El chef mexicano que conquistó el corazón de Chicago

Nacido en Huitzico, Guerrero, en una familia con muy bajos recursos, Carlos Gaytán siguió sus sueños y con apenas 20 años decidió emprender su gran sueño americano destino a Chicago, Illinois.

Sus inicios en el Sheraton North Shore Hotel, donde comenzó trabajando en la despensa para luego ascender a cocinero, serían los primeros pasos en el mundo gastronómico del joven mexicano que lo llevarían en 2004 a convertirse en chef ejecutivo del restaurante Bistrot Margot. Allí, tuvo la gran oportunidad de ser aprendiz del reconocido chef Dominique Tougne.

Luego de varios años de trabajo, finalmente en 2008 llegó la oportunidad por la que Gaytán trabajó: abrir su propio restaurante, Mexique. Este sólo fue el comienzo de una gran y hermosa aventura que le depararía al joven. En la actualidad, su restaurante es de los lugares más comentados y recomendados de la escena gastronómica de Chicago. Tal es así que en 2010 fue nombrado mejor restaurante de la ciudad por la Chicago Magazine. Un año después, Carlos fue reconocido como el Chef del Año por la American Culinary Federation.

Lamentablemente, en 2012, Gaytán sufrió una crisis financiera que involucró severamente el negocio de su restaurante. Pero algo iluminó sus días oscuros y cuando pensó que la aventura se estaba terminando y su sueño apagando, recibió una estrella de la guía Michelin (fue el primer mexicano en conseguir la deseada insignia). Tras la mención, la gente empezó a llegar de todos lados y se reactivó su economía de manera exponencial. 

Gaytán se destaca por incorporar técnicas de la gastronomía francesa a los sabores de México y ofreciendo platillos realmente maravillosos y delicados.

El chef mexicano se destaca en Estados Unidos con lo que tanto ama y le apasiona: la gastronomía. 

En la actualidad, Carlos, regresó a México para abrir su propio restaurante “HA”, dentro del complejo del Hotel Xcaret, México. 

Definitivamente la historia de Carlos, inspira y nos mueve a seguir nuestros sueños y no darnos por vencidos aunque el camino se ponga oscuro y se esté en otro país. Con perseverancia, dedicación y
vocación, se puede salir adelante y concretar aquellos sueños que nos hacen volar bien alto.