Manos de un niño sostienen una planta que será cultivada en el suelo fertil.

Calidad y Salud del Suelo

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El suelo en lugar de un elemento inerte, es un organismo vivo, compuesto por millones de colonias microbianas. Estos microbios se encargan de reciclar los nutrientes que necesitan las plantas que consumimos y por tanto son la base de la vida y al mismo tiempo de una agricultura rentable. En solo un puñado de suelo encontramos tantos microbios como existen personas en el planeta. En teoría en tan solo un gramo de suelo saludable podríamos encontrar hasta un millón de nutrientes diferentes. Nuestros suelos por tanto tienen una relación simbiótica con las plantas ya que se necesitan mutuamente para alimentarse y poder vivir. Un suelo saludable y con un ecosistema balanceado es vital para que las plantas y los cultivos puedan sostenerse. Cuando perturbamos el equilibro del suelo mediante ciertas prácticas agrícolas disminuye la diversidad microbiana que se necesita para producir cosechas saludables. 

Según datos de la ONU, el 33% del suelo sobre el planeta se está perdiendo como consecuencia del mal manejo del suelo, el agotamiento de nutrientes, la erosión y la contaminación. Muchos científicos advierten que en la actualidad el suelo es un recurso en peligro de extinción y que el uso excesivo de fertilizantes, los monocultivos y la mecanización producen impactos negativos en su salud. Lamentablemente el suelo se pierde con mayor rapidez de la que se puede reponer, lo cual exige que cuidemos esta delicada estructura mediante la implementación de practicas agrícolas sostenibles.  

Antiguamente, los trabajadores agrícolas no tenían fertilizantes sintéticos, ni productos agroquímicos para cultivar. Utilizaban diversas técnicas agrícolas, como emplear cultivos de cobertura y rotaciones en el sembrado para controlar distintas plagas y enfermedades. Además empleaban ciertos residuos vegetales y estiércol de animales de granja para mejorar la fertilidad del suelo. Un manejo sostenible de nuestros terrenos agrícolas nos pueden ayudan a construir la materia orgánica del suelo, alimentar los microbios que necesitan las plantas para nutrirse y permitir que el suelo funcione correctamente con el mínimo estrés posible.

Algunos principios básicos para mejorar la salud y la calidad del suelo son:

  • No alterar el suelo con labranza o recudirla al mínimo.
  • Mantener vivas sus raíces durante todo el año.
  • Utilizar diversidad de plantas a través de rotaciones de cultivo
  • Mantienen el suelo cubierto con plantas o residuos vegetales.

Con una población mundial que se prevé superará los 9 000 millones de habitantes en 2050 y considerando que el 95% de nuestros alimentos están producidos directa o indirectamente en nuestros suelos,  proteger y aumentar su rendimiento y calidad es de vital importancia. Implementando estas técnicas muchos agricultores han aumentado la materia orgánica del suelo de menos de 1% a más del 5% a lo largo de varios años. Lo cual les permite aumentar la producción de alimentos  y la rentabilidad de sus granjas.

CARACTERÍSTICAS DE UN SUELO SALUDABLE

Un suelo saludable provee un balance en cuanto a cantidad de aire, agua y materia orgánica para que los microorganismos puedan vivir y las plantas puedan crecer. Un suelo está saludable cuando funciona como un ecosistema.

Un suelo sano debe contener una variada comunidad de organismos que ayudan a controlar las plagas, insectos, maleza y las enfermedades en las plantas. Un suelo rico en nutrientes y en equilibrio debe:

  • Sentirse suave y húmedo al tacto
  • Tener un color oscuro y profundo.
  • Debe ser poroso y deshacerse fácilmente entre los dedos
  • Contener insectos y lombrices

AUMENTAR LA PRODUCCIÓN AGRÍCOLA Y REDUCIR COSTOS

De igual modo que los seres humanos dependemos de nuestra alimentación para poder vivir, un suelo saludable necesita ser alimentado correctamente para producir cultivos saludables y abundantes. Un suelo saludable es como una persona sana. Cuando éste está bien alimentado puede producir cultivos saludables y abundantes. Mantener suelos saludables por tanto, aumenta la fertilidad de nuestros terrenos y su productividad. Por un lado utilizar cultivos de cobertura e implementar técnicas de rotación no solo disminuye la degradación del terreno agrícola producto del abuso de productos agroquímicos, también le permite a los agricultores reducir el costo de insumos como pesticidas y la dependencia de fertilizantes sintéticos para suprimir las malas hierbas y plagas. Por si fuera poco, mediante el uso de sistemas naturales y la reducción o eliminación de la labranza y el arado, los agricultores pueden ahorrar mucho dinero que de otro modo se gastaría en combustible. Un suelo sano además actúa como una esponja, infiltrando el agua de lluvia para evitar inundaciones y es capaz de almacenar más agua para las plantas, lo que también reduce los costos de riego en la agricultura y el impacto de la sequía.

PASOS PARA OBTENER AYUDA

El Servicio de Conservación de Recursos Naturales, (USDA por sus siglas en Inglés) trabaja de manera voluntaria con los agricultores para proteger y mejorar los recursos naturales del suelo. Brindando asistencia técnica y financiera a los agricultores es posible implementar prácticas de conservación y sistemas de manejo de la salud del suelo. Si usted es propietario o está arrendando una granja o finca y desea mejorar la salud del terreno la NRCS ofrece asistencia técnica y financiera para ayudarle a conservar sus terrenos forestales.

¿Quiere saber que pasos debe seguir?

1. Planificación

Visite su oficina local del NRCS para recibir asistencia y determinar la ayuda financiera adecuada para usted. Su planificador le ayudará a comenzar a preparar un plan de conservación. Generalmente la asistencia técnica incluye: evaluación de recursos, práctica de diseño y supervisión de recursos.

2. Aplicación

Durante los primeros pasos para tramitar el subsidio financiero usted deberá llenar un formulario AD 1026 para iniciar el proceso de conservación del suelo.

3. Elegibilidad

Para evaluar su elegibilidad usted debe presentar los siguientes documentos:

  • Identificación tributaria (Número de Seguro Social o un documento de identificación del empleador)
  • En caso de aplicar bajo un número de identificación de empleador, deberá presentar un número DUNS y un registro actual en CCR.
  • Título de propiedad o contrato de arrendamiento.
  • Un número de terreno de zona rural o puede obtener uno de la Agencia de Servicios Agrícolas del USDA.

4. Clasificación

Para clasificar su solicitud NRCS examinará su aplicación según sus necesidades, los posibles beneficios de conservación y los factores de preocupación sobre los recursos locales.

5. Implementación

Las personas seleccionadas deberán firmar el contrato para comenzar a implementar las practicas de trabajo.

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