
La responsabilidad de pagar impuestos
Cada año, millones de personas en Estados Unidos cumplen con su deber de pagar impuestos, contribuyendo al financiamiento de servicios esenciales como la educación, la salud, la infraestructura y la seguridad pública.
A pesar de ello, persiste la idea equivocada de que los inmigrantes indocumentados no pagan impuestos o que no tienen razones para hacerlo.
La verdad es otra: muchos inmigrantes sin estatus legal aportan miles de millones de dólares al sistema tributario, y hacerlo puede traerles beneficios importantes tanto a ellos como a sus familias.
En Estados Unidos, la ley establece que cualquier persona que genere ingresos, sin importar su estatus migratorio, debe pagar impuestos.
Para quienes no tienen un número de Seguro Social, el Servicio Interno de Rentas (IRS, por sus siglas en inglés) ofrece el Número de Identificación Personal del Contribuyente (ITIN), una herramienta que les permite presentar declaraciones de impuestos sin temor a ser reportados a las autoridades migratorias, ya que la información fiscal es confidencial.
Cumplir con esta obligación no solo es un requisito legal, sino que también refleja buen carácter moral, un elemento clave en los procesos migratorios.
En caso de una futura reforma migratoria o una oportunidad de regularizar su situación, el historial de pago de impuestos puede ser un factor positivo en solicitudes de residencia o ciudadanía.
Si bien los inmigrantes indocumentados no tienen acceso a ciertos programas federales, sí pueden beneficiarse de algunos créditos fiscales, como el Crédito Tributario por Hijos (Child Tax Credit), siempre que sus hijos cuenten con un número de Seguro Social.
Además, declarar impuestos ayuda a demostrar estabilidad económica, lo que puede facilitar la obtención de préstamos, la compra de una vivienda o el inicio de un negocio.
Los impuestos que todos pagamos sostienen escuelas, hospitales, carreteras y otros servicios esenciales que fortalecen nuestras comunidades. Es importante recordar que muchos inmigrantes tienen hijos ciudadanos estadounidenses que dependen de estos servicios.
Presentar declaraciones de impuestos anualmente también sirve como prueba del tiempo vivido en Estados Unidos, lo que puede ser útil en futuros procesos migratorios o en solicitudes de residencia.
Por otro lado, no pagar impuestos puede generar sanciones económicas e incluso problemas legales. Cumplir con esta responsabilidad evita dificultades con el IRS, que podrían afectar oportunidades futuras en el país.
Sin importar el estatus migratorio, pagar impuestos a más tardar el 15 de abril es una muestra de responsabilidad y compromiso. Como miembros de la sociedad, todos jugamos un papel en su desarrollo, y los impuestos son una de las formas más directas de contribuir a ese progreso.