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Cuando los padres están deprimidos, ¿qué pasa con los hijos? 

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No hace mucho tiempo un amigo me contaba lo triste que fue su infancia. La verdad es que yo no tenía ni idea de lo que le pasaba. Lo más que recuerdo de él, es que siempre tenía una mirada triste, y se le veía como una planta marchitándose. “Mi mamá tenía largos procesos de depresión, y cuando eso pasaba, era como si todos entráramos en un túnel obscuro y profundo”. 

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No te pierdas el programa “Hablemos”, donde el Dr Eduardo López-Navarro y la psicóloga y consejera de salud mental Karina Labanca abordarán en detalle los efectos de conducta en los hijos de padres deprimidos.

 

Por respeto a él y a su privacidad no menciono su nombre, pero ahora entiendo lo difícil que debe haber sido vivir así y es que, según investigadores de la Universidad de Oxford, los hijos cuyos padres sufren trastornos como alcoholismo o depresión, tienen más probabilidades de mostrar también problemas de conducta.  

Varios estudios indican que la depresión en los padres puede tener un impacto significativo en el desempeño académico, así como en las dimensiones emocionales y conductuales de sus hijos. Además, si consideramos la influencia hereditaria, los hijos de padres con depresión tienen una mayor predisposición a experimentar depresión a lo largo de sus vidas.  

¿Cómo se expresa la depresión en los hijos?

La influencia de la depresión de la madre en relación con sus hijos ha sido ampliamente estudiada, pero no debemos pasar por alto también los efectos de la depresión paterna. Los síntomas depresivos pueden llevar a que tanto madres como padres estén más fatigados, irritables y propensos a discutir con sus hijos. Esto puede dar lugar a patrones de crianza inapropiados, a veces hostiles o carentes de afecto emocional.  

Dado que los niños tienden a aprender principalmente a través de la imitación, es probable que los hijos reaccionen al mundo de la misma manera que lo hacen sus padres, adoptando una perspectiva negativa de la realidad que los rodea y reproduciendo los patrones depresivos parentales.  

La estabilidad emocional de los padres es fundamental para la sensación de seguridad y comodidad de los niños. La depresión afecta la capacidad de los padres para guiar, apoyar y proteger a sus hijos durante su desarrollo.  

Los padres con depresión suelen atender menos a las demandas de sus hijos en comparación con los padres sin depresión. Esto puede afectar la formación de un vínculo seguro y dar lugar a estilos de apego inseguros o ambivalentes. También, muestran menos afecto, menos sonrisas y, en general, pueden demostrar un afecto más negativo, lo que influye en el desarrollo emocional de los hijos.  

Estos patrones de relación entre padres e hijos pueden llevar a conductas más irritables y aumentar la probabilidad de que los hijos desarrollen patrones de conducta depresiva, aunque no todos los hijos de padres con depresión desarrollarán este trastorno.  

El estado emocional de los padres también influye en la dinámica familiar en general, no solo en la relación entre padres e hijos, sino también en la calidad de la relación de pareja. Esto puede generar un ambiente familiar menos estable y seguro, ya que los conflictos matrimoniales impactan negativamente en el entorno familiar.   

Durante mucho tiempo, los especialistas se han enfocado principalmente en brindar apoyo a las madres, ya que, en la mayoría de las sociedades, son ellas quienes asumen gran parte de la responsabilidad en el cuidado de los hijos.  

No obstante, los investigadores sostienen que en muchas ocasiones se ha subestimado el rol de los hombres en las primeras etapas del desarrollo de los niños. Esto llama la atención dado que, en la mayoría de las sociedades y culturas, los hombres desempeñan un papel activo en el cuidado de sus hijos, lo que sugiere que los padres pueden tener una influencia significativa que se ha pasado por alto.  

Adicionalmente, es importante notar que la edad en la que los hombres tienden a enfrentar problemas psiquiátricos suele coincidir con la etapa en que se convierten en padres, generalmente entre los 18 y los 35 años.  

La depresión paterna durante el período postnatal -que se mide a las ocho semanas después del nacimiento- ya ha sido vinculada con un aumento de entre 10 y 20% en la probabilidad de que el niño desarrolle problemas de conducta y emocionales más tarde en su vida.  

También se ha visto que los hijos adolescentes de padres depresivos también tienen un mayor riesgo de sufrir varios problemas psicológicos, incluida depresión y conductas suicidas.  

¿Cómo evitar que la depresión afecte a tus hijos? 

Cuando un padre o una madre reconoce que están lidiando con la depresión, es crucial que busquen la ayuda de un especialista. Este profesional les ayudará a desarrollar un plan para recuperarse y les brindará orientación sobre cómo comunicar esta situación a sus hijos.  

Es de gran importancia dialogar con los niños sobre lo que está ocurriendo en el hogar. Los niños suelen percibir que algo no está bien y, en muchas ocasiones, pueden creer que son responsables de la situación. Esto puede llevarlos a mostrar comportamientos como enojo, irritabilidad o malcriadez, simplemente porque no saben cómo expresar lo que sienten.  

Durante el proceso de terapia, es esencial contar con el apoyo de la familia, la pareja o amigos para cuidar a los niños mientras el paciente se recupera.  

Una vez superada la depresión, los padres pueden desempeñar un papel importante al ayudar a sus hijos a lidiar con los efectos de la enfermedad en la familia. Sin embargo, se recomienda hacerlo con la orientación de un psicólogo o psiquiatra para asegurar que se aborde de manera efectiva y beneficiosa para todos los involucrados.  

Haz clic aquí para saber qué recursos de salud mental están a su disposición. 

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