Una pareja sentada en un sofá mira el televisor donde se proyectan las noticias.

Seis consejos para no dejarse abrumar por las noticias 

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He aquí cómo afrontar las consecuencias de las noticias negativas. 

A menudo resulta difícil escapar de una mala noticia. Las noticias desempeñan un papel destacado en nuestras vidas, algo que se ha acentuado aún más durante el último año. La pandemia ha traído consigo resúmenes informativos diarios y una afluencia aparentemente interminable de titulares relacionados con la COVID. 

Mantenerse informado y educado es importante. Sin embargo, la exposición constante a noticias negativas puede ser perjudicial para el bienestar. La Organización Mundial de la Salud ha descubierto que la cobertura informativa puede aumentar la angustia y la ansiedad, y un estudio reciente sugiere que las noticias compartidas a través de las redes sociales aumentan el pánico. 

Algunas personas pueden ser especialmente vulnerables a los efectos negativos de determinadas noticias. Por ejemplo, durante la pandemia, las personas con trastornos alimentarios han manifestado que el énfasis de los medios de comunicación en el ejercicio y la pérdida de peso les ha provocado ansiedad. 

Sea lo que sea lo que te dispara, el objetivo es encontrar el equilibrio entre utilizar las noticias para mantenerte informado y no agobiarte. 

Ser provocado 

Un desencadenante es algo que provoca sentimientos o comportamientos negativos en alguien. Pueden estar motivados por muchos procesos internos, por ejemplo, un recuerdo de un trauma pasado o emociones intensas como el estrés, la ansiedad, el atrapamiento o la falta de control. 

Cuando alguien se “dispara”, experimenta consecuencias negativas como un ataque de pánico, flashbacks o un aumento de los síntomas de salud mental, por ejemplo, trastornos alimentarios, autolesiones, ansiedad o depresión. 

Puedes detectar que corres el riesgo de sufrir un desencadenamiento si prestas atención a tus respuestas psicológicas y fisiológicas. Por ejemplo, puedes notar un aumento de los pensamientos negativos o melancólicos, un aumento del ritmo cardíaco, una respiración acelerada o la sensación de estar en estado de alerta máxima. 

También puede haber empezado a notar otros síntomas físicos relacionados con el estrés, como fatiga o cambios en su patrón de sueño. Estar atento a las respuestas de la mente y el cuerpo puede ser el primer indicio de que las noticias pueden estar afectando negativamente a su bienestar. 

Si empiezas a sentir el impacto negativo de las noticias, ahora es el momento de empezar a tomar medidas de protección. 

1. Regular el consumo 

Regular el consumo de noticias incluye tomar la decisión consciente de “desconectar” de los medios de comunicación durante un periodo de tiempo. Otra posibilidad es que hayas observado un patrón en torno a los impactos negativos que experimenta; por ejemplo, ¿tiendes a sentir más impactos negativos si lee las noticias cuando está cansado o justo antes de acostarte, o durante periodos de mayor estrés general? Si es así, puede que desees limitar la exposición a determinadas horas del día, en determinados contextos, o ambas cosas. 

Puede que observes que determinadas fuentes de noticias utilizan estilos de comunicación o contenidos que te resultan especialmente angustiosos o desencadenantes. Tal vez sean especialmente polémicas, tendenciosas o controvertidas. Si es así, intenta encontrar fuentes más positivas que funcionen para ti. 

Por ejemplo, durante la pandemia, la Organización Mundial de la Salud sugiere limitar el acceso a los sitios web de las autoridades sanitarias que pretenden ofrecer sólo los hechos sobre la situación actual. 

2.Asume el control de tus emociones 

Nunca te culpes por experimentar emociones negativas. Es importante reconocer que tienes derecho a sentirte como te sientes. Al hacerlo, reconoce que también tienes control sobre tus reacciones. Esto puede ayudarte a sentirse más en control y más capacitado para trabajar hacia mecanismos de afrontamiento más positivos. 

3.Cuida tu salud 

Invertir tiempo en tu cuidado físico puede ayudarte a tener más posibilidades de reaccionar positivamente ante situaciones estresantes. Cuerpo sano, mente sana. 

Intenta comer sano, hacer ejercicio con regularidad (pero no en exceso) y mantener un buen ritmo de sueño. Recuerda que el énfasis está en la salud, no en la pérdida de peso u otros factores potencialmente negativos. Del mismo modo, cuida tu salud mental procurando un equilibrio positivo entre la vida laboral y personal, practicando la atención plena o manteniéndote en contacto con amigos y familiares que te apoyen. 

4.Centrarse en lo positivo 

Si las noticias negativas te desaniman, busca recursos positivos en los que centrarte. Por ejemplo, durante la actual pandemia, la Organización Mundial de la Salud sugiere centrarse en historias de recuperación. 

5. Sustituye las habilidades de afrontamiento poco saludables por alternativas positivas 

Hay recursos disponibles para ayudar a las personas a identificar comportamientos positivos que puedan utilizar para sustituir mecanismos de afrontamiento poco saludables, como los trastornos alimentarios y las autolesiones. Existen recursos similares para una amplia gama de comportamientos. 

6. Buscar apoyo 

Ponte en contacto con grupos de apoyo o con profesionales sanitarios. Es importante reconocer el valor del apoyo social positivo y reconocer que buscar ayuda es un paso positivo y fuerte. Estos contactos también pueden ayudarte a encontrar otros recursos útiles. No estás solo; busca apoyo. 

Puede ser difícil encontrar el equilibrio adecuado entre estar informado por los medios de comunicación y no sentirte abrumado, especialmente durante una crisis mundial. Este ha sido un año muy difícil para muchos. 

Es natural que a veces nos sintamos preocupados, aprensivos y estresados. Sin embargo, también es importante invertir tiempo en el autocuidado y buscar ayuda si está experimentando impactos negativos en su salud. 

Es importante reconocer que cada persona es un individuo, y que lo que funciona para una persona puede no ser el mejor enfoque para otra. Prepárate para dedicar algún tiempo a encontrar las técnicas que funcionen para ti, y no tengaa miedo de buscar ayuda profesional que te guíe en este proceso. 

Escrito por Dawn Branley-BellEste artículo es original de Greater Good, la revista en línea publicada por el Greater Good Science Center, de UC Berkeley.

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