¿Cómo reducir mi huella ecológica viviendo en la ciudad?
Todos producimos la huella ecológica, o de forma más sencilla de decirlo el impacto de nuestra persona sobre el planeta: los recursos naturales que necesitamos para vivir, las emisiones de dióxido de carbono (CO2), la cantidad de basura que producimos, y la más importante y relevante las emisiones de gases de efecto invernadero que se emiten como consecuencia del desarrollo de las actividades que llevemos a cabo a lo largo del día.
«La huella ecológica es un indicador del impacto que ejerce un país o ciudad, incluso alguien, sobre su entorno, considerando tanto los recursos que necesita como los residuos que genera según su nivel de consumo»
-Describe el ambientólogo David Pon, coautor del informe ‘Análisis de la huella ecológica en España’, editado por el Ministerio de Medio Ambiente.
¿Cuál es mi huella ecológica?
La huella ecológica propia no mide solo la superficie que se usa cada día para alimentarse o vestirse (las áreas donde se producen la materia prima), sino también la superficie del mundo que se necesita para acumular los residuos y la contaminación que se genera. Entre ellos, la cantidad de bosque que haría faltar para retener todo el CO2 que emitimos día a día. Y esto es lo que se conoce como huella de carbono.
La huella de carbón es el impacto que tiene sobre el clima el desarrollo de una actividad y nuestro estilo de vida. En otras palabras, es la cantidad de emisiones de gases de efecto invernadero que emitimos de forma directa o indirecta, como consecuencia del desarrollo de una actividad, medida en toneladas de CO2 equivalente.
Y conocer el tamaño de nuestra huella personal sobre el planeta es el primer paso para intentar reducirla. Para empezar, necesitamos saber cuánta cantidad de CO2 dejamos en la atmósfera cuando vamos al trabajo en coche, encendemos la luz, ponemos la calefacción o sencillamente preparamos la comida.
Aquí es CO2 que emites cada día
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Si conduces un auto cada día unos 12.4274 millas hasta tu lugar de trabajo, estarás emitiendo a la atmósfera 8.55 libras de CO2 en cada trayecto (17.1 libras de CO2 al día durante tu viaje de ida y vuelta).
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Si realizas un pequeño viaje en avión, por ejemplo de unas 745.64 millas habrás emitido por el camino un total de 835.55 libras de CO2 en tu trayecto de ida y vuelta. Además, probablemente pasarás la noche en algún alojamiento. Entonces, si escoges un hotel de dos estrellas, cada día tendrás que sumar 24.69 libras de CO2 a tu huella de carbono. Esta cifra asciende a 27.52 millas por noche, si eliges una habitación más cara, en un establecimiento de cuatro o cinco estrellas, donde habrá más servicio de cocina y, en principio, unos sistemas de climatización más potentes. ¿Asombroso, verdad?
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Calefacción y agua caliente en el hogar. Si tu casa es de 295.276 pies, estarás liberando 2,122.604 millas de CO2 a la atmósfera cada año.
Ideas para reducir mi huella ecológica y además ahorrar dinero
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Fuentes de electricidad renovables. Si quiere producir electricidad renovable, la manera más sencilla es cambiarse a una comercializadora de energía verde. De este modo, cada vez que consumas luz en la vivienda estarás produciendo energía limpia, y el medio ambiente lo notará.
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Moverse de forma ecológica. Usa la bicicleta o el transporte público eléctrico. Y prueba a reducir tus residuos. Además, intenta realizar un empleo del agua más responsable: reducir tu huella sobre el planeta implica utilizar mejor, y menos, los recursos naturales. Por ello, el objetivo es bajar el consumo de agua en los hogares de los 44.9092 galones por habitante y día, a 26.4172 galones.
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Consumir productos frescos y locales, que han viajado menos millas hasta llegar a tu comercio donde sueles realizar las compras. Así como también considerar hacer la vivienda más energéticamente responsable.