
Consejos para padres solteros: ¡no hay que hacer el doble de trabajo!
La crianza de un hijo es una gran responsabilidad y aprendizaje al mismo tiempo para los padres… pues implica darle las mejores herramientas a los hijos para que puedan ir forjando poco a poco su camino con los valores y enseñanzas a cargo de sus padres.
Si la crianza es con sólo uno de los padres, debido a una separación o bien la pérdida del padre o la madre, puede implicar un desafío más grande ya que toda la responsabilidad recaerá en una única persona.
Tu estabilidad emocional será clave para que tu hijo pueda crecer en un ambiente saludable y constructivo en todo aspecto, y esto a veces se vuelve una tarea algo complicada pues todos podemos llegar a tener días donde el estrés, el cansancio o la ansiedad provocada por la rutina y las responsabilidades afloran e impiden conectar con el entorno, pero hay que aprender a lidiar con esas emociones de un modo que no afecte el bienestar emocional del niño.
Si eres un padre soltero, y estás criando a tu hijo solo, no es cuestión de hacer el doble de trabajo, si no de organizarte mejor. Ten en cuenta los siguientes consejos:
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Expresa amor a tu hijo y tu apoyo incondicional hacia las adversidades que pueda enfrentar acorde a su edad. Reserva un tiempo todos los días para jugar, leer o simplemente sentarte a conversar con él o ella.
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Arma una rutina. Tener una estructura (por ejemplo, horarios regulares programados para comer y acostarse) ayuda a que tu hijo sea ordenado y también será útil para ti, ya sea para llevar una alimentación saludable como también para dedicarle tiempo a los deberes escolares y de ocio del niño.
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Busca una opción confiable para el cuidado de los niños. Si necesitas que alguien cuide a tu hijo habitualmente, busca un cuidador capacitado que pueda estimularlo en un entorno seguro. No confíes el cuidado de los niños únicamente a un niño mayor.
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Pon límites. Explica las reglas de la casa y tus expectativas respecto del niño (por ejemplo, hablar de manera respetuosa) y exige que se cumplan.
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No te sientas culpable. No te culpes a ti mismo, ni malcríes a tu hijo para compensar el hecho de que tiene una familia monoparental. No hay nada de malo en esto, es simplemente una familia con una dinámica distinta y lo distinto no es malo, ni incorrecto.
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Cuídate. Incorpora la actividad física a tu rutina diaria, lleva una alimentación saludable y duerme bien. Organízate para hacer actividades solo o con amigos. Pasa tiempo de calidad a solas para volver recargado a tu hogar y por ende pasar tiempo de calidad con tu hijo.
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Pide ayuda si es necesario. Déjate ayudar. Organízate con otros padres para llevar los niños a la escuela.
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Mantente positivo. Si estás pasando un mal momento, puedes ser sincero con tu hijo, pero recuérdale que las cosas mejorarán.