Crece la lista de solicitudes para prohibir libros en Estados Unidos
La lectura es quizá uno de los hábitos más promovidos en el mundo entero. De hecho, la publicación de libros se ha disparado a medida que la diversidad de ideas ha crecido. Es por eso que sorprende que mientras la mayoría de los países promueve la lectura, en Estados Unidos está creciendo la lista de libros prohibidos.
A unos días de que se celebre el Día Internacional del Libro, que se lleva a cabo el 2 de abril, la Asociación de Bibliotecas de Estados Unidos (ALA por sus siglas en inglés), reportaron que los vetos contra ciertos libros se dispararon el año pasado en todo el país.
En total son 4.240 obras las que fueron objeto de solicitudes de retirada en bibliotecas públicas y escolares en 2023, señaló la ALA la semana pasada, un incremento considerable desde el récord anterior de 2.571 títulos en 2022, y la cifra más alta desde que la asociación empezó a documentar esos intentos de prohibición hace más de 20 años.
Igual que en los años anteriores, los libros más afectados fueron los que abordan temáticas relacionadas con la diversidad sexual o problemas raciales. El 47 por ciento de los intentos de prohibición están relacionados con esos dos temas.
Los esfuerzos por censurar docenas o incluso cientos de libros han aumentado en estados como Florida y Texas, en un reflejo de la influencia de organizaciones como Moms for Liberty y sitios web como Book Looks y Rated Books.
Libros prohibidos
“Cada petición de prohibir un libro es una petición de negar el derecho constitucional de cada persona de elegir y leer libros que plantean temas importantes e impulsar las voces de los que a menudo se ven silenciados”, dijo en un comunicado Deborah Caldwell-Stone, directora de la Oficina de Libertad Intelectual de la ALA.
Caldwell-Stone dijo estar especialmente preocupada por el incremento de las reclamaciones en bibliotecas públicas, que ahora suponen el 40% de las peticiones, más del doble que en 2022.
“Antes oíamos que cuando se eliminaba un libro de una biblioteca escolar, el niño aún podía conseguirlo en la biblioteca local”, dijo. “Ahora vemos que los mismos grupos están pidiendo que se eliminen los libros de las bibliotecas públicas”.
La asociación publicará el mes próximo su lista anual de libros más impugnados. La novela gráfica biográfica “Gender Queer” de Maia Kobabe ha liderado la lista los dos últimos años, seguida de otras publicaciones criticadas como “Lawn Boy”, de Jonathan Evison; “TheAbsolutely True Diary of a Part-Time Indian”, de Sherman Alexie, y “The Bluest Eye”, de la premio nobel Tony Morrison.
Las cifras de ALA se basan en noticias en medios y reportes enviados por bibliotecarios. La asociación cree que muchas peticiones quedan sin registrar, o que algunos libros son retirados por los bibliotecarios en previsión de las protestas.
Eloisa, una estudiante de High School de Los Angeles, que prefirió no dar a conocer su apellido, dijo que los libros no deberían prohibirse, ya que es el lector el que después de haber leído el contenido, debe pensar y decidir si está de acuerdo o no con el contenido. “No entiendo porque los adultos consideran que sólo ellos pueden decidir lo que está bien y lo que está mal. Quiero ser yo misma la que decida si estoy de acuerdo o no”.