La nueva política migratoria: Ningún migrante indocumentado está a salvo
Como se anticipaba, la administración del presidente Donald Trump ha intensificado sus acciones “dirigidas” de política migratoria con detenciones en ciudades como Chicago y repatriaciones en aviones militares.
La prioridad de las agencias migratorias como la Oficina de Inmigracion y Aduanas (ICE) son aquellos migrantes que representan un riesgo a la seguridad pública o a la seguridad nacional.
Estamos hablando, de acuerdo con las cifras del gobierno federal, de más de 400,000 migrantes con antecedentes criminales, incluidos unos 12,000 asesinos y 16,000 violadores.
La siguiente prioridad de las agencias migratorias serán más de un millón de migrantes con órdenes de deportación pendientes.
Pero el mensaje del nuevo zar para la frontera Tom Homan es muy claro: “Si estás en el país ilegalmente, tienes un problema”.
Las primeras acciones migratorias de agencias como ICE, el FBI, ATF, DEA y Marshalls resultaron en casi 1,200 detenciones en un lapso de 24 horas. De acuerdo con un funcionario federal, alrededor de la mitad eran personas con récord criminal.
Eso quiere decir que por lo menos 500 migrantes cayeron en las redes de las autoridades migratorias a pesar de que carecían de antecedentes criminales. A esas detenciones, Homan las llama “daño colateral”. Su recomendación a todos los migrantes: “Deben salir”.
La intención de la administración es clara. Ante la falta de dinero para ejecutar su ambicioso programa de deportaciones, las autoridades esperan que los migrantes se autodeporten.
De acuerdo con las estimaciones que Homan ha compartido con legisladores, se requieren al menos 80,000 millones de dólares urgentes para financiar unos 100,000 espacios de detención, toda vez que actualmente sólo hay 41,000.
La administración Trump tampoco tiene recursos para completar su proyecto de un muro en los casi 2,000 millas de la frontera entre Estados Unidos y México, y también los requiere para cumplir con su meta de más contracciones de agentes fronterizos.
El impacto de la nueva política migratoria está a la vista. Entre las comunidades migrantes existe temor, además de que se perpetúa un ambiente de desconfianza entre las comunidades inmigrantes y las instituciones públicas.
Muchas familias tienen miedo de buscar servicios esenciales, como atención médica o educación, por temor a exponerse al radar de las autoridades migratorias.
Las comunidades, los defensores de derechos humanos y los líderes locales deben estar unidas en pedir un trato justo y buscar soluciones que respeten la dignidad y los derechos de todos.
La migración es un fenómeno humano que requiere compasión y entendimiento. Una política migratoria de corte policiaco crea nuevos problemas: miedo, división y un debilitamiento de los valores fundamentales que deberían guiar a esta nación.
Hoy, más que nunca, es vital mantenerse informado, organizado y solidario para proteger a quienes más lo necesitan. Ningún ser humano debería vivir con el temor constante de perder todo por el simple hecho de buscar un futuro mejor.