La vacuna anti-coronavirus está lista para probarla en humanos
El Instituto de Investigación Migal acaba de anunciar el desarrollo de una vacuna contra el coronavirus, mutación vírica que apareció en diciembre de 2019 en Wuhan, China, y que ha acabado con la vida de más de 4,500 personas en el mundo.
Esperan esté disponible en unos 90 días
En los laboratorios de Migal, en la Galilea, los investigadores presentaron hoy, miércoles 11 de marzo, a la prensa extranjera la información sobre la vacuna que podría acabar con el coronavirus. Comenzaron su trabajo desarrollando una vacuna contra la gripe aviar, que se utiliza ahora por defecto con cada ave que nace en Israel y en muchos otros países también, y en cuanto comenzaron a difundirse informaciones sobre la mutación COVID-19, dicen que ya tenían mucho terreno ganado.
“Nuestro objetivo básico era desarrollar la tecnología general y no específicamente una vacuna para este o aquel tipo de virus”,
dijo el Dr. Chen Katz, jefe del departamento de biotecnología de Migal.
“El marco científico de la vacuna se basa en un nuevo vector de expresión de proteínas, que crea y secreta una proteína quimérica soluble que entrega el antígeno viral a los tejidos de la mucosa por endocitosis autoactivada, haciendo que el cuerpo forme anticuerpos contra el virus”.
La endocitosis es un proceso celular en el que se introducen sustancias en una célula rodeando el material con la membrana celular, formando una vesícula que contiene el material ingerido. En los ensayos preclínicos, el equipo demostró que la vacunación oral induce altos niveles de anticuerpos específicos contra el virus aviar, dijo Katz.
Después de que los científicos secuenciaran el ADN del nuevo coronavirus que causa el actual brote mundial, los investigadores del Migal coincidieron en que el coronavirus de las aves de corral tiene una gran similitud genética con la variante humana, además de que utiliza el mismo mecanismo de infección, lo que aumenta la probabilidad de conseguir una vacuna humana eficaz en un período de tiempo muy corto, señaló el David Zigdon, gerente del laboratorio.
“Todo lo que tenemos que hacer es ajustar el sistema a la nueva secuencia”.
“Estamos en medio de este proceso, y con suerte en una semana tendremos la vacuna en nuestras manos”.
Una vez desarrollada la vacuna ésta tiene que pasar un proceso regulatorio, que incluye ensayos clínicos y producción a gran escala. Será una vacuna oral, lo que la hará particularmente accesible al público en general, dijo Zigdon.
“Actualmente estamos en intensas discusiones con socios potenciales que pueden ayudar a acelerar la fase de ensayos en humanos y acelerar la finalización del desarrollo del producto final y las actividades regulatorias”,
añadió.