Las crisis nos hacen más solidarios. Madre en Ucrania.

Informe Mundial de la Felicidad revela que las crisis nos hacen más solidarios

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Desde el inicio de la pandemia, personas de todo el mundo han estado ayudando, donando y ofreciéndose como voluntarios, especialmente en Ucrania.

En el mundo de hoy, la crueldad es difícil de ignorar. A veces parece que dondequiera que miremos, hay conflictos políticos, tiroteos y guerra.

Al mismo tiempo que estos eventos ocurren, según el Informe Mundial de la Felicidad 2023, las personas de todo el mundo están experimentando más amabilidad, solidaridad y apoyo de otras personas en su vida cotidiana.

En otras palabras, las crisis de los últimos años no nos convirtieron en seres aislados y duros de corazón, sino más bien con una mayor disposición a ayudarnos unos a otros a superar nuestros desafíos.

La Felicidad mundial en 2022

El Informe Mundial de la Felicidad se basa en la Encuesta Mundial Anual de Gallup, en la cual se entrevistaron  unas 1,000 personas por país, en casi 200 países. Los países más felices se clasifican según la satisfacción con la vida promedio de los residentes: cómo evaluarían su vida en su conjunto en una escala de 0 a 10, (0 siendo el más bajo, y 10 el más alto). Este año, Estados Unidos subió del puesto 16 al 15 en el mundo, justo debajo de Canadá (puesto 13) y Australia (puesto 12).

Aquí está la lista de los 10 países más felices

Sorprendentemente, la felicidad global no ha disminuido durante la pandemia o durante las crisis en 2022 que incluyen la guerra, la inflación y los desastres naturales relacionados con el clima. La satisfacción con la vida, descendió ligeramente  en los países industriales occidentales, pero aumentó en todos los demás. Si se comparan los años 2017-2019 con los años 2020-2022, no hubo muchos cambios.

“La felicidad global se ha mantenido (con notable resiliencia) durante la pandemia”, escriben John F. Helliwell y sus coautores.

¿Por qué la pandemia no causó infelicidad generalizada en todo el mundo? Posiblemente esto se vería diferente si Gallup hubiera llegado a las poblaciones más afectadas: residentes de hogares de ancianos, personas sin hogar, presos, padres y trabajadores de la salud agotados. Al mismo tiempo, parece que hemos sobrevivido apoyándonos más los unos a los otros.

Tener a alguien con quien contar en la vida, lo que hace aproximadamente el 80% del mundo, fue aún más importante para nuestra felicidad en los últimos años que antes de que llegara el COVID-19. Y el aumento de la solidaridad en todo el mundo ha ayudado a proteger el bienestar de las personas.

Una pandemia de bondad

El Informe Mundial de la Felicidad generalmente analiza tres pistas sobre la bondad y la amabilidad, mirando si en el último mes las personas ayudaron a un extraño, donaron o se ofrecieron como voluntarios. 

Según estos indicadores, somos una sociedad más amable hoy que en 2019. La ayuda, la donación y el voluntariado aumentaron en todo el mundo en 2020, se alcanzaron niveles récord en 2021 y subieron una cuarta parte en 2022 en comparación con los años anteriores a la pandemia. Como escriben Helliwell y sus coautores:

“La confianza y las normas sociales cooperativas… demuestran hasta qué punto los demás están dispuestos a realizar actos de bondad para ellos y para la comunidad en general. Como esto a veces es sorpresivo, hay un aumento de felicidad cuando las personas tienen la oportunidad de ver la bondad de los demás en acción y de estar al servicio de ellos mismos”.

Por ejemplo, en 2022, una mayor parte de la población de cada país había ayudado recientemente a un extraño (aumentó un promedio del 13%), donado (más del 6%) y se había ofrecido como voluntario (más del 4%). Los países donde antes la solidaridad era menos común, como los de Europa del Este, vieron los mayores avances en bondad y ayuda. En los Estados Unidos, el porcentaje de personas que ayudaron recientemente a un extraño aumentó del 64% en 2019 al 76% en 2022.

Esta misma oleada de bondad se propagó en Ucrania, tras la invasión de Rusia en febrero de 2022, ya que más personas donaron dinero (70%, frente al 22% en 2019), ayudaron a extraños (78%, frente al 32%) y se ofrecieron como voluntarios (37%, frente al 7%).

No todo son buenas noticias en el informe de este año. La desigualdad de la felicidad, la cual es la brecha entre la mitad superior de la población y la mitad inferior en términos de satisfacción con la vida, continúa aumentando. Esta brecha también se está ampliando con respecto a qué tan preocupadas, enojadas y tristes se sienten las personas.

Sin embargo, lo contrario sucede con la solidaridad. Anteriormente, había una mayor brecha entre la bondad de las personas más felices y las más infelices de cada país, pero con el tiempo, esta brecha se ha reducido.

“Parece prometedor para nosotros que… las personas en todas las escalas de felicidad se han involucrado en comportamientos más bondadosos en tiempos de crisis”, dice Max Norton, estudiante de doctorado en la Universidad de British Columbia y uno de los coautores del informe. La única pregunta ahora es si esta tendencia de bondad continuará.

Escrito por Kira M. Newman. Este artículo es original de Greater Good, la revista en línea publicada por el Greater Good Science Center de UC Berkeley.

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