Hablemos: Cómo sobrellevar el duelo por nuestra mascota

Los animales son parte de nuestra vida y, cuando fallecen, enfrentarnos a su pérdida es un proceso doloroso que suele generar incomprensión y muchas veces no sabemos afrontar. 

Muchas personas sienten un intenso vínculo con sus mascotas. No se trata solo de un perro o de un gato, sino que se consideran como un miembro más de la familia que nos brinda compañía, diversión y alegría, nos ayuda a superar contratiempos y nos aporta felicidad. Son nuestros compañeros incondicionales, en las buenas y en las malas, siempre a nuestro lado. Ni juzgan ni critican.  

La pérdida de una mascota puede ser una experiencia extremadamente dolorosa, comparable, y a veces incluso más intensa, que la pérdida de un miembro de la familia. Investigaciones recientes han demostrado que las emociones que experimentamos tras la muerte de una mascota son casi idénticas a las que sentimos cuando perdemos a un ser querido. Una revisión sistemática de 17 estudios confirma esta similitud en los sentimientos de duelo. 

Visibilizar el duelo para manejar mejor el dolor 

A menudo, la sociedad no reconoce la importancia de la pérdida de una mascota. Frases como “era solo un perro” reflejan una falta de comprensión que minimiza el dolor de quienes han perdido a un compañero animal. “Aunque hay una mayor comprensión y aceptación de la pérdida de una mascota, todavía existe un estigma social que minimiza la importancia del duelo por una mascota”. 

Es fundamental poder expresar nuestra tristeza y compartir nuestro dolor con familiares y amigos de confianza. Sentir dolor y llorar por la pérdida de una mascota es una reacción natural que no debe ser motivo de vergüenza. Especialistas subrayan que se debe comprender y aceptar que, para muchas personas, su mascota es un ser querido, es familia, por lo que el duelo suele ser igual de significativo. 

La incomprensión social puede llevarnos a un duelo silencioso, sin respaldo emocional. Sin embargo, el apoyo social es crucial en los procesos de duelo. Hablar sobre nuestra pérdida ayuda a aceptar la situación y a adaptarnos a la nueva realidad sin nuestra mascota. 

Fases del duelo: de la negación a la aceptación 

La pérdida de una mascota, como la de una persona, puede desencadenar reacciones emocionales intensas. Según expertos, ambos tipos de pérdida pueden involucrar un proceso de duelo similar que incluye varias etapas. Conocer estas etapas puede ayudarnos a sobrellevar el dolor. 

Negación: Esta fase actúa como un mecanismo de defensa donde nos resulta difícil aceptar la realidad de la pérdida. Nuestras rutinas cambian bruscamente y nos cuesta adaptarnos sin nuestro compañero. La negación puede dificultar la superación del dolor a largo plazo. 

Ira: Durante esta fase, podemos sentir enfado sin razón aparente. Este sentimiento es una forma de protegernos del dolor y enfrentarnos a la verdad. Puede estar acompañado de remordimientos y recuerdos. 

Depresión: Aquí, los sentimientos de tristeza se intensifican y cada pequeña cosa nos recuerda a nuestra mascota. En esta fase, es crucial buscar ayuda profesional para manejar las emociones. 

Negociación: Podemos fantasear con la idea de recuperar a nuestra mascota o culpabilizarnos por no haber hecho más para evitar su muerte. Esta etapa puede retrasar el avance hacia la fase final del duelo. 

Aceptación: No se trata de felicidad, sino de reconocer la realidad de la pérdida y estar listos para seguir adelante. Aceptamos que nuestra mascota se ha ido, y aunque todavía hay dolor, este se convierte en aprecio y recuerdos positivos con el tiempo. 

Duración del duelo 

Un estudio de 2019 encontró que la duración del duelo por una mascota varía: el 25% de los dueños tarda entre tres meses y un año; el 50%, entre un año y 19 meses; y el 25%, entre dos y seis años. Estas cifras demuestran que el proceso de duelo es único para cada individuo y que no hay un tiempo «correcto» para superarlo. 

La conexión emocional entre humanos y animales 

La relación entre humanos y animales ha sido fundamental a lo largo de la historia, y recientemente, esta conexión ha ganado un nuevo enfoque científico: la antrozoología. Este campo se encarga de estudiar la interacción entre humanos y animales, explorando cómo nos beneficiamos mutuamente en términos emocionales, psicológicos y sociales. La pandemia de COVID-19 resaltó aún más la importancia de las mascotas en nuestras vidas, ya que muchos recurrieron a estos fieles compañeros para llenar el vacío afectivo dejado por la falta de contacto humano. 

Durante el confinamiento, aproximadamente el 40% de los hogares en todo el mundo optaron por adquirir una mascota nueva o adoptar una por primera vez, aumentando así los miembros de la familia. Las mascotas han dejado de ser meros guardianes de la casa para convertirse en compañeros de vida, participando en actividades cotidianas como hacer ejercicio, comer, dormir, trabajar desde casa e incluso acompañarnos en tareas diarias. Sus muestras de afecto, como mover la cola o maullar, se han vuelto parte integral de nuestra rutina diaria. 

La conexión entre humanos y animales se basa en un sentimiento de seguridad y apego. Como mamíferos, ambos comparten la capacidad de formar vínculos emocionales profundos. Las mascotas encuentran en sus dueños una fuente de protección y cuidado, mientras que los humanos reciben consuelo y apoyo emocional de sus animales. Este vínculo recíproco ha demostrado tener efectos positivos en la salud mental de las personas, influyendo en procesos cognitivos, afectivos y comportamentales. Terapias asistidas con animales han mostrado ser eficaces en la rehabilitación y en la mejora del bienestar emocional 

Pasos para manejar el duelo 

A pesar de los beneficios emocionales que nos brindan, la vida de nuestras mascotas es considerablemente más corta que la nuestra, lo que inevitablemente lleva a enfrentar su pérdida. El duelo por la muerte de una mascota es un proceso complejo que varía según múltiples factores, como el tiempo de convivencia, la personalidad del animal y las experiencias compartidas. 

Reconocer la pérdida: Es esencial aceptar la realidad de la pérdida, especialmente cuando el dueño es un niño o si no estuvo presente en el momento de la muerte. Ocultar la verdad puede impedir el proceso natural de duelo. 

Comunicar con cariño: Al informar sobre la muerte de una mascota, es importante hacerlo con respeto y sin angustia excesiva. La persona con mayor regulación emocional debería ser la encargada de dar la noticia. 

Validar el dolor: Reconocer y validar el dolor del otro es crucial. Expresiones empáticas como «estoy contigo en este momento» son más reconfortantes que frases que minimizan la pérdida. 

Realizar ritos de despedida: Realizar una despedida simbólica, como una tarjeta de despedida o una ceremonia sencilla, puede ayudar en el proceso de duelo sin convertirse en una carga adicional. 

Aceptar el vacío: Es natural sentir un vacío tras la pérdida de una mascota. Expresar este dolor a través de palabras o lágrimas es una parte esencial del duelo. 

No reemplazar inmediatamente: Adoptar otra mascota inmediatamente puede impedir el proceso de duelo y crear un apego superficial. Es importante darse tiempo para sanar. 

No renunciar a las mascotas: Aunque el dolor de la pérdida puede ser abrumador, no debería impedirnos disfrutar de la compañía de futuras mascotas. Cada animal tiene su propio lugar y tiempo en nuestras vidas. 

Resignificar la pérdida: Aceptar que el ciclo de vida de las mascotas es diferente al nuestro nos ayuda a enfocarnos en las experiencias positivas y no solo en el momento de su partida. 

Reorganizar la vida: Tras la pérdida, es necesario encontrar nuevas rutinas y motivaciones. Celebrar el cumpleaños de la mascota o conmemorar su partida puede ser una forma de mantener su memoria viva. 

Buscar ayuda profesional: Si el dolor es abrumador y no permite continuar con la vida diaria, buscar apoyo psicológico puede ser crucial para transformar la pérdida en una experiencia valiosa. 

Invitado:  Fernando Gómez – Tanatólogo. +55 2957 0599. Redes Sociales: @fergomurr

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