¿Quiénes son los periodistas que hicieron renunciar a Richard Nixon?
A 50 años de haber protagonizado una de las más importantes investigaciones periodísticas de todos los tiempos, que resultó en la renuncia del entonces presidente Richard Nixon en 1974, los periodistas Bob Woodward y Carl Bernstein no pueden evitar comparar ese capítulo negro de la historia del país, con el riesgo que representa Donald Trump para el futuro de Estados Unidos.
A sus 79 y 78 años respectivamente, ni Woodward ni Bernstein han perdido la agudeza mental, ni el buen sentido del humor, ni la humildad: Los dos se dejan apapachar por los invitados, se toman fotos, firman copias de su libro clásico “All The President’s Men” como si fueran estrellas de Hollywood y muestran una preferencia por hablar con más pasión del futuro que del pasado.
“Subvertir una función legítima del gobierno es un delito… ¿Qué hay más necesario que certificar quién es el próximo presidente? El genio diabólico de Trump y sus asociados es que encontraron el punto débil del sistema”, dice Woodward. “Claramente, como dice Bob, Trump cometió un delito… Tenemos al primer presidente en la historia que ha intentado entablar y producir una insurrección”, coincide Bernstein.
Pero a diferencia de Nixon, que operaba en la oscuridad de los sótanos del poder, los dos periodistas no dejan de sorprenderse que Trump haya operado su fracasado intento de violentar el orden democrático de Estados Unidos mayormente “a la vista del público”.
El Post
Las elegantes instalaciones de The Washington Post, ubicadas sobre la avenida K de la capital, cerca, pero no muy cerca de la Casa Blanca, están adornadas con souvenirs del caso Watergate: La edición impresa del diario con la portada de la renuncia de Nixon, la cerradura que violaron los operadores republicanos en los cuarteles demócratas y que fue comprada por el actual dueño, Jeff Bezos de Amazon, en una subasta a un precio desconocido.
Es una exhibición pública que hace mérito al eslogan de un simple diario local que gracias a Watergate se convirtió en un modelo del periodismo contemporáneo internacional: “La democracia muere en la oscuridad”.
Y a 50 años de distancia, Woodward y Bernstein siguen siendo una pareja dispareja.
Woodward es formal y habla con la cadencia pausada de un predicador. Bernstein es informal e impetuoso. Woodward tiene un vestir y porte elegante. Bernstein usa saco y corbata pero rompe las reglas de la moda con unos tenis pardos como si viniera de correr en el parque.
A los invitados, algunos de ellos “millenials” que ingresaron al periodismo teniendo a los dos periodistas como fuente de inspiración, Woodward les comparte una pedazo de su filosofía personal que heredó de una nota que les escribió la entonces dueña del diario, Katherine Graham: “No se sientan muy grandes. Cuidado con la pomposidad del demonio”.
• Woodward y Bernstein inspiraron a una generación a seguir el periodismo
• Hispanic Communications Network, invitado al 50 aniversario de Watergate en The Washington Post.