El tema del fin del mundo que cambia la vida y que aún no te enseñan en la escuela
Es Septiembre, y eso significa que millones de estudiantes universitarios regresan a clases después de un verano de enfocarse en asuntos más importantes como recuperar el sueño, pasar tiempo al aire libre… y preocuparse por el cambio climático.
Con pocas excepciones, los cursos universitarios no han estado haciendo un gran trabajo para preparar a los jóvenes a enfrentar los problemas del mundo real y las emociones relacionadas con el calentamiento global.
La profesora Jennifer Atkinson está a cargo de una de esas excepciones, un seminario en la Universidad de Washington, en Bothell, sobre “Eco-Aflicción y Ansiedad Climática.” Ella compara el curso con el “campo de entrenamiento”, preparando a los estudiantes para la larga y dura lucha por delante.” Su clase explora temas climáticos y ambientales a través de la literatura, la poesía, el cine y las artes. Como parte del currículo de invierno 2019, los estudiantes prepararon las respuestas del sombrío pronóstico de David Wallace-Wells sobre nuestro futuro climático en “La Tierra inhabitable” y organizaron experiencias al aire libre. Como último proyecto grupal, tuvieron que desarrollar una página de Internet, un manual o una propuesta de seminario sobre el cambio climático para ayudar a otros a enfrentar la “ira, el dolor y la desesperación que pueden surgir ante nuestra crisis ambiental.”
Cuando Atkinson ofreció el curso el año pasado, no estaba segura de si los estudiantes estarían interesados. Pero dos docenas se inscribieron, y después de que se corrió la voz acerca de la clase, cientos de mensajes, la mayoría de ellos de apoyo, inundaron la bandeja de entrada de Atkinson.
“Creo que deberíamos dedicar más atención [académica] al cambio climático”, dijo Atkinson a Grist. “Entender el cambio climático se ha convertido en una alfabetización básica que se necesita para entender todo lo demás en el siglo XXI.”
Nos gusta pensar en los académicos, especialmente a nivel universitario, como algunos de los defensores más elocuentes del cambio climático, debido a los HECHOS. Estamos viendo un agobiante calor récord; tormentas sin precedentes; y una “temporada de incendios” que arde durante todo el año. Pero si bien no hay escasez de evidencia científica que apoye que el calentamiento global sea (a) real, (b) causado por humanos, y (c) súper urgente en este momento, no todas las escuelas preparatorias y universidades parecen haber recibido el memorando, incluso cuando proviene de las ciencias.
Muchos egresados universitarios en ciencias dicen que el cambio climático no formaba parte de los planes de estudio requeridos en sus estudios preparatorios o universitarios, a pesar de que los investigadores habían alertado al público sobre su importancia desde los años ochenta. “No recuerdo haber hablado del tema en ninguna clase de química básica”, dijo Alex Tyson, quien se graduó de la Universidad de California en Berkeley en 2006 con una licenciatura en química. “Tomé una clase de química atmosférica como una materia optativa y aprendí un montón de detalles sobre el cambio climático … pero sólo había de 15 a 20 estudiantes en la clase.”
En Grist, hablamos con varias personas que estudiaron temas relacionados con el cambio climático, como biología, salud pública, ingeniería y ciencias agrícolas. Muchos dijeron que el cambio climático era opcional para aprender, sólo se cubría brevemente en clase, se presentaba para un debate, o no se mencionaba en absoluto (aunque los estudios de ciencias ambientales y ecología tendían a ser mejores que los de otras disciplinas científicas, al igual que las personas matriculadas en clases más recientemente). Aún así, dado que el Panel Intergubernamental sobre el Cambio Climático actualmente proyecta menos de 12 años para mitigar los peores efectos del calentamiento global, la educación científica se está rezagando.
De acuerdo con una encuesta reciente de la Radio Pública Nacional (NPR),
el 55 por ciento de los maestros no hablan del cambio climático ni siquiera comentan con sus alumnos al respecto durante el tiempo de clase. Pero la demanda está ahí: alrededor del 80 por ciento de los padres dijeron a NPR que deseaban que sus hijos recibieron información sobre el cambio climático en la escuela, y la gran mayoría de los maestros encuestados (86 por ciento) dijo que deseaban incluirlo en su plan de estudios. La razón más común entre los educadores de nivel K-12 para no abordar el cambio climático fue porque estaba “fuera de su área temática.”
Sin embargo, para los cursos universitarios de ciencias, ese razonamiento no se sostiene. Nuestra comprensión científica actual del calentamiento global y los impactos del cambio climático no son el dominio de un campo peculiar llamado “ciencia del clima.” La comunidad de la ciencia del clima está formada por investigadores de muchas disciplinas, incluyendo geología, astrofísica, oceanografía, ciencia atmosférica y humanidades. Entonces, ¿por qué no se ha enseñado tradicionalmente? Una parte de esto tiene que ver con el hecho de que muchos profesores no necesariamente recibieron esa información como parte de su propia formación de licenciatura, lo que les dejó una brecha de conocimiento.
En el año académico 2014-2015,
el Centro Nacional para la Educación en Ciencias e investigadores de la Universidad Estatal de Pennsylvania realizó una encuesta nacional rigurosa a los maestros de ciencias de escuelas públicas y les hizo una serie de preguntas detalladas sobre lo que saben y lo que enseñan, sobre el cambio climático. Cuando se les preguntó: “¿Qué proporción de los científicos del clima piensan que el calentamiento global es causado principalmente por actividades humanas?”, sólo el 40 por ciento de los maestros que respondieron eligió la respuesta correcta: 81 a 100 por ciento. No es sorprendente entonces que casi el 60 por ciento de los maestros informen que alientan a sus estudiantes a “debatir” las causas del cambio climático, a pesar de que el tema no es menos basado en evidencia que, por ejemplo, la fotosíntesis.
Pero eso puede estar empezando a cambiar.
A la luz de la creciente urgencia del cambio climático, algunos programas universitarios se han esforzado para mantenerse al día con la ciencia. En 2010, la Fundación Nacional de Ciencia lanzó el Programa de Alianza para la Educación sobre el Cambio Climático (CCEP), con el objetivo de asociarse con universidades líderes y educar a los estudiantes, maestros y al público sobre el cambio climático global y sus impactos. “En este momento el tema del cambio climático no está bien representado en los estándares nacionales y estatales de educación en ciencias”, dijo Jill Karsten, directora de programas de la National Science Foundation. “Queremos preparar a los individuos y a sus comunidades para que tomen sus propias decisiones basadas en la evidencia.”
Por ahora, depende de la mayoría de los profesores universitarios actualizar sus ofertas de cursos para incluir el estado actual del cambio climático.
En la Universidad de Washington, la profesora Jennifer Atkinson se inspiró para comenzar a ofrecer su curso de ansiedad climática después de más de una década de verlos batallar con las realidades deprimentes de nuestra crisis ecológica. Como miembro de la facultad de la Escuela de Artes y Ciencias Interdisciplinares, le gustaría ver el cambio climático incorporado en el currículo en muchas disciplinas diferentes, incluidas las humanidades. “El hecho de que estamos dejando las discusiones sobre el clima principalmente a las ciencias naturales es en sí mismo parte del problema”, dijo.
En la Universidad Berkeley de California, un grupo de profesores de varios departamentos también decidió adoptar un enfoque interdisciplinario para la educación climática. David D. Ackerly, un ecologista de bosques y plantas, Whendee L Silver, un científico de ecosistemaS, David L Sedlak, un ingeniero civil, y Steven A. Weissman, un abogado, idearon una clase sobre “El cambio climático y el futuro de California” que comenzaron a enseñar en 2016.
De acuerdo con Ackerly, los estudiantes recientemente informaron haber escuchado más sobre el cambio climático en sus otras clases “. De hecho, he visto críticas de estudiantes que dicen: “escuché sobre el cambio climático en todas las clases que tomo”, dijo Ackerly a Grist. “Esa es una buena noticia importante.”
Al igual que el seminario de Atkinson, la clase no es un requisito para la graduación, es lo que en la Universidad se denomina un “Curso de Grandes Ideas”, que es un programa especial de clases para estudiantes de cualquier especialidad, no solo de ciencias. “Estamos educando a los futuros votantes”, dice David D. Ackerly, el ecologista forestal que ayudó a planificar la clase. “Las personas en cualquier etapa de la vida se enfrentarán a los próximos 50 años con estos nuevos desafíos, y mientras más gente sepa, mejor podrán hacer su trabajo y llevar ese entendimiento a su trabajo.”
A pesar de que algunas universidades están tomando medidas para cambiar de rumbo, Atkinson dijo que descubrir las preocupaciones sobre el clima en la universidad puede ser demasiado tarde.
“Cuando los estudiantes llegan a la universidad y aprenden más sobre la inmensidad y la urgencia del problema, se indignan en saber que no fue una parte más importante de su educación secundaria o que no era una parte requerida del currículo, incluso como estudiantes universitarios”, dijo Atkinson.
Ellos experimentan ese fracaso como una “doble traición.” Primero, que heredaron esta colosal amenaza existencial de otras generaciones. En segundo lugar, estuvieron mucho tiempo en la oscuridad acerca de cuán serio es el problema, dándoles menos tiempo para descubrir cómo podemos confrontarlo.
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