El mundo de sueños hechos realidad de Sergio ‘Woosy’ Muñoz
Esta entrevista forma parte de las alianzas de la Red Hispana con aliados que comparten con nosotros contenidos editoriales que tiene como objetivo elevar la calidad de vida de la comunidad latina.
Se llama Sergio Muñoz Azuela. Es de Torreón, Coahuila y tiene una historia fascinante. A sus 38 años, Woosy, como también se le conoce, ha encontrado lo más importante que puede haber en la vida: el equilibrio.
Conversamos con él para conocerlo a fondo. Sabíamos que producía contenidos educativos para niños. Que tiene un podcast muy exitoso, y que además está experimentando en el mundo de los documentales. Pero queríamos saber qué más había detrás de este “influencer” famoso. Lo que encontramos fue una muy agradable sorpresa.
Pocos se imaginarían que detrás de este joven de sonrisa amable hay una larga experiencia en el mundo de la moda. Que experimentó en Los Ángeles con una línea de ropa y que durante años su mundo fueron telas, costuras, fábricas, proveedores y mercadotecnia.
Aprovechó el hecho de que en su ciudad natal se producía mezclilla para las principales marcas del mundo, para introducirse al mundo de la ropa.
“Me fue muy bien y cuando menos me di cuenta, estaba produciendo mi propia marca de ropa, y sentía que el éxito me había alcanzado”.
Pero hoy que mira atrás, sabe que ese mundo, que le dejó grandes experiencias y conocimientos, lo había alejado del sueño que había albergado desde que era un jovencito: hacer música y vivir de ella.
El mundo a sus pies
Torreón es una ciudad relativamente chica y conservadora, por lo que el deseo de Muñoz era conocer el mundo. Así llegó a Los Ángeles y se involucró de lleno en la moda. Muñoz se sentía feliz viajando a países como Turquía, Italia, Vietnam, Perú o China. Pero, sobre todo, aprendiendo de las diferencias culturales.
“En Turquía, recuerdo que la gente me parecía muy hosca, y en algunos casos hasta mal educada, y me sentía molesto, hasta que entendí que a pesar de las diferencias en el fondo es gente que tiene los mismos anhelos que uno”.
En Los Ángeles tuvo la sensación de que los sueños eran posibles. “Era increíble imaginar una idea, y con el tiempo verla realizada en un producto concreto”.
Pero el camino a lo que conocemos como éxito no es sencillo. Conforme aumentaba su producción de ropa, aumentaban los pedidos, pero también amentaba el capital en riesgo.
Entonces decidió que había llegado el momento de dar un giro y en lugar de estar involucrado directamente en la producción, se dedicaría a la asesoría aplicando todos los conocimientos que ya había aprendido.
Eran principios del 2018.
Se encontraba en pleno ascenso cuando irrumpió la pandemia como un ojo de huracán que paralizó al planeta.
Por azares del destino la pandemia lo tomó en los Emiratos Árabes Unidos, donde participó en la creación de un reloj inteligente con el que ese país monitoreaba la enfermedad.
Tiempo de reflexión
Y así como todo se paralizó, él mismo hizo un alto obligado en el camino.
“Me di cuenta de que mi vida iba pasando de un brinco a otro sin entender por qué. No te das un momento para cuestionar lo que estás haciendo”.
Y entonces la realidad lo puso en su sitio. La primera parte de la pandemia la había pasado relativamente bien por el proyecto del reloj inteligente. Pero los trabajos se acabaron y era necesario repensar la vida.
“Fue un momento de retraernos y reencontrar por qué vamos hacia donde vamos y tratar de parar, y dejar de vivir en automático”.
Muñoz es una persona cálida y con una sonrisa que evidencia esa parte soñadora que lo empuja a tareas que para muchos son causas perdidas.
“Hice un examen de conciencia. Revisé detenidamente los últimos diez años de mi vida y lo que encontré no me gusto”, dice muy serio.
Qué fue lo que encontraste, le pregunto.
“Qué estaba perdido. Que me había alejado de mis sueños. Es cierto que había sentido la felicidad de hacer lo que quería, había viajado, había experimentado lo que se considera el éxito, pero sentía un hueco que no lo cubría nada”.
Y entonces retoma sus orígenes y crea Woosy, una plataforma para niños que busca educar mediante el entretenimiento, con contenidos tanto de historia, astronomía, personajes interesantes, además de cursos de pintura, yoga, cocina, animaciones, fotografía, robótica, entre otras actividades divertidas para los menores de 4 a 8 años.
Y decimos que retoma, porque desde los 17 años, creo una revista infantil con ese mismo objetivo.
“Tenemos un departamento de animación donde producimos caricaturas, contamos pasajes o partes de la vida de personajes».
La plataforma busca motivar el desarrollo integral del niño: sus emociones, su intelecto, sus habilidades psicomotrices y su salud. Para ello, se diseñó esta aplicación que apoya y acompaña a los papás en su tarea como formadores, una opción de contenidos articulados para reforzar su trabajo diario en casa.
Y así nace el podcast. “La verdad es que el podcast era sólo una herramienta para promover los contenidos de Woosy, en donde hablábamos de los personajes que invitábamos a los talleres”.
Pero se fue popularizando y adquiriendo una fuerza que ni el mismo entendía por qué.
Woosy es un proyecto que lo enamora. “Creo mucho en los niños y me gusta esa edad, porque creen todavía en la magia”.
Pero es una persona inquieta por naturaleza.
Recientemente dio a conocer su última producción, en la que se introduce en el mundo del documental al exponer la vida de Gregory, un inmigrante venezolano que en su trayecto por México cae del tren y pierde sus dos piernas.
“Me siento muy satisfecho por lo que hemos hecho, y se que el dinero siempre es una limitante, pero cuando ves el resultado, te dan ganas de seguir haciendo lo que haces”.
Cómo te ves en el futuro, le pregunto.
“Me veo haciendo lo que me gusta, no se cuanto pueda durar la vida, pero la forma más fácil de vivirla es tratando de que cada paso que des sea para tu crecimiento sin importar como te perciban los demás”.
¿Y tu consejo a los demás?
“La monotonía es la peor enfermedad. Hay que reinventarse cuantas veces sea necesario, todos los días. De eso se trata la vida”.
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