Un buen descanso es fundamental para el buen funcionamiento de todo el cuerpo, pues si no logras dormir las horas necesarias las consecuencias pueden llegar a ser severas con el paso del tiempo. La incorporación de buenos hábitos a la hora de ir a la cama será clave para evitar el insomnio y llegar con ansiedad a la almohada.
Hoy te vamos a regalar 5 consejos claves para que llegues a la cama y caigas rendido como la Bella Durmiente:
1. Buena alimentación antes de ir a la cama
Ideal sería adoptar una alimentación saludable a lo largo de todo el día, pero si no logras sostener este hábito, al menos ten presente hacerlo 6 horas antes de irte a dormir.
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La cafeína es el peor enemigo del sueño, ya que puede permanecer en tu sistema hasta por nueve horas, por ello se recomienda no consumir café, té o gaseosas pasado el mediodía.
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Procura cenar al menos 4 horas antes de ir a la cama, evitando alimentos pesados, azucarados y procesados. De tal manera ayudas a que tu digestión sea más ligera y llegues a la cama relajado.
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El alcohol puede resultar engañoso, pues si bien genera sueño y ese estado de somnolencia, la calidad de descanso no es buena, ya que afecta especialmente al sueño REM, el cual es vital para el aprendizaje y la memoria.
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Corta los líquidos al menos 2 horas antes, así evitas interrumpir tu sueño con la necesidad de ir al baño.
2. Si eres noctámbulo procura llegar cansado a la noche
Si el caso es que la noche te activa, pero vives de día y debes dormir de noche, entonces comienza ayudando a tu cuerpo a adaptarse al sueño nocturno, intenta exponerte a la mayor cantidad posible de luz natural durante el día, comenzando tan pronto como te despiertes. Los científicos han demostrado que esto puede ayudar a los noctámbulos a entrenar sus relojes internos para estar listos y así dormirse más temprano.
3. Regula la actividad física
Si te cuesta conciliar el sueño, hacer actividad física a lo largo del día es un buen ejercicio para llegar cansado a la noche, pero intenta evitar practicarla durante las cuatro horas antes de acostarte, ya que la adrenalina que se genera puede provocar un estado de excitación y complicarte el sueño.
4. Relajación y meditación previa al sueño
Meditar no implica necesariamente llevar la mente a blanco y respirar, sino aplicar una rutina agradable que te lleve a un estado de relajación tanto mental como físico: tomar un baño o ducha tibia, meditar, hablar con tu pareja o familia, escribir un diario, leer un libro, ponerse crema, escuchar música con las luces bajas o utilizar esencias aromáticas que te ayuden a relajar tus sentidos y así poco a poco entrar en el sueño.
5. Orden en el sueño
A la hora de lograr un buen descanso es importante ser ordenado con el horario y la rutina previo a ir a la cama: intenta mantener un horario de sueño regular, evita los estimulantes (el usos de dispositivos electrónicos), adapta tu habitación a las necesidades del sueño (oscuridad, baja temperatura y libre de luces de dispositivos electrónicos)