¿Es cierto que las carnes magras también aumentan el colesterol?
Contrario a lo que muchos piensan, el consumo de carnes blancas, que suelen resultar más magras, también aumenta los valores del colesterol malo en sangre. Así pues el pollo, los pescados e incluso algunos cortes de carnes rojas que presentan menos contenido graso, si se las consume en cantidad, pueden provocar los mismos efectos negativos que cualquier otro tipo de carne.
Estudios evidencian que las carnes magras no son garantía de buena salud
Un estudio llevado a cabo por la Universidad de San Francisco, encontró que el consumo elevado de ambos tipos de carne genera un alto nivel de colesterol, muy superior al producido por el consumo de proteínas de origen vegetal.
En una nota de ADN Cuba, se profundiza acerca de este estudio que fue publicado en la revista científica American Journal of Clinical Nutrition, el cual fue realizado por científicos del Instituto de Investigación del Hospital Infantil de Oakland (CHORI).
Dicha investigación permitió identificar que las proteínas que no provienen de la carne, como la de los vegetales, los productos lácteos y legumbres, presentan un mejor beneficio para la salud en relación con el colesterol.
“Nuestros resultados indican que los consejos actuales para restringir la carne roja y no la blanca no deben basarse únicamente en sus efectos sobre el colesterol en la sangre. De hecho, otros efectos del consumo de carne roja podrían contribuir a la enfermedad cardíaca, y estos efectos deberían explorarse con más detalle en un esfuerzo por mejorar la salud.”
Declara Ronald Krauss, autor principal del estudio y director de Investigación en Arteriosclerosis del Instituto de Investigación del Hospital Infantil de Oakland (CHORI).
¿Cuál es la cantidad saludable de carnes que se debería ingerir?
Según el último informe elaborado por la Organización Mundial de la Salud, se recomienda consumir carnes rojas un máximo de una vez por semana.
Lo importante es no demonizar ningún alimento y llevar una dieta variada que contenga: proteínas (animal o vegetal), carbohidratos, cereales, vegetales y frutas.
Lo ideal es que nuestro plato sea siempre colorido.
Por ejemplo: mitad del plato vegetales (lechuga, zanahoria, coles, espinaca, apio, brócoli). Un cuarto de cereales, preferentemente integrales (arroz, quinoa, mijo). Un cuarto o tamaño de nuestra mano de proteína: carne rojas, pescado, pollo, huevos, o bien de origen vegetal pudiendo ser las legumbres (lentejas, garbanzos, porotos).
La cantidad y variedad dependerá del gasto calórico que cada uno lleve, por eso siempre se recomienda, si se desea bajar de peso u obtener mejoras en el organismo, asistir a un médico nutricionista para que elabore un plan de acuerdo a nuestras necesidades.
Ejemplos de platos saludables para la semana
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Una porción de carne (roja o blanca) + ensalada de zanahoria, huevo, tomate y arroz integral.
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Ensalada completa y fácil, ideal para el trabajo: una lata de atún al natural + una clara de huevo + espinaca + tomate + fideos integrales. Aderezo: medio avocado pisado con balsámico y mostaza.
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Opción vegetariana: omelette de 2 huevos con queso descremado + ensalada de lechuga, tomate, media palta, y una porción de legumbres a elección.
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Pollo con vegetales: trozar una pechuga de pollo y saltear con vegetales a elección (cebolla, puerro, pimiento, papas, por ejemplo). Condimentar con curry y pimienta. Acompañar con una ensalada verde a elección.