Doctora Isabel: ¿Qué hacer ante la presión social por casarse y tener hijos?
Carta de una radioescucha: Querida Dra. Isabel, le escribo porque ya no sé qué hacer con tanta presión que siento a mi alrededor. Tengo 33 años, soy soltera, y últimamente mi familia y amigos no dejan de decirme que ya “es hora” de que me case y tenga hijos. Me dicen cosas como que “se me está pasando el tiempo”, “te vas a quedar para vestir santos” y que “debería pensar en formar una familia”.
La verdad, yo sí quiero enamorarme y tener una relación bonita, pero no quiero hacerlo solo por miedo a quedarme sola. Lo que pasa es que cada vez que estoy en una reunión familiar o con amigos, me siento como el tema de conversación, y siempre terminan hablando de mi vida amorosa. No me siento cómoda, me siento fuera de lugar y me están volviendo loca con el tema.
Toda esta situación me tiene muy mal. Ahora hasta empiezo a dudar si tienen razón, si estaré haciendo algo mal o si estoy pidiendo demasiado. Siento una presión muy fuerte de encontrar a alguien y “cumplir” con lo que esperan de mí, aunque sé que en el fondo no quiero apresurarme ni tomar decisiones solo para darles gusto.
Dra. Isabel, ¿cómo puedo manejar esta presión sin perder lo que realmente quiero para mí? Me cuesta poner límites sin sentir que estoy decepcionando a los demás o perdiendo algo importante. Necesito su consejo para poder vivir a mi ritmo y sin tantas dudas.
Le agradezco mucho cualquier consejo que pueda darme. Ya no sé cómo manejar esta situación sin perder mi paz.
Gracias de corazón,
Ana
La presión social por casarse y tener hijos es una realidad a la que muchas personas se enfrentan, especialmente cuando alcanzan una edad en la que familiares y amigos esperan que “sienten cabeza”. Aunque estas expectativas pueden provenir de buenas intenciones, pueden generar incomodidad y ansiedad en quienes no consideran que estos pasos sean parte de su plan de vida o simplemente no sienten que sea el momento adecuado. Este artículo explora cómo lidiar con estas presiones y encontrar el equilibrio entre las expectativas sociales y el propio bienestar.
Entendiendo la presión social
Desde una edad temprana, la sociedad impone ciertos modelos de vida que consideran el matrimonio y la formación de una familia como logros esperados. Esto está particularmente presente en culturas donde la estabilidad emocional y económica se asocia con el matrimonio y los hijos. Sin embargo, hoy en día, cada vez más personas deciden posponer o incluso prescindir de estas etapas, priorizando su desarrollo personal, profesional o, simplemente, eligiendo otros caminos.
La presión puede provenir de comentarios bienintencionados o directos de familiares y amigos, preguntas repetitivas sobre el estado de la relación o la constante comparación con otros amigos o familiares que ya han formado una familia.
¿Qué efectos tiene la presión social por casarse?
En general, la presión social provoca ansiedad cuando la influencia que estamos percibiendo va en contra de nuestra realidad actual, o creencias y valores. Esto es porque no nos gusta sentir que no encajamos en nuestro entorno. Al final, de forma biológica, somos seres sociales que necesitamos por instinto básico compañía, cariño y apoyo.
En ese sentido, la presión social por casarse no es una excepción. Además de provocarnos ansiedad, nos genera sensación de fracaso, porque nuestras propias expectativas son dictadas por el convencionalismo social: deberíamos tener pareja y casarnos para poder estar “completo/a”. Es lo que se espera de nosotros en la sociedad.
Por eso, también nos crea percepción de inutilidad, ya que empezamos a pensar que si no somos capaces de tener pareja estable y poder casarnos, es decir, “lo que todo el mundo hace y lo que es habitual”, es porque algo estamos haciendo mal o hay algo malo en nosotros.
No solo eso, sino que también nos provoca un sentimiento de soledad. Tanto por el hecho de ser a lo mejor de las únicas personas de nuestro entorno que aún no se ha casado, como por el propio deseo que nos ha generado el convencionalismo de tener pareja estable y casarnos.
¿Pero esto es realmente lo que queremos? ¿O nos estamos dejando influir por nuestro entorno y por el convencionalismo? Realmente es difícil responder a estas preguntas, porque nuestra personalidad, valores y aspiraciones dependen de cómo nos hemos relacionado con nuestro entorno, es decir, en parte se han formado gracias a las opiniones de los demás.
Estrategias para manejar la presión social
La presión por casarse y tener hijos es una realidad en muchas culturas, pero las expectativas sociales no deben definir el curso de tu vida. Es importante reconocer que cada persona tiene su propio ritmo y sus propios deseos, y que tus decisiones deben reflejar lo que verdaderamente deseas para ti. Al enfrentarte a la presión externa con límites claros y confianza en tu propio camino, puedes vivir una vida auténtica y satisfactoria, independientemente de lo que otros esperen de ti.
Definir tus prioridades y metas: Lo primero es tener claridad sobre tus propios deseos y objetivos. Reflexiona sobre si realmente deseas casarte o tener hijos en un futuro o si son expectativas impuestas por el entorno. Definir tus prioridades personales te ayudará a mantenerte firme en tus decisiones sin sentirte obligado a complacer a los demás.
Establecer límites en las c+onversaciones: Es normal que amigos y familiares hagan preguntas o hagan comentarios sobre el matrimonio y los hijos, pero si estos se vuelven invasivos o incómodos, establece límites amablemente. Puedes decir algo como: “Aprecio tu interés, pero en este momento prefiero concentrarme en otros aspectos de mi vida.” Al establecer límites, ayudas a los demás a entender que tu situación personal no es un tema abierto para la discusión.
Buscar apoyo en personas con experiencias similares: Hablar con personas que están en una situación similar puede brindarte alivio y perspectiva. Quizás tienes amigos o compañeros que también enfrentan esta presión y pueden compartir contigo sus experiencias y estrategias para sobrellevarla.
Practicar el autocuidado y la aceptación personal: La presión social puede ser agotadora y, a veces, puede hacerte dudar de tus propias decisiones. Realizar actividades que disfrutes, como el ejercicio, la meditación, la lectura o cualquier actividad recreativa, te ayudará a reducir el estrés y a mantener una actitud positiva. Aceptar que tus decisiones de vida son válidas, independientemente de lo que piensen los demás, es fundamental para tu bienestar emocional.
Confiar en tu tiempo y proceso personal: No existe una “edad ideal” o un momento perfecto para casarse o tener hijos. Cada persona tiene su propio tiempo y proceso de vida. Recuerda que estas decisiones, si decides tomarlas, deben surgir de un deseo auténtico y no como resultado de la presión de cumplir expectativas ajenas.
Responder con asertividad a las expectativas sociales: Si te sientes cómodo, puedes responder de manera honesta y respetuosa a quienes presionan. Explicar que estás tomando decisiones que se alinean con tus valores y deseos personales puede ayudar a los demás a entender mejor tu perspectiva. Si no estás listo para compartir tus razones, una respuesta simple y directa como “Estoy feliz con mi vida en este momento” también es válida.
Visualizar una vida auténtica: Imagina una vida en la que tus decisiones se basen únicamente en tus deseos y valores personales. Visualizar un futuro donde vives de acuerdo a tu autenticidad y sin presiones externas puede ayudarte a reducir el estrés y fortalecer tus convicciones.
La Importancia de seguir tu propio camino: Elegir cuándo y si quieres casarte o tener hijos es una decisión profundamente personal. Tomar estos pasos por presión puede llevar a situaciones de arrepentimiento o insatisfacción. Es fundamental recordar que vivir de acuerdo a las expectativas ajenas puede afectar la felicidad y el bienestar a largo plazo. Al elegir seguir tu propio camino, puedes construir una vida más satisfactoria y en armonía con quien realmente eres.
Escucha a la Doctora Isabel en su programa de psicología y salud mental, todos los jueves a las 11AM Este | 10AM Centro | 9AM Montaña | 8AM Pacífico. Respondemos GRATIS y en vivo tus preguntas a través de Facebook Live en La Red Hispana.