¿Por qué Biden dedicó sólo un minuto a la reforma migratoria?
Durante su segundo Mensaje Sobre el Estado de La Unión, la más alta tribuna de la República, el presidente Joe Biden dedicó apenas un poco más de un minuto al tema de la reforma migratoria.
Ante la nación, el presidente pidió a los dos partidos volver a convertir a la migración en un tema bipartidista.
Pero al final, Biden se dio virtualmente por perdido, pues sugirió que si el Congreso no aprueba su propuesta se conformaría con un mayor presupuesto migratorio.
El presidente, quien hizo una férrea promesa de campaña de luchar por una reforma migratoria con ruta a la ciudadanía, pareció dar por perdida la batalla antes de comenzarla.
En uno de los palcos del magno salón de sesiones de la Cámara de Representantes se encontraba la “dreamer” mexicana Gabriela Clatenco.
Como miles y miles de otros soñadores, Gabriela fue traída por sus padres muy pequeña, a los 4 años de edad. Con esfuerzos ingresó a la Universidad de California en Riverside, donde espera graduarse pronto como economista. A sus 20 años de edad, me comentó que no pudo ocultar su decepción cuando vio el mínimo tiempo que el presidente dedicó a hablar de su promesa.
“Estoy un poco decepcionada porque el tema de migración sólo tuvo una línea. Esperaba que dijera algo sobre el registro, sobre un camino a la ciudadanía. Ojalá podamos ver más acción porque siempre han sido muchas promesas, pero necesitamos ejecución ahora”, me comentó antes de abordar su vuelo de regreso a California.
Tres días después del Mensaje sobre el Estado de la Unión, los senadores Dick Durbin y Lindsay Graham, uno demócrata y el otro republicano, reintrodujeron al Congreso la Dream Act 2023. Lo han venido haciendo por casi 20 años. Aunque una versión ya fue aprobada la década pasada en la Cámara de Representantes, se estancó en el Senado.
Ahora la ecuación está invertida a causa de la política. La mayor dificultad sería lograr su aprobación en la Cámara de Representantes, donde el liderazgo del republicano Kevin McCarthy es rehén de los ultraconservadores del Freedom Caucus. Ni entre ellos se han puesto de acuerdo en su iniciativa de ley de “control fronterizo”.
Pero más allá de la posición política que se tenga sobre la reforma migratoria, sobre si es conveniente o no otorgar una ciudadanía a los Dreamers y a los trabajadores esenciales, especialmente los trabajadores del campo, dedicarle sólo un minuto a un tema de tanta trascendencia para la nación me parece un acto de miopía política.
Personalmente creo que la reforma migratoria no sólo es moralmente necesaria si no también económicamente vital para los intereses de seguridad nacional del país.Que el presidente no haya dimensionado su importancia y no haya proyectado lo que está en riesgo para los intereses de la nación, convirtió a su mensaje sobre el estado de la unión en una oportunidad perdida para colocar el debate migratorio en la dimensión existencial que tiene para el futuro de Estados Unidos.
Crédito de foto: NARA & DVIDS Public Domain Archive