¿Cómo enseñarle la humildad a los más pequeños?
La humildad ayuda a construir vínculos sociales saludables. Poder enseñarle a nuestros hijos el valor de la humildad desde temprana edad les permitirá construir su personalidad conociendo tanto sus fortalezas como debilidades, y aceptarlas para poder crecer y construir en base a eso.
Tener el valor de la humildad es fundamental para que los vínculos sociales de un apersona sean saludables y se retroalimenten a través de las experiencias vividas.
En la actualidad el rol de los padres se encuentra de cierto modo limitado por la realidad digital que los niños viven, pues conectan y generan nuevos vínculos sociales por medio de las redes sociales, las redes de lo inmediato y de lo visual. De más está decir que traspasar esta barrera de lo digital no es tarea sencilla, pero no por ello hemos de darnos por vencidos, y más cuando de la crianza se trata.
La humildad crea jóvenes seguros
Poder educar niños humildes y empáticos permite crear jóvenes con una identidad segura, sin arrogancia ni exceso de autocrítica, con mentalidad abierta a lo nuevo, a lo desconocido, a lo que se presenta como una oportunidad para aprender y crecer a nivel personal y social, pues un joven con humildad tiene la capacidad de ver a los demás y tratarlos con el mismo valor que lo hacen con ellos mismos y con sus seres más queridos. Todos valen exactamente lo mismo y merecen ser respetados de igual más allá de las circunstancias de vida de cada uno.
Comenzando con el ejemplo de los padres
Cuando de enseñar valores se trata, el ejemplo es el mejor maestro. Y verás que la humildad de los más pequeños se va formando a medida que crecen y observan su entorno apreciando la humildad en las personas que lo rodean, sobre todo en el seno familiar.
¿Cómo le enseño la humildad a mi pequeño?
Si bien no hay un camino identificado y concreto para enseñarle la humildad a los más pequeños, sí se podría decir que este valor va de la mano del propósito. Existen ciertas actividades que fomentan y disparan el concepto y la sensación de humildad, por ejemplo:
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El asombro por la naturaleza
La percepción como ser humano ante la inmensidad de un paisaje natural.En muchas ocasiones, la inmensidad del mar, de las montañas, de un río, permite tomar cierta dimensión de uno sobre la tierra. De cuán insignificantes somos ante tan enorme planeta. Capaz de pequeños el concepto final no se capta por completo, pero sí se percibe.
Por ello asistir a lugares donde la naturaleza se hace presente de manera omnipotente, o incluso viendo imágenes del Universo, ayudan a tomar dimensión y construir desde otro lado la humildad.
El camino como padres es también un camino de aprendizaje y autoconocimiento, y es cierto que muchas veces te podrás encontrar aprendiendo junto a tu hijo. Recuerda que criar niños empáticos, generosos, y con humildad, será educar jóvenes más seguros en sí mismos. A veces el conocimiento se encuentra en actos y momentos muy pequeños, como observar el firmamento de noche, con su manto de estrellas y comprender cuán pequeños somos en esta enorme galaxia…
“Criando niños valientes y cariñosos” es una iniciativa del Greater Good Science Center para ayudar a cerrar la brecha entre la investigación y la vida cotidiana de los padres, brindando herramientas para la crianza de niños que tratan a los demás con compasión y respeto.