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Mitos y realidades del autismo

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A las 6:00 de la mañana en punto, ni un minuto antes, ni uno después, Laura Beltrán Padilla, escucha a su hijo Juan Pablo, quien tiene autismo, que le dice que se levante y tienda su cama.

Juan Pablo tiene 24 años y uno de sus rasgos distintivos es la formación de hábitos que le permiten sentirse seguro, explica Padilla Beltrán, quien es psicóloga especializada en niños y con amplia experiencia en temas de autismo.

Aunque no se sabe con exactitud si el espectro del autismo está creciendo o han mejorado las técnicas de detección, o las dos cosas, lo cierto es que según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), en Estados Unidos aproximadamente 1 de cada 44 niños de 8 años padece un trastorno del espectro autista (TEA). Esto representa alrededor del 2,27% de la población infantil en esa edad, según estas estimaciones basadas en datos recopilados en 2022.

Además, en 2022, se situó el número de niños con trastorno del espectro autista en Estados Unidos en 80 casos por cada 10.000 niños, lo que lo coloca como la octava prevalencia más alta entre los países incluidos en la estadística.

En el caso de Beltrán, aunque su hijo requiere terapia para desarrollar sus habilidades de comunicación y movilidad, se caracteriza por hábitos definidos y puntuales.

La situación de Mayra García, también madre de un joven autista es radicalmente diferente. Su hijo Jared es no verbal y tienen serios problemas para comunicarse con él.

“Pero todo es de paciencia y observación”, dice García. “Poco a poco hemos ido desarrollando una serie de señales y signos para saber lo que quiere decir”.

Jared requiere apoyo permanente y terapia para actividades básicas como subir y bajar las escaleras.

“Afortunadamente hemos encontrado el apoyo que necesitamos”, dice García desde su casa en un edificio de departamentos de tres pisos. “Para cualquiera de nosotros subir y bajar es algo común, para Jared, poder hacerlo es un logro enorme”.

Dada la condición de su hijo García empezó a buscar recursos y ayuda y con el tiempo, se convirtió en una activista que ayuda a otras familias a navegar por la burocracia gubernamental. En 2019 formó la organización Broad Spectrum Minds, que cuenta con más de 4,800 seguidores en su página de Facebook en donde ofrece avances, descubrimientos, consejos y asesoría para las familias que requieren información.

Una de las tareas principales de García ha sido educar a la gente acerca de lo que es el autismo y sus variantes. “Muchas veces por desconocimiento e ignorancia se da un trato equivocado a las personas que tienen autismo, mucha gente cree que son retrasados mentales, y eso no es verdad”.

De hecho, el espectro autista tiene de todo, desde personas altamente funcionales y con capacidades intelectuales por encima de lo considerado “normal”, hasta personas con grandes limitantes”, dice la psicóloga Beltrán.

Ese espectro tan amplio provoca que mucha gente no se de cuenta que la persona con la que está interactuando tiene autismo, y eso, en el caso de ciudades con policías muy agresivas, es un riesgo, ya que pueden disparar al sentirse amenazados.

“Aquí ha ocurrido en varias ocasiones que han disparado contra jóvenes con autismo, por eso uno de los objetivos de las organizaciones es entrenar a los diferentes servidores públicos, como maestros o autoridades, para que sepan cómo responder ante una persona autista”, dijo García.

Tanto García como Beltrán coinciden en que no es lo mismo personas con autismo, que personas autistas. “Las personas con autismo llevan asociadas esta condición, pero no son solamente esta condición”, dice Beltrán. El diagnóstico forma parte de su vida, pero no la define por completo. “Porque más allá del autismo hay una persona con sus singularidades que sufre, disfruta, ríe, llora y vive a su manera, como lo hacen también las personas sin autismo”.

Síntomas más comunes del espectro autista

Los trastornos del espectro autista (TEA) se caracterizan por diferencias en el cerebro que afectan el desarrollo. Las personas con TEA pueden experimentar desafíos en áreas como la comunicación, la interacción social y comportamientos restrictivos o repetitivos.

Estos son algunos de los síntomas comunes del autismo:

  • Evitar el contacto visual o no mantenerlo.
  • No responder cuando se les llama por su nombre.
  • No mostrar expresiones faciales como felicidad, tristeza o enojo.
  • No participar en juegos interactivos simples.
  • Usar pocos o ningún gesto.
  • No compartir intereses con otras personas.
  • No apuntar a algo interesante para mostrarlo.
  • No notar cuando otras personas están lastimadas o molestas.
  • No jugar con otros niños.

Conductas o intereses restrictivos o repetitivos:

  • Poner objetos en fila y molestarse cuando se cambia el orden.
  • Repetir palabras o frases (esto se llama ecolalia).
  • Jugar con juguetes de la misma manera todo el tiempo.
  • Enfocarse en partes específicas de los objetos.
  • Irritarse con cambios mínimos.
  • Tener intereses obsesivos.
  • Seguir rutinas específicas.
  • Realizar movimientos repetitivos como aletear las manos o girar en círculos.

Mitos acerca del autismo

El autismo es una enfermedad

El autismo no es una enfermedad, es un trastorno de origen neurobiológico relacionado con el desarrollo del sistema nervioso. Así, una persona con autismo no está enferma; el autismo es una condición de vida que suele conllevar una discapacidad.

El autismo tiene cura

El autismo no tiene cura pero si existen tratamientos para mejorar la calidad de vida de estas personas, para que aprendan a comunicarse mejor y para que disfruten de una vida lo más normal posible, pero no existe un tratamiento para “curar” el autismo.

Las vacunas pueden causar autismo

En la actualidad, la comunidad médica y científica de todo el mundo apoya la conclusión de que no existe evidencia que relacione la vacunación con el desarrollo de un trastorno del espectro del autismo.

La falta de amor de los padres puede provocar autismo

Esta es una teoría muy antigua que ha sido totalmente descartada en la actualidad. Aunque aún no se sepa con exactitud cuál es la causa del autismo (y de hecho, se plantea un origen multifactorial), lo cierto es que el autismo tiene un importante componente genético.

El autismo implica rasgos físicos típicos

No existe un fenotipo específico en el autismo, como sí ocurre, por ejemplo, en el síndrome de Down. Así, las personas con autismo no se caracterizan por ser de una determinada forma físicamente.

Las personas con autismo tienen discapacidad intelectual

Si bien es cierto que muchas de las personas con autismo tienen un grado de discapacidad intelectual asociado (que puede ser leve, moderado o grave), no todas presentan esta condición.

Las personas con autismo son agresivas

La agresividad no es una característica asociada al autismo. Puede haber personas con autismo agresivas, pero esto no tiene nada que ver con su condición. Esa agresividad que en ocasiones puede observarse, tiene que ver, por ejemplo, con el hecho de que al presentar ciertas dificultades sociales (por ejemplo, no entienden algunas situaciones), o debido a su ansiedad social, pueden manifestar trastornos que incluyan la agresividad.

Si deseas obtener más información, puedes consultar la página del sitio web de los CDC sobre el autismo.

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