Hablemos: La violencia doméstica es un mal que afecta a muchas latinas
En el tejido social de Estados Unidos, la comunidad latina enfrenta una sombra oscura y desgarradora: la violencia doméstica. Se trata de un flagelo que se ha arraigado profundamente, convirtiéndose en una epidemia silenciosa que atormenta a un alarmante número de mujeres. A pesar de las leyes diseñadas para protegerlas, los expertos señalan que la falta de información y otros factores contribuyen a mantener a las víctimas en un silencio angustioso.
Una epidemia enmascarada
Según las estadísticas, al menos una de cada tres mujeres latinas en Estados Unidos es víctima de violencia doméstica. Esta realidad es desgarradora y requiere una atención urgente. Sin embargo, lo que hace que esta epidemia sea aún más devastadora es su naturaleza clandestina. Las mujeres latinas que sufren en silencio a menudo enfrentan una serie de obstáculos que les impiden buscar ayuda y escapar del ciclo de abuso.
La violencia doméstica, además de ocurrir en forma física, también puede ser emocional, con amenazas e intimidación, o financiero a través del control del dinero.
Las Barreras para buscar ayuda
Una de las barreras más significativas que enfrentan las mujeres latinas es la falta de información sobre los recursos disponibles y sus derechos legales en Estados Unidos. Muchas de estas mujeres pueden estar menos familiarizadas con el sistema legal y las organizaciones de apoyo debido a diferencias culturales, barreras idiomáticas o miedo a las repercusiones dentro de sus comunidades.
Además, el temor a la deportación, especialmente en un clima político incierto, paraliza a muchas mujeres latinas, impidiéndoles buscar ayuda. El miedo a la separación de sus familias o a represalias por parte de sus agresores puede llevarlas a permanecer en situaciones peligrosas en lugar de buscar seguridad.
Consejos para salir de la violencia doméstica
La violencia doméstica es un flagelo que puede dejar profundas marcas en todos los aspectos de la vida de quienes la sufren. Desde el cuerpo hasta la autoestima, las emociones y la sexualidad, sus efectos pueden ser devastadores y duraderos. Sin embargo, es importante recordar que nadie merece vivir con miedo o ser objeto de maltrato. Si te encuentras en una situación de abuso en tu relación de pareja, es crucial que sepas que mereces y puedes tener algo mejor. Aquí te ofrecemos algunos consejos para dar el primer paso hacia una vida libre de violencia:
1. Reconoce la existencia del abuso
El primer paso para liberarte del ciclo de la violencia es reconocer que estás siendo maltratada. Es común minimizar el abuso o justificarlo, pero es importante entender que la violencia puede manifestarse de diversas formas: verbal, sexual, económica, emocional, entre otras. No esperes a que la situación empeore o a que haya un episodio de violencia física para tomar acción. Los abusadores suelen disculparse y mostrar arrepentimiento después de una agresión, pero esto no significa que vayan a cambiar. Reconoce la realidad de tu situación y busca ayuda.
2. Protege tu privacidad
Salir de una relación abusiva puede ser peligroso, ya que el agresor podría tomar represalias. Es fundamental proteger tu privacidad y seguridad durante este proceso. Al buscar ayuda o huir, considera las siguientes medidas para evitar que tu pareja pueda rastrearte o interferir en tus acciones:
- Utiliza un teléfono con cable al pedir ayuda, ya que son más difíciles de intervenir.
- Llama por cobro revertido o con una tarjeta prepaga para evitar que tu llamada quede registrada.
- Apaga el GPS de tu móvil o deja el dispositivo atrás al escapar.
- Si es posible, consigue un nuevo teléfono móvil y mantenlo en secreto.
3. Alista un plan financiero
El aspecto financiero puede ser un factor que te retenga en una relación abusiva. Prepararte financieramente puede facilitar el proceso de dejar atrás el maltrato.
Considera las siguientes acciones:
- Haz copias de documentos importantes, como extractos bancarios, partidas de nacimiento y pólizas de seguro, y guárdalos en un lugar seguro.
- Establece una casilla de correo fuera de tu domicilio para recibir correspondencia de manera segura.
- Abre una nueva cuenta bancaria en una institución diferente y comienza a ahorrar para tu independencia económica.
- Busca asesoramiento financiero en organizaciones especializadas en violencia doméstica.
4. Busca refugio
Si no tienes un lugar seguro donde quedarte al escapar de tu agresor, busca protección en un refugio para mujeres. Estos lugares ofrecen un entorno seguro y apoyo emocional sin la obligación de revelar información personal.
5. Cura tus cicatrices
Después de vivir violencia en la pareja, es importante sanar las heridas emocionales. Busca apoyo en la consejería, terapia o grupos de apoyo para sobrevivientes de violencia doméstica. Aprender a construir relaciones nuevas y saludables es fundamental para tu recuperación.
Recuerda que dar el primer paso para salir de una relación abusiva puede ser difícil, pero es el primer paso hacia una vida mejor y libre de violencia. “Nadie merece vivir con miedo en su propia casa».
Recursos de Ayuda:
Línea Nacional de Violencia Doméstica
Horario: 24/7. Idiomas: Inglés, español y 200 idiomas más a través de intérpretes.
800-799-7233
Como invitada especial para este artículo estuvo Soraya Alcalá (@sorayaalcala) / Multimedia Journalist |Syndicated Columnist – Human Rights Consultants – Mental Health First Aid – Domestic Violence Advocacy – Creadora y Coordinadora del programa A.M.O.R.
A.M.O.R. es un programa copyright de empoderamiento basado en la autoestima, adaptado a las necesidades de cada persona, organización, empresa, escuelas, instructores, familias y mentores.