Conoce el nuevo plan migratorio: una oportunidad perdida
El nuevo plan de reforma migratoria negociado por senadores demócratas y republicanos durante los últimos meses y que finalmente vio la luz esta semana, sólo puede describirse como una oportunidad perdida.
A sabiendas que ningún proyecto de ley podría tendría posibilidades de ser aprobado a menos que hiciera concesiones significativas a los republicanos de la cámara de representantes, la propuesta deja insatisfechos a todos.
Como en los viejos tiempos de la política estadounidense del garrote y la zanahoria, la propuesta incluye mucho más de lo primero y muy poco de lo segundo.
Su cláusula más polémica confiere al presidente de los Estados Unidos la autoridad de cerrar la frontera con México si el promedio de encuentros de inmigrantes indocumentados rebasa las 5,000 personas en el lapso de una semana.
En circunstancias extraordinarias, el presidente de los Estados Unidos tendría la posibilidad por orden ejecutiva de cerrar la frontera aún si ese número es menor.
Otra de sus disposiciones restringiría de manera significativa el otorgamiento de permisos bajo la autoridad de libertad condicional humanitaria, conocida como parole, que ha beneficiado a Miles de venezolanos, cubanos, nicaragüenses y haitianas entre otros grupos
A contrapartida, el proyecto de ley permitiría acelerar el proceso de asilo de tal forma que pueda completarse en un lapso de seis meses y aceleraría la emisión de permisos de trabajo para los beneficiarios
El plan tiene huecos del tamaño de un océano. No incluye ninguna protección para los beneficiarios de DACA, nuestros soñadores, ni una reforma integral del proceso de cortes migratorias o de asilo. Mucho garrote, poca zanahoria.
La realidad es que este grupo bipartidista, por bien intencionado que sea, intentó armar un rompecabezas imposible: bajo las órdenes de Donald Trump, los republicanos de la cámara baja decidieron que no darán ningún triunfo político al presidente Biden en este año electoral.
Bajo esa lógica electorera, los republicanos sólo aceptarán una propuesta que sea copia fiel de las órdenes de Trump, de tal forma que el aspirante a la nominación presidencial republicana pueda acreditarse el éxito.
Como era de esperarse, la propuesta bipartidista no va a ir a ninguna parte. Probablemente no tenga ni los votos para ser aprobada en el propio Senado, donde se requieren 60 senadores, y mucho menos en la cámara de representantes, donde su liderazgo dejó en claro que ni siquiera será considerada para presentarla a voto.
El presidente y los demócratas del Senado podrían decir que intentaron hacer algo y que fueron bloqueados por los republicanos. Mientras que éstos podrían argumentar que el plan era insuficiente para contener la crisis migratoria.
El desenlace de esta película es un nuevo periodo de estancamiento político, legislativo y migratorio durante 2024. Un dato que los votantes hispanos deberían tener en mente cuando emitan su sufragio el 5 de noviembre.