Un paso atrás
Por José López Zamorano
Para La Red Hispana
Es entendible que la decisión del presidente Donald Trump de abandonar el Acuerdo de Cambio Climático de Paris haya provocado un rechazo global, porque fue vista como un golpe bajo a un esfuerzo colectivo sin precedentes que literalmente unió a la humanidad en la misión de salvar al planeta.
Sólo Siria y Nicaragua son los únicos dos países del mundo que rehusaron firmar el acuerdo y, al menos en el caso del país centroamericano, su negativa obedeció a que considera que los compromisos de los países eran insuficientes ante la gravedad del problema del cambio climático.
Para agravar la percepción del gobierno de Estados Unidos como un paria ecológico, el propio presidente estadounidense no ha aclarado si considera que el calentamiento global es una realidad, o como lo ha sugerido desde la campaña presidencial, un cuento chino.
Es por ello lógico que las grandes naciones industrializadas –especialmente Alemania, Francia— no hayan tomado en serio la sugerencia de que su gobierno buscará renegociar los términos del pacto global y que Estados Unidos mantendrá sus políticas de protección al medio ambiente sin necesidad de seguir los dictados de un Acuerdo firmado en Paris.
La administración Obama se había comprometido a reducir la emisión de los gases que producen el efecto de invernadero en 26 por ciento para el año 2025 en relación con el nivel existente en 2005. Se trató sin embargo de un compromiso voluntario, no de una imposición multilateral.
Durante su anuncio en la Casa Blanca, el presidente dijo que había electo para representar a los residentes de Pittsburgh, no de Paris. La reacción de muchos estadounidenses no se hizo esperar.
Los gobernadores de California, Nueva York y Washington, así como decenas de alcaldes y organizaciones, coaligadas en una alianza encabezada por el ex alcalde neoyorquino Michael Bloomberg, dejaron en claro que ellos mantendrán sus compromisos para reducir la emisión de contaminantes independientemente de lo que haga el gobierno federal.
La creación y las metas de la alianza constituyen una hoja de ruta clara para quienes creemos que la protección del medio ambiente es una de las más altas prioridades para nuestra generación, especialmente para los hispanos que tenemos una inclinación natural por la causa ecológica.
Estados Unidos produce el 17 por ciento de los gases que general el efecto de invernadero y es el segundo país más contaminante del plantea después de China, así que quienes vivimos en este país tenemos una responsabilidad especial, no sólo retorica sino práctica, de hacer todo lo que podamos para reducir nuestra propia huella de contaminación día a día con cada una de nuestras acciones personales, con o sin acuerdo de Paris.