Todo sobre el botulismo: síntomas, prevención y cuidados

El botulismo es una enfermedad que si bien es poco frecuente en los humanos, puede uno afectarse de manera inmediata sufriendo consecuencias severas para la salud que incluyen la muerte si no se diagnostica y se trata rápido. Y es importante saber esto último, pues muchas veces por ignorar acerca de esta bacteria se cometen errores en la conserva de los alimentos que llevan a finales totalmente evitables.

Causado por la bacteria Clostridium botulinum, encargada de producir la toxina botulínica, el botulismo se hace presente en alimentos enlatados, envasados o fermentados en el hogar a modo de comida casera. Pues en las comidas que no se han elaborado correctamente, las bacterias sobreviven y producen las toxinas dañinas.

Según la Organización Mundial de la Salud, esta toxina tan peligrosa bloquea funciones nerviosas y puede ocasionar parálisis muscular y respiratoria.

¿Cuáles son los síntomas del botulismo?

• Fatiga intensa

• Debilidad y vértigo

• Visión borrosa

• Sequedad en la boca y dificultad al hablar o tragar bebida o comida

• Probabilidad de vómitos, diarrea y constipación

• Debilidad en el cuello y en los brazos

¿El botulismo causa fiebre?

Las toxinas botulínicas son neurotóxicas, lo cual significa que afectan al sistema nervioso y no se produce fiebre ni pérdida de consciencia.

¿Cuándo tarda en presentar síntomas el botulismo?

Por lo general se manifiestan entre 12 y 36 horas después de la ingesta del producto en mal estado.

La rapidez en el diagnóstico es clave, si has consumido un alimento del cual dudas o bien presentas más de uno de los síntomas arriba mencionados, no dudes en asistir al hospital más cercano para descartar la infección por esta bacteria o bien comenzar a atacar lo antes posible.

Tras el diagnóstico de la enfermedad, se debe aplicar lo antes posible la antitoxina. Cuanto más rápido se realice el tratamiento, más baja es la tasa de mortalidad.

La Organización Mundial de la Salud ofrece una serie de consejos para evitar la enfermedad:

• Mantener la higiene de todos los productos y del entorno de la comida

• Separar los alimentos crudos y cocidos

• Cocer totalmente los productos

• Guardar la comida a una temperatura adecuada. No dejar latas a la exposición solar.

• Utilizar agua potable

• Asegurarse de la calidad de los alimentos crudos

• En caso de consumir alimentos de latas, si sobra, no conservarlos allí. Una vez abierta la lata esta debe descartarse. Conservar el alimento sobrante en otro recipiente para su posterior consumo