Doctora Isabel: Traiciones familiares, la herida que más duele 

Carta de un radioescucha:  Hola Dra. Isabel, mi nombre es Rubén. Vivo en Phoenix, Arizona, en mayo del 2019 compré una cámara de video disfrazada de cargador de teléfono y la puse en el área donde está la televisión de mi casa. La razón de hacer esto fue porque recibí la visita de México de mi cuñada, que venía por 2 semanas y empezaron a surgir problemas con ella. Me empezó a maltratar a una de mis hijas (4 años), le pegaba en la cabecita cuando la bañaba (mi niña me lo contaba). Una de las veces que llegué del trabajo temprano e inesperadamente, escuché unos gemidos (de placer) que venían de la habitación en la que ella dormía. Yo me quedé en la cocina y ella se dio cuenta que alguien había llegado y dejó de gemir.

Esperé a mi esposa y le dije que tenía que hablar con ella de esa situación, su respuesta fue que yo estaba inventando esa historia y que la quería correr de mi casa.

Al día siguiente yo salí a trabajar como de costumbre temprano en la mañana y regresé después de 11 horas trabajadas, al tercer día de haber puesto la cámara en la estancia para ver qué era lo que estaba pasando en mi casa, pero alguien desconectó la cámara y la colocaron en el baño familiar de la casa para conectar y cargar una tableta.

Yo no sé hasta el día de hoy quien hizo eso. Mi esposa la encontró conectada en el baño y se dio cuenta que era una cámara disfrazada de cargador de celulares.

Ese mismo día fue a la policía a denunciarme de que yo había puesto esa cámara en el baño. En la noche cuando llegué del trabajo me encuentro que no puedo entrar a mi casa y a los minutos llegó una patrulla y el oficial me dice que tengo una orden de alejamiento y que me tengo que retirar lo más pronto posible de mi casa.

A los días, la policía me arresta y estuve en la cárcel del condado por 8 meses, acusado de ser un hombre muy peligroso para mi familia. Meses después, un juez había firmado una orden de deportación en mi contra, sin saber que yo soy ciudadano estadounidense.

Mientras estuve preso, mi salud empeoró, tenía una válvula dañada en el corazón y una segunda se estaba dañando también, me negaron la asistencia médica en la cárcel diciéndome que estaba fingiendo la enfermedad. El día de mi última corte me declaré culpable de los cargos de voyerismo que en Arizona es una felonía clase 6. Me declaré culpable porque el abogado de oficio me dijo que yo tenía 2 opciones: si me declaraba no culpable había la posibilidad que mi estadía en la cárcel se extendiera de 17 a 21 años en prisión, si perdía el juicio.

Por otro lado si me declaraba culpable había un 95% de que al día siguiente me liberaran, y por eso lo hice, para no morir en ese lugar. Al día siguiente de ir a corte, me pusieron en libertad condicional por 15 años. Estuve casi 3 años fuera de la cárcel y me volvieron arrestar diciendo que había violado los términos de mi libertad condicional. Estuve 5 meses más en la cárcel del condado, después de esos 5 meses salí el 7 de junio del 2023 y en agosto tuve mi cirugía a corazón abierto y aquí sigo recuperándome. 

Cabe recalcar que mi esposa me engañó con 2 hombres diferentes mientras yo trabajaba de camionero por todo el país. Yo la perdoné, todo esto pasó antes de todo el problema con mi cuñada. 

Mientras yo estaba encarcelado, ella fue a la corte familiar y se divorció y la corte le dio custodia completa de mis hijas, le otorgó 100% de todos los bienes que teníamos como la casa ya pagada, y todo lo demás. 

Ahorita otro hombre duerme en mi cama y disfruta de mi casa y ella está embarazada de él, mientras yo ando rodando de un lado para otro y enfermo, es una tremenda angustia la que siento y una impotencia porque no tengo ayuda de ninguna clase excepto la ayuda de Dios que es el que me tiene de pie. 

A mis hijas no las veo desde junio del 2019, es lo más cruel del mundo hacerle esto a un padre y a mis propias niñas. Todos los días lloro y me acuerdo de ellas. Ahorita tienen 14 y 8 años mis princesas, las amo con todo mi ser, yo sé que el rendimiento en la escuela de ellas es muy bajo desde que no me miran.  

Sin más Dra. Isabel gracias por leer mi carta por favor ayúdeme psicológicamente, gracias. 

Rubén Avilez 

La familia, considerada tradicionalmente como el núcleo fundamental de la sociedad, es un espacio donde se supone que prevalecen la confianza y el apoyo mutuo. Sin embargo, en muchas ocasiones, las dinámicas familiares pueden verse gravemente afectadas por actos de traición, que generan conflictos profundos y duraderos. Entender las traiciones en el seno familiar requiere un análisis detallado de sus causas, consecuencias y posibles vías de resolución. 

 ¿Qué es las traiciones familiares? 

La traición en el contexto familiar puede definirse como un acto que rompe la confianza y el vínculo afectivo entre los miembros de la familia. Estas traiciones pueden manifestarse de diversas maneras, incluyendo la infidelidad entre parejas, la deslealtad entre hermanos, la falta de apoyo en momentos cruciales, o la violación de la privacidad y confianza de cualquier miembro de la familia. 

 Causas de las traiciones familiares 

Las causas de las traiciones familiares son multifacéticas y pueden incluir: 

 1. Problemas de comunicación

La falta de una comunicación abierta y honesta puede llevar a malentendidos y resentimientos acumulados que, eventualmente, pueden culminar en actos de traición. 

 2. Conflictos de intereses

En ocasiones, los intereses individuales de los miembros de la familia pueden chocar con los intereses colectivos, generando situaciones en las que se toman decisiones que benefician a unos, pero perjudican a otros. 

  3. Dinámicas de poder

Las relaciones familiares no están exentas de luchas de poder. A menudo, el deseo de control o superioridad puede llevar a comportamientos desleales. 

  4. Infidelidad y lealtad

La infidelidad es una de las formas más devastadoras de traición en una relación de pareja. La lealtad quebrantada puede destruir no solo el vínculo conyugal sino también la confianza de los hijos y otros miembros de la familia. 

  Consecuencias de las traiciones familiares 

Las consecuencias de una traición en la familia pueden ser profundas y duraderas. Entre las más comunes se encuentran: 

  1. Pérdida de confianza

La confianza, una vez rota, es difícil de recuperar. La traición puede crear una atmósfera de desconfianza y sospecha que puede durar años. 

  2. Daño emocional 

Los sentimientos de dolor, tristeza, y resentimiento son comunes después de una traición. Este daño emocional puede afectar la salud mental y el bienestar general de los individuos involucrados. 

  3. Rupturas familiares 

En casos extremos, la traición puede llevar a la ruptura de la familia, con miembros que deciden distanciarse o cortar lazos por completo. 

 Vías de resolución 

Aunque las traiciones familiares pueden ser devastadoras, existen caminos hacia la reconciliación y la reparación del daño: 

  1. Comunicación abierta 

Fomentar una comunicación honesta y abierta es crucial para resolver los conflictos y reconstruir la confianza. 

  2. Terapia familiar

La intervención de un terapeuta familiar puede proporcionar un espacio seguro para que los miembros de la familia expresen sus sentimientos y trabajen en sus problemas. 

  3. Perdón y reconciliación

El perdón, aunque difícil, es un paso esencial hacia la reconciliación. Requiere tiempo, paciencia y un esfuerzo conjunto para superar el dolor y reconstruir las relaciones. 

  4. Establecimiento de límites

En algunos casos, establecer límites claros puede ayudar a prevenir futuras traiciones y mantener un ambiente familiar saludable. 

 Las traiciones en la familia son experiencias dolorosas que pueden dejar cicatrices profundas. Sin embargo, con comprensión, comunicación y el apoyo adecuado, es posible superar estos desafíos y fortalecer los lazos familiares. Reconocer y abordar las causas subyacentes de las traiciones puede ayudar a prevenir futuros conflictos y a construir una familia más unida y resiliente. 

¿Cómo se maneja el dolor ocasionado por una traición familiar? 

Manejar el dolor causado por una traición familiar es un proceso complejo y personal que puede requerir tiempo y esfuerzo. A continuación, se presentan algunas estrategias y enfoques que pueden ayudar a lidiar con este dolor: 

Reconoce tu dolor: Es fundamental aceptar y reconocer tus sentimientos de dolor, tristeza, enojo y confusión. No intentes suprimir o ignorar estas emociones, ya que son una parte natural del proceso de sanación. 

Permítete sentir: Date permiso para sentir y procesar tus emociones sin juzgarte. Llorar, expresar tu enojo o hablar sobre tus sentimientos con alguien de confianza puede ser liberador. 

Habla con alguien de confianza: Compartir tus sentimientos con amigos cercanos o familiares que no estén involucrados en la traición puede ofrecer un gran alivio emocional. 

Terapia profesional: Considera buscar ayuda de un terapeuta o consejero que pueda guiarte a través del proceso de sanación. La terapia puede proporcionar herramientas y estrategias efectivas para manejar el dolor. 

Practica el autocuidado: Dedica tiempo a actividades que te brinden paz y bienestar, como el ejercicio, la meditación, la lectura, o cualquier hobby que disfrutes. 

Mantén una rutina saludable: Asegúrate de comer bien, dormir lo suficiente y mantener una rutina que te ayude a sentirte más equilibrado. 

Define límites claros: Si es necesario, establece límites claros con la persona que te traicionó para proteger tu bienestar emocional. Esto puede implicar limitar el contacto o incluso tomarte un tiempo de separación. 

Reflexiona sobre la situación: Tómate el tiempo para entender qué ocurrió y por qué. Reflexionar sobre la situación puede ayudarte a encontrar un sentido y aprender de la experiencia. 

Evita la autoculpa: No te culpes por la traición sufrida. La responsabilidad recae en quien cometió el acto de traición. 

Considera el perdón: El perdón no significa olvidar o justificar la traición, sino liberar el resentimiento para poder avanzar. El perdón puede ser un proceso largo y personal. 

Perdónate a ti mismo: Si sientes que cometiste errores, también es importante perdonarte a ti mismo. La autocompasión es clave para la recuperación. 

Evalúa la relación: Decide si es posible o deseable reconstruir la relación con la persona que te traicionó. Esto puede depender de la gravedad de la traición, el arrepentimiento mostrado y los cambios en el comportamiento de la persona. 

 Adapta tus expectativas: Acepta que la dinámica familiar puede cambiar y que puede ser necesario construir una nueva normalidad. 

Busca nuevas formas de conexión: Si decides seguir adelante con la relación, trabaja en reconstruir la confianza y encontrar nuevas formas de conexión y apoyo mutuo. 

Paciencia y tiempo:  Sé paciente: El proceso de sanación puede llevar tiempo. Sé paciente contigo mismo y permite que el proceso se desarrolle de manera natural. 

No te apresures: No te sientas presionado a sanar rápidamente. Cada persona tiene su propio ritmo para superar una traición. 

Cultiva la esperanza: Mantén la esperanza de que con el tiempo y el esfuerzo, el dolor disminuirá y podrás encontrar paz y felicidad nuevamente. 

Superar el dolor de una traición familiar es un viaje personal y único para cada individuo. Utilizando estas estrategias y buscando el apoyo necesario, es posible sanar y fortalecer tu bienestar emocional a largo plazo. 

 Escucha a la Doctora Isabel en su programa de psicología y salud mental, todos los jueves a las 11AM Este | 10AM Centro | 9AM Montaña | 8AM Pacífico. Respondemos GRATIS y en vivo tus preguntas a través de Facebook Live en La Red Hispana.