¿Los besos transmiten el SIDA?

Desde sus comienzos y aparición en los años 80 el virus del VIH ha adoptado una gran variedad de opiniones, preconceptos y prejuicios. Muchos de éstos están basados en la ignorancia acerca del SIDA y la falta de actualización en cuanto a los enormes avances que la ciencia ha logrado para mejorar de manera radical la calidad de vida de quienes viven con el VIH. 

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No es lo mismo SIDA que VIH

Antes de hablar sobre si lo besos transmiten el SIDA o no, primero aclaremos que el SIDA no se transmite, sino que es el virus del VIH lo que puede transmitirse. El SIDA es la enfermedad causada por una infección avanzada de VIH, cuando una persona con VIH no recibe el tratamiento adecuado. 

Pero entonces, ¿los besos transmiten el VIH?

No, los besos no transmiten el virus del VIH.

Pero si los besos son muy apasionados… ¿ahí se puede transmitir el VIH?

No, ni aunque haya contacto con lengua o intercambio de saliva. 

¿De cuál otra forma no se puede transmitir el virus del VIH?

• Compartiendo ambientes.

• Por medio tacto, sudoración, saliva u orina.

• A través de prendas, accesorios, baños, vasos.

• Los mosquitos tampoco transmiten el VIH, ni el SIDA (como ya explicamos anteriormente, el SIDA no se transmite)ya que éstos no inyectan la sangre de la persona o animal que mordieron antes, y además el virus sobrevive un período de tiempo muy corto en estos insectos.

¿De qué manera sí se transmite el virus del VIH?

• Por medio de líquidos y secreciones corporales como: semen, sangre, líquido preseminal, secreción vaginal y leche materna). Por lo tanto cualquier práctica que permita el contacto de estos líquidos y secreciones corporales con las mucosas y el torrente sanguíneo (como por ejemplo una herida abierta) de otra persona puede causar infección por VIH.

• Relaciones sexuales (anales, vaginales u orales) sin el uso de preservativo. Esto se debe a que el virus puede pasar a través del flujo vaginal, el líquido preseminal o el semen en contacto con los fluidos o las mucosas (tejido en el interior de la boca) de otra persona.

• Compartiendo: agujas, jeringas, máquinas de afeitar, alicates, aretes, agujas para tatuar o cualquier otro elemento cortante o punzante en general; o compartiendo canutos que contengan sangre de una persona con el virus.

• Por transmisión de madre a hijo. El VIH no se hereda, pero sí puede transmitirse de una mujer embarazada que tiene el virus del VIH a su bebé durante el embarazo, en el momento del parto o durante la lactancia. De todas maneras, la evolución de la medicina ha permitido desarrollar tratamientos especiales para que el virus no pase al bebé.

¿Qué puedo hacer yo para ayudar a alguien que vive con VIH?

Informarse acerca del VIH es el primer paso para no dañar la sensibilidad y el bienestar emocional de quien lo padece, ya sea un amigo, un familiar o la comunidad en general.

Los avances de la ciencia junto con la medicina han logrado mejorar de manera radical la calidad de vida de quienes poseen el virus del VIH, a tal punto de reducir la carga viral en el organismo y llevarlo a valores indetectables e intransmisibles.

El VIH tiene mucho estigma negativo en nuestra comunidad y es tarea de todos aprender más y apoyar a quienes tienen VIH, para que puedan vivir vidas más saludables. 

Las pequeñas acciones tienen un gran impacto para quienes viven con VIH:

• Aprende acerca del VIH: los datos básicos y lo que significa vivir con él. Teniendo la información correcta evitarás malentendidos en tu comunidad y evitarás que se divulgue información errónea.

• Habla abiertamente acerca del VIH. Si alguien dice algo acerca del virus que no es correcto, corrige de buena manera esa información con el fin de ayudarle al otro a comprender la información correcta. 

• Ofrece un abrazo, o comer junto a un amigo o compañero de trabajo que tiene VIH. No hay forma de que el VIH se te “pegue”.

• Si tienes hijos o niños en la familia, habla sobre el VIH. Intenta no convertirlo en un tema tabú, pues hoy en día las personas que viven con el el virus llevan  una vida con total normalidad sin privarse de nada.