y el malestar estomacal.
Además, no causa caries, pues no es un azúcar fermentable.
Un detalle importante: La Stevia puede provocar alergias si eres sensible a las plantas de las familias: del Crisantemo y la Margarita.
¿Y un tip para preparar tus postres? Úsala en menor cantidad, pues el meterla al horno, intensificará su dulzor.
5. Endulzantes artificiales
Los edulcorantes artificiales son muy usados por pacientes diabéticos, y por quienes desean controlar su peso.
Entre los más populares están: el Aspar-tamo (como el Equal y NutraSweet) la Sacarina, Sucra-losa y el Sorbitol, entre otros.
Estos sustitutos son entre 150-600 veces más dulces que el azúcar de mesa, y necesitarás menos para endulzar tu comida.
Para tranquilidad de muchos, no hay evidencia científica de que estos endulzantes provoquen cáncer.
Y tampoco es cierto que consumirlos te haga bajar de peso por sí solos. Ello se logra con un régimen alimentario adecuado, ejercicio y un buen dormir.
La Asociación Americana de la Diabetes afirma que estos endulzantes no tienen efectos secundarios en niños y embarazadas, ya que ellos necesitan esas calorías extra y otros nutrientes por estar en una etapa de crecimiento.
Créditos
Por: Fabiola Kramsky y Tuiris, con soluciones para tu vida diaria…