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Si el calentamiento global es real ¿por qué hace frío afuera?

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Frío donde tú estás, pero cálido en otros lugares

Los registros de temperatura muestran que la Tierra se ha calentado un poco más de 1 grado Celsius (2 grados Fahrenheit) desde 1880. Sin embargo, aún ocurren variaciones a corto plazo en el clima, tales como las olas de frío, que consisten en caídas rápidas en la temperatura del aire, resultando en varios días consecutivos de más frío que la temperatura promedio.

Para comprender cómo pueden existir fríos de temperaturas récord en este contexto, analicemos un evento del invierno de 2018-2019.

En enero de 2019, una ola de aire frío se extendió por partes de las llanuras del norte y el medio oeste de EE.UU. Las temperaturas cayeron por debajo de los -40 grados Fahrenheit, con vientos helados en el área de 60 grados bajo cero. Sin embargo, la temperatura promedio en el país en ese mismo mes fue casi tres grados Fahrenheit más cálida de lo normal. Además, enero de 2019 fue el tercer enero más cálido registrado en el mundo.

¿Cómo es eso posible? Bueno, mientras algunas regiones de EE. UU. estaban experimentando un frío sin precedentes, en otras partes del país y en el resto del mundo se producía un calor superior a la media. 

Por ejemplo, las temperaturas de enero de 2019 en el oeste de los EE.UU. oscilaron entre tres y nueve grados por encima del promedio normal, mientras que en Australia y Asia, las temperaturas aumentaron siete grados o más.

Tales situaciones ejemplifican cómo las olas de frío y el calentamiento global pueden coexistir, de hecho así sucede: los fríos extremos se están produciendo en una fracción más pequeña de la superficie global. En otras palabras, lo que acontece a nivel local, o en períodos cortos de tiempo, no es necesariamente representativo de lo que pasa a nivel nacional y mundial.

Hablando con el Washington Post, Jason Furtado, profesor asistente de meteorología en la Universidad de Oklahoma, lo explica usando esta analogía ampliamente utilizada: “Un día de baja en el Dow Jones no significa que la economía se vaya a la basura. Del mismo modo, un día frío no significa de repente que la tendencia general en el cambio climático global vaya repentinamente en la dirección opuesta”.

Carl Schreck, científico atmosférico del Instituto de Estudios Climáticos de Carolina del Norte de la Universidad Estatal de Carolina del Norte, está de acuerdo. “Las olas de frío no refutan el calentamiento global”, argumenta, “sólo significan que el clima y las estaciones siguen sucediendo”.

A pesar del cambio climático, el invierno todavía existe

Otro punto a tener en cuenta es que el aumento de la temperatura promedio no ha erradicado el invierno por completo.

Por lo que aún  es posible experimentar un amplio rango de condiciones de clima, incluidos extremos como una semana de altas temperaturas o una breve ola de frío en mayo. Así mismo, las variaciones en los patrones climáticos causadas por fenómenos naturales, como El Niño y La Niña, pueden influir en los brotes de aire frío en los EE.UU.

Aunque el invierno persiste, el cambio climático global ha hecho que los inviernos sean menos duros en general, afirman Schreck y otros científicos. Este fenómeno es evidente a partir de los datos de temperatura mínima durante el invierno, como se muestra en el siguiente gráfico. Durante el período comprendido entre 1910 y la década de 1980, la masa terrestre de los Estados Unidos experimentó con frecuencia fríos extremos durante el invierno, según los Centros Nacionales de Información Ambiental (NOAA). Sin embargo, desde 1990, una proporción de la nación (por lo general, no más del 10 %) han experimentado inviernos extremadamente fríos, una señal de que los crudos inviernos estadounidenses se han vuelto menos generalizados.

(Fuente de la imagen: NOAA Climate.gov, basado en datos de los Centros Nacionales de Información Ambiental)

¿Qué es un vórtice polar y cómo se ve afectado por el cambio climático?

Una creciente comunidad de investigación sugiere que el calentamiento del Ártico en realidad podría estar contribuyendo a las olas de frío periódicas en los Estados Unidos, por contradictorio que suene. Cuando hay temperaturas inusualmente cálidas en el Ártico, se dice que la Oscilación del Ártico, el movimiento de ida y vuelta de una gran área de baja presión y aire frío entre el Ártico y las latitudes medias, está en una “fase negativa”. Los científicos están descubriendo que durante esta fase, una corriente en chorro polar, que rodea la masa de aire frío llamada vórtice polar, se vuelve más inestable.

Schreck dice que esta inestabilidad adicional tiene dos efectos. Por un lado, permite que las masas de aire ártico más frías dentro del vórtice polar se sumerjan más al sur de lo habitual en América del Norte y el hemisferio norte. También hace que los patrones climáticos sean más lentos y “pegajosos”, lo que significa que los brotes de aire frío pueden durar más.

En resumen, sí, la Tierra se está calentando, pero todavía no botes tu pala de nieve o tus botas de invierno. Seguiremos teniendo episodios de frío y de hielo, incluso mientras continúa el calentamiento global.

Este artículo fue escrito por Tiffany Means y publicado originalmente en Yale Climate Connections.
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