La dificultad de hablar con los hijos: comunícate con ellos por su bien y por el tuyo
Por Hablar con los hijos puede ser un verdadero reto, no sólo por las múltiples ocupaciones que nosotros los padres tenemos, sino también por el carácter y la edad de ellos.
No se para ustedes, pero para mí, la adolescencia es una de las etapas más difíciles para comunicarse con mis hijos. La semana pasada que teníamos bastante tiempo libre, invité a mis tres hijos adolescentes a ir a desayunar: ¿Qué se les antoja?, les dije muy entusiasmado.
Parecía como si les hubiera comido la lengua los ratones, o peor aún, que su lenguaje se hubiera reducido a un gruñido y a un movimiento de hombros.
Claro, estoy exagerando, pero lo cierto es que los adultos responsables de una familia tenemos que hacer verdaderos esfuerzos para entablar una buena comunicación con nuestros hijos. De eso depende en gran medida, el bienestar de ellos y el de nosotros.
Por supuesto que hay temas más difíciles que otros de abordar y eso tiene mucho qué ver con la edad de los hijos. Siempre es importante consultar con un especialista para que nos ayude a entender cuáles temas son apropiados y cuáles no, dependiendo de la edad.
La psicóloga Laura Beltrán Padilla, especialista en niños, nos dice que la comunicación es la base de una buena convivencia, pero también, es la puerta para inculcar valores, buenos hábitos y evitar algunos de los muchos peligros que los acechan, como el alcoholismo, drogas y violencia.
Estas son algunas de las ventajas de tener una buena comunicación, dice Beltrán Padilla.
Fortalecimiento de vínculos
La comunicación regular fortalece los vínculos emocionales entre padres e hijos. Proporciona un sentido de conexión y pertenencia, lo que es crucial para el desarrollo emocional y social de los niños.
Desarrollo del lenguaje
La interacción constante con los padres ayuda en el desarrollo del lenguaje de los niños. Aprenden nuevas palabras, expresiones y construcciones gramaticales al participar en conversaciones.
Apoyo emocional
La comunicación abierta crea un entorno en el que los niños se sienten cómodos compartiendo sus pensamientos y sentimientos. Esto facilita el apoyo emocional, permitiendo a los padres entender las preocupaciones y alegrías de sus hijos.
Enseñanza de valores
A través de la comunicación, los padres transmiten sus valores y creencias a sus hijos. Es una oportunidad para enseñarles sobre la ética, la moral y otras cuestiones importantes en la vida.
Resolución de problemas
La comunicación efectiva es clave para abordar los problemas y conflictos familiares. Permite discutir situaciones difíciles, encontrar soluciones y enseñar a los niños habilidades para resolver problemas.
Prevención de problemas de conducta
Al estar en sintonía con los hijos a través de la comunicación, los padres pueden identificar signos tempranos de problemas de conducta o dificultades emocionales. Esto permite abordar los problemas antes de que se agraven.
Construcción de confianza
La comunicación abierta y honesta fomenta la confianza mutua. Cuando los niños sienten que pueden hablar libremente con sus padres, están más dispuestos a compartir sus experiencias y preocupaciones.
Apoyo académico
La participación en la vida académica de los hijos a través de la comunicación puede ser crucial para su éxito educativo. Conocer sus desafíos y triunfos académicos permite a los padres brindar el apoyo necesario.
Desarrollo de habilidades sociales
La interacción constante con los padres contribuye al desarrollo de habilidades sociales en los niños. Aprenden a escuchar, expresar sus ideas y entender las señales sociales.
Empoderamiento
La comunicación efectiva empodera a los niños al hacerles sentir que sus opiniones son valoradas. Esto les da confianza para tomar decisiones informadas y desarrollar una sólida autoestima.
No lo olvides, hablar con tus hijos es una de las funciones más importantes que tenemos como guardianes de ellos. Si tienes dudas, busca ayuda con algún especialista. Hay muchos recursos disponibles. No te imaginas cuántos dolores de cabeza te vas a ahorrar si hablas con ellos a tiempo.