Cómo brindar apoyo efectivo a madres con depresión posparto
Por: Dra. Luz Towns-Miranda
Apoyar a las madres después del parto es fundamental, ya que una de cada ocho madres sufre síntomas de depresión postparto. En algunos casos, la condición es tan grave que las madres afectadas no sobreviven el primer año después de tener su bebé.
Actualmente se está estudiando un medicamento para tratar particularmente la depresión postparto. Este medicamento ha demostrado ser efectivo y podría estar disponible en el mercado dentro de un año. Pero mientras tanto, e incluso después de que finalmente se apruebe este fármaco, las madres deben continuar recibiendo el apoyo de familiares, amistades, proveedores médicos, y otros recursos de la comunidad.
Comprendiendo los síntomas de la depresión posparto
Los síntomas de la depresión postparto a menudo se malinterpretan y pueden ser mal diagnosticados. Algunas mujeres los describen como “tristeza postparto” (Baby Blues en inglés) o una sensación de “decepción” después de haber estado embarazada. Los síntomas incluyen tristeza persistente, ansiedad, irritabilidad, no querer tener contacto con su bebé, y tener dificultad para conectarse con el bebé. Las mujeres afectadas también podrían experimentar dudas sobre su capacidad para cuidar al bebé, sentimientos de culpa e inutilidad acerca de cómo se sienten, y de su “incapacidad” para relacionarse con su recién nacido.
Los síntomas podrían manifestarse en todos los aspectos de la vida, incluyendo la pérdida de interés en todo, cansancio, agotamiento, dificultad para concentrarse, dificultad para dormir y cambios de peso. Estos síntomas, a menudo asociados con la depresión general, también podrían provocar un aumento o disminución del apetito, y pensamientos de suicidio, muerte, y temor en la madre de que ella misma podría lastimar a su bebé. Otros síntomas podrían incluir sentimientos de inquietud, y dolores y molestias físicas que no tienen una causa física clara o que no se alivian incluso con tratamientos.
La importancia de pedir ayuda
Mantener contacto con su obstetra y ginecólogo, y con el pediatra (¡incluso si las cosas van supuestamente bien!) es esencial para que las mujeres identifiquen y superen cualquier posible episodio de depresión postparto. También es vital contar con una red de apoyo de amigos, familiares, otras madres, y médicos de familia, a quienes las mujeres afectadas podrían acudir en busca de recursos de apoyo maternal en la comunidad y quienes las rodean. Hay programas como enfermeras visitantes, trabajadores sociales y recursos de manutención infantil que también pueden marcar la diferencia.
Al brindar apoyo, es importante además que la familia y los amigos noten cuándo la nueva madre está teniendo dificultad “conectándose” con su bebé, y encontrando regocijo en el reconocimiento de su nueva criatura. Esta es una de las señales de alerta más grandes, cuando una nueva madre necesita nuestro apoyo y asistencia.