Columna: ¿Cómo ayudar a alguien en su duelo y superar la muerte?
Hace algunos años, por razones personales, empecé a capacitarme como facilitador en talleres de duelo. Desde entonces, he asistido individualmente a muchos dolientes, al mismo tiempo he dirigido talleres para grupos. Debo decir que no me considero una experta, más bien, ha sido mi propia manera de encarar la muerte.
Las reflexiones que a continuación presento son una aproximación personal a un tema que ha estado en la conciencia humana desde el principio de los tiempos y que por más que se piense y se escriba al respecto, seguimos como en el primer día: la muerte es un misterio, una puerta, una frontera y un destino.
Nací en una sociedad que tiene cientos, sino es que miles de formas de encarar la muerte: desde las tradiciones indígenas y mestizas, hasta la deshumanización que se vive actualmente, donde la muerte es solución de conflictos y donde la vida, como dice la canción, no vale nada.
Siendo un tema del cual casi nadie quiere hablar, la muerte está siempre presente en nuestras vidas, y sin embargo, no es hasta que se tiene una perdida cuando cada uno de nosotros nos vemos obligados a enfrentar un dolor, que parece ir más allá de nuestras fuerzas.
Mi experiencia personal no es diferente a la de millones de personas. Viví gran parte de mi vida en negación, sin hacer el duelo de mis propias pérdidas. Pero no solo eso, en mi juventud me dejé llevar por la corriente y llegué a pensar que la muerte era el final de todo. Ahora no estoy tan segura.
En mi infancia perdí un amigo y compañero de clase. Aún recuerdo el rostro de sus padres en el panteón. Después pasaron los años y en el camino fui perdiendo amigos, pareja, padres y hermanos. Hasta que un día fue tanto el peso, fue tanto luto, que no pude más y salí a buscar ayuda.
A partir de entonces decidí que no seguiría evadiendo la muerte y curiosamente cada vez aprecio más la vida; después de todo yo misma estoy muy cercana de mi propia muerte y no puedo, ni debo, desperdiciar la oportunidad que la vida me ofrece día a día.
¿Qué es la tanatología?
Mi propósito es ayudar a otros que están pasando por una experiencia como las que yo he vivido, para ayudar a quienes han perdido a un ser amado y que conocen ese dolor que nos muerde el corazón, como un perro embravecido.
Para ir enfocándonos, quiero explicar que la tanatología es la disciplina científica que se encarga del estudio de la muerte, el proceso del fallecimiento, lo que sucede en el organismo y la manera en la que los seres humanos reaccionamos ante él. También estudia nuestra relación con nuestra propia mortalidad, y con la pérdida de nuestros seres queridos.
El campo de la tanatología es muy amplio, y, por lo tanto, cada investigador se encarga de un aspecto en particular que sea de su interés. Por ejemplo, desde el punto de vista de un profesional de la salud, como un médico o un enfermero, esta disciplina puede encargarse de entender qué ocurre a nivel biológico cuando morimos.
Por otro lado, para profesionales de las ciencias sociales (como, por ejemplo, arqueólogos o historiadores), la tanatología puede servir para entender los ritos, ceremonias y costumbres que los humanos utilizamos para honrar y recordar a los seres queridos que perdemos.
A lo largo de estas columnas iremos explorando los diferentes aspectos de la muerte, y la forma en que podemos ayudarnos a nosotros mismos ante nuestras pérdidas o a familiares y amigos que sufren el dolor de la muerte de un ser querido.
María Antonieta Juárez imparte talleres de duelo. Busque su columna cada dos semanas en La Red Hispana. Para preguntas o dudas puede comunicarse con ella a [email protected]