El cementerio de los elefantes
Es común referirse al Senado de las democracias modernas como un “Cementerio de los Elefantes”, una metáfora del mítico lugar de África que simboliza la última morada de los longevos paquidermos. La alusión es pertinente porque, en más de un país, el Senado se ha convertido en el Camposanto donde quedan sepultadas muchas de las iniciativas de ley de gran envergadura.
En el caso de los Estados Unidos, los Padres Fundadores se inspiraron en el pensamiento francés y concibieron al Senado como un oráculo de ilustrados con la venerable misión de prevalecer sobre las pasiones del pueblo, salvaguardar los derechos de los estados individuales de la Unión, incluidos los más pequeños o despoblados, pero también proteger a los ciudadanos de las acciones de sus gobernantes.
Hoy en día los Estados Unidos son reflejo de los pesos y contrapesos que idearon los Padres Fundadores. Un partido gobierna al ejecutivo, el poder legislativo está compartido, y el máximo órgano judicial, la Suprema Corte de Justicia ha mostrado que es impredecible aún con una inclinación conservadora.
Para muchos, el actual Senado bajo control de los republicanos, ha claudicado en su responsabilidad de ser un contrapeso al ejecutivo, toda vez que el líder de los senadores de ese partido se ha rehusado a poner a voto aquellos proyectos de ley que no tengan la bendición presidencial.
Todo esto viene a colación porque la Cámara de Representantes, bajo control de los demócratas, pasó el viernes un nuevo proyecto de ley de 3 millones de millones de dólares para auxiliar a las personas más afectadas por la pandemia del Covid-19 y ayudar a encender los motores de la economía.
Los republicanos forzaron un voto sobre una de las cláusulas que los conservadores consideran entre las más polémicas, el desembolso de un cheque de $1,200 dólares para las familias de inmigrantes indocumentados, que quedaron marginadas de las iniciativas previas de alivio económico con motivo de la pandemia.
Al final de la votación, los partidarios de apoyar a la comunidad de inmigrantes ganaron y la iniciativa general fue aprobada por 208 votos a favor y 199 en contra. Ahora la Casa Blanca amenaza vetarla. Algunos senadores republicanos dicen que no tienen prisa por votar por el momento y otros simplemente ya le expidieron un certificado de defunción.
Aún si aceptamos que los demócratas pueden haber incluido el apoyo a los migrantes como un guiño a sus simpatizantes o una carta de negociación con los republicanos que desean más alivio fiscal a las empresas, sería de elemental justicia apoyar en momentos de una auténtica emergencia a quienes colectivamente pagan unos $12,000 millones de dólares anuales en impuestos, según estimaciones independientes.
Ojalá el Senado se quite el mote del cementerio de elefantes y se vea conmovido a actuar en favor de quienes en este momento de crisis son considerados “trabajadores esenciales” para servir al resto de la sociedad, y que reciban la más elemental reciprocidad y justicia en momentos que más lo necesitan.
José López Zamorano es el anfitrión del programa de radio Bienvenidos a América, donde se analizan las últimas noticias de inmigración y se responden las preguntas de los oyentes en temas de inmigración.
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