Organización sin fines de lucro de Maryland ayuda a los residentes latinos a implementar soluciones climáticas en sus comunidades
Defensores de la Cuenca lleva a cabo programas en español y a los participantes se les paga por su tiempo.
La primavera pasada, los pasajeros de un recorrido en bote por el río Anacostia disfrutaron estar en el agua. Discutieron cómo las actividades en sus comunidades, incluso a 10 millas de distancia, afectan el ecosistema que los rodea.
El tour fue parte de un programa de capacitación financiado por una concesión y dirigido por Defensores de la Cuenca, una organización sin fines de lucro con sede en Maryland.
A través de una serie de talleres, involucra a los residentes latinos en temas como la contaminación y el cambio climático, y los prepara para implementar soluciones en sus comunidades.
El director ejecutivo Abel Olivo dice que el programa se lleva a cabo en español. Y a los participantes se les paga, lo que, según él, hace factible que asistan más personas.
“Su tiempo tiene resultados reales”, dice. “Eso es comida en la mesa, eso es alquiler, pago del automóvil, gasolina, hipoteca, etcétera”.
Al final, cada participante puede recibir hasta $5,000 para pagar un proyecto que diseñe, como talleres en su iglesia o la plantación de un árbol que ayudará a absorber la lluvia y reducir las aguas contaminadas: “algo que tenga valor para ellos, que sea significativo, algo que ellos determinen como una necesidad”, dice Olivo.
De esa manera, los intereses y prioridades de los residentes están en el centro de las soluciones ambientales en sus comunidades.