¿Es malo usar cotonetes en los oídos?
El uso de cotonetes, también llamados hisopos para la limpieza de los oídos está rodeado de mitos y realidades, pero el hecho es que se encuentran en el botiquín o cajón de cosméticos de cada hogar sin falta, ya sea para el aseo de los oídos como también para aquellos momentos en que invade un terrible y molesto picazón en el canal auditivo.
Y probablemente más de una vez te has preguntado si el cotonete es un buen amigo del oído… pues en varias ocasiones muchos suelen hacer mal uso de este elemento provocando lesiones y alteraciones en el oído. Tal es así que un estudio reciente de investigadores del Nationwide Children´s Hospital de Estados Unidos halló que unos 12,500 menores de 18 años acuden cada año a los servicios de emergencia de los hospitales por heridas en el oído relacionadas con el uso de estos cotonetes. O el equivalente a 34 al día.
Pero además de lesiones en los oídos, usar cotonetes puede ser contraproducente al aumentar el riesgo de que se cree un tapón de cerumen, al empujar la cera hacia el interior del conducto auditivo.
Inmediatamente la pregunta que surge es:
¿Hay que limpiarse o no los oídos diariamente?
Pues sucede que mucha gente cree que la cera del oído es algo sucio, desagradable o innecesario y se limpia los oídos regularmente. Pero la cera está ahí por un motivo y si la retiramos estamos interfiriendo con un proceso natural y necesario de nuestro cuerpo.
Producimos cera para mantener los oídos lubricados, limpios y protegidos de agentes externos.
Si quieres higienizar la zona externa del oído lo puedes hacer usando cotonetes pero sólo por fuera, sin introducirlo al canal auditivo pues de lo contrario puedes provocar daños u otitis. Generalmente se recomienda que una vez salidos de la ducha, se limpie el área de la oreja con una toalla húmeda suavemente en la zona, pero nunca debe ser interno el aseo, el oído no lo necesita, lo hace sin ayuda de ningún elemento.
¿Cómo se auto-limpian los oídos?
La suciedad, el polvo y otras materias pequeñas se pegan al cerumen del oído, cuya función es evitar precisamente que se adentren por el canal auditivo.
De una manera natural y continuada el oído se va auto limpiando desde adentro hacia afuera.
Al masticar, mover la mandíbula y con el nacimiento de piel nueva en el canal auditivo la cera “vieja” del oído es empujada hacia afuera, y después se descascarilla o cae durante el baño o ducha habitual.
“Los pacientes con frecuencia creen que al limpiar el oído con cotonetes, clips de papel, velas o cualquier número de cosas inimaginables que se usan, están previniendo que se acumule la cera en los oídos. El problema es que este esfuerzo por eliminar el cerumen sólo crea nuevos problemas porque la gente acaba empujando la cera hacia el interior y bloqueando el canal auditivo”.
Afirma el doctor Schwartz, uno de los autores de una guía clínica para la higiene del oído publicada recientemente por la Academia Estadounidense de Otorrinolaringología.
La Academia Estadounidense de Otorrinolaringología recomienda:
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No limpiarse excesivamente el oído para no causar una irritación de la piel del canal auditivo ni aumentar la acumulación de cera.
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No introducir en el oído nada que sea más pequeño que el codo: ni hisopos o bastoncillos, ni llaves, ni palillos, ni pinzas, ni clips…
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No usar velas para limpiar los oídos. Este método con frecuencia se presenta como una manera alternativa de higiene en los oídos.
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Consultar con un médico si hay síntomas como pérdida auditiva, dolor o sensación de oído tapado. La secreción de líquido o el sangrado no son síntomas de un tapón de cera y también deben ser evaluados por un médico.