¿Te comes las uñas? ¡No creerás las terribles consecuencias de este tic!
El hábito de comerse las uñas es de los más comunes entre mujeres, hombres y también niños.
Según los especialistas, aquellos que se muerde las uñas lo hacen para aliviar la ansiedad o la tensión nerviosa, sin saber que están poniendo en riesgo las propias uñas, los dedos y los dientes. Incluso en algunos casos morderse las uñas se convierte en un hábito en momentos de aburrimiento.
¿Cuáles son las consecuencias de morderse las uñas?
- Comerse las uñas en exceso impedirán que crezcan de manera correcta con el paso del tiempo.
- Lesiones en su contorno, debajo de la cutícula, la fina línea de piel que protege la zona que rodea el interior de la uña (la denominada zona periungueal).
- Inflamación en la zona que rodea las uñas.
- Los dedos tienden a llenarse de heridas, sobre todo cuando la ansiedad lleva a comerse las uñas y la piel de los dedos.
- Los dientes se desgastan y el gesto continuo dañará el esmalte dental, incluso puede provocar daños en arreglos de dientes anteriores.
- Mayor riesgo de proliferación de bacterias, virus u hongos en los dedos y en la boca. Las infecciones por virus pueden incluir el papiloma y provocar la aparición de verrugas.
¿Cómo evitar el acto de comerse de las uñas?
- Tomar conciencia e identificar las situaciones que provocan o estimulan tu hábito de morderte las uñas. Por ejemplo: Al estudiar, momentos de exámenes, leer libros, viendo la TV, frente al ordenador, discusiones y nerviosismo, etc.
- Es aconsejable adoptar algún ejercicio o terapia de relajación y contar con la ayuda de los demás para que nos llamen la atención cuando caigamos en este hábito.
- Realizar constantes autocríticas de la situación de tus uñas. Por ejemplo: tengo las uñas muy feas, tengo los dedos torcidos, es un sufrimiento y una vergüenza al verme mis dedos y mis uñas, cuando las dejo crecer me dan ansias de comérmelas y vuelvo a lo mismo, mis uñas me crecen horribles, etc.
- En el caso de los niños, no se trata de recriminar, sino de explicarles por qué deben dejar de morderse las uñas, así de este modo no arrastran el hábito a lo largo de su vida.
- Canaliza tu ansiedad hacia otros intereses. Si utilizas los mordimientos de tus uñas como escape para poder satisfacer tu ansiedad, debes buscar otros métodos constructivos para encauzarla. Aprende a desviar tu compulsión canalizando tu insatisfacción hacia intereses constructivos y creativos, salir a menudo de casa, ver cosas nuevas y amigos, pues de esta manera tendrás la posibilidad de soltar hacia fuera la agresividad o frustraciones que hay en ti.
Si estas en el proceso de dejar de lado este terrible hábito, no te des por vencido y aplica estos prácticos consejos mencionados arriba. Es probable que después de muchos años de morderte las uñas, éstas se encuentren debilitadas y frágiles, unta abundante crema de manos para regenerar la piel dañada a sus lados, y darle fuerza a las uñas para que crezcan fortalecidas y con el calcio necesario.