Errores comunes que comete la gente al ahorrar
Ahorrar dinero constantemente para alcanzar metas financieras requiere mucha disciplina y constancia, claro que además del trabajar duro.
De hecho, una encuesta hecha el año pasado reveló que muy pocas personas tienen ahorros de emergencia, y aún menos tienen un ahorro de por lo menos tres meses de gastos.
Así que si eres parte de esa minoría, ¡felicitaciones! Eso significa que estás separando un dinero de forma regular, y eso es una base importantísima para tener un futuro financiero más seguro. Quizás no necesites este artículo, pero a lo mejor puedes encontrar una forma de todavía mejor de ahorrar y lograr tus objetivos.
Estas cinco estrategias te ayudarán a adoptar hábitos de ahorro para mejorar aún más.
Estrategia # 1: Ahorra siempre, en vez de “lo que sobra»
Si bien tienes idea de ahorrar, sólo lo haces después de pagar las cuentas y de hacer algunas compras «divertidas». El problema con esta estrategia es que como te sientes confiado en este equilibrio, puedes salir a comer algunos días más o ir a ver una película, y a fin de mes, no ha quedado nada para ahorrar. También puede ser más difícil establecer metas de ahorro porque probablemente no sepas bien cuánto dinero gastas fijo todos los meses, y cuánto es gastado de forma variable.
Prueba esto en vez: Piensa de este modo: «La primera cuenta que debes pagar cada mes es la del ahorro». Determina cuánto quieres ahorrar todos los meses, y “paga” esa cuenta guardando el dinero en otro lugar, separado ese dinero del que tienes para pagar otras cosas y gastar.
Puedes simplemente crear una transferencia automática desde tu cuenta de cheques a la de ahorros, por ejemplo al comienzo de cada mes. Si lo «estableces y te olvidas», puede sorprenderte la próxima vez que veas tu cuenta.
Si el dinero te llega en efectivo, a penas llega, separa el monto que va a ser para ahorrar y guárdalo en un lugar seguro.
Estrategia # 2: «Determina qué ahorros son para qué»
Muchas personas ahorran todo el dinero junto, en un gran pozo a un ritmo impresionante. Es muy bueno ver la cuenta crecer rápido sobre todo cuando hay muchos objetivos sobre cómo gastar el dinero.
Por ejemplo, si tu fondo de emergencia se mezcla con tus ahorros para hacer el pago inicial de una casa, fácilmente podrías agotar tu fondo de emergencia cuando llegue el momento de comprar la propiedad. Del mismo modo, si los ahorros para la universidad de tu hijo están ahí también, puede conducir a una falsa idea sobre cuánto dinero has ahorrado, porque mentalmente has asignado ese dinero dos veces.
Prueba esto en vez: Crea sub-cuentas para cada objetivo financiero que tengas, y tendrás una visión más real del progreso de tus ahorros. Puedes tener un ahorro de emergencia, un pago inicial en una casa o unas futuras vacaciones.
Estrategia # 3: «Ahorra pequeñas sumas de forma constante en vez de grandes montos de vez en cuando»
Muchas personas sólo guardan montos grandes de dinero cuando reciben una ganancia inesperada o cuando sienten que pueden costearlo. El problema de esto, es que al no ser constante es más difícil determinar cuándo las metas serán alcanzadas. Y además te pierdes la oportunidad de revisar los gastos para ver si en verdad puedes ahorrar todos los meses, aunque sean $50.
Prueba esto en vez: Haz un presupuesto real para entender cuánto tienes que ahorrar cada mes en lugar de adivinar. Y lo mismo puedes hacer para las ganancias extraordinarias: decide qué porcentaje específico de ese dinero será siempre transferido a una cuenta de ahorros.
Elige un objetivo de ahorro que sea sostenible y puedas mantenerlo todos los meses. Luego si crees que puedes ahorrar un poco más, lo ajustas.
Estrategia # 4: «Date algunos gustos»
Cuando el ahorro es la prioridad, a veces nos pasamos de rosca y llegamos a un punto límite casi obsesivo. Quizás estás tan empeñado en aumentar tus ahorros, que ignoras otras prioridades financieras, y te privas de gastar ocasionalmente en ti, en tu felicidad y tu salud.
Prueba esto en vez: Asegúrate de que no estás ahorrando a expensas de otros objetivos, como pagar deudas de tarjetas de crédito o de préstamos estudiantiles. Aunque si realmente no tienes nada de ahorros, una buena idea sería renunciar a todos los demás objetivos hasta que por lo menos tengas un mes de gastos en la cuenta de ahorro. Y no te olvides de gastar en algo lindo de vez en cuando, como en una cartera nueva o una cena con tu pareja, sabiendo que puedes costearlo.