Cómo la inflación podría decidir la presidencia en 2024
Es una realidad que padecemos todos los días: los precios de los alimentos, de la gasolina, de la vivienda parecen estar sumidos en una carrera de velocidad.
Aunque la tasa de inflación anual en Estados Unidos se ha enfriado y el índice de precios al consumidor de julio muestra un aumento de 2.9%, el menor desde marzo de 2021, pocos economistas esperan una reducción en los precios de los supermercados.
Lo más que podemos esperar es que esos precios no aumenten al mismo ritmo, pero no que bajen. Y los precios de los alimentos siguen siendo una cuarta parte más altos que antes de la pandemia de COVID-19.
Y si bien hay razones internas, como el efecto inflacionario de los programas de ayuda económica durante la pandemia, existen factores globales, como la guerra en Ucrania, uno de los mayores productores globales de trigo, que han afectado las cadenas de abasto y el precio de los consumos básicos.
Por eso, para la mayoría de los votantes, la inflación es algo personal. Los términos económicos abstractos como el crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) son ajenos, pero la inflación nos golpea de cerca.
Para las familias que viven de un sueldo a otro, incluso un aumento modesto de los precios puede dificultar el acceso a las necesidades básicas. Estos costos crecientes han afectado desproporcionadamente a los hogares de bajos ingresos, las comunidades de color y los estadounidenses más jóvenes,
Esto hace que la inflación no solo sea un problema de consumo cotidiano, sino también una fuente de ansiedad sobre la estabilidad económica y el futuro.
Es una realidad que afecta especialmente a nuestra comunidad hispana. Una reciente encuesta de la organización UnidosUS lo confirma: “Cuatro de las cinco prioridades principales de los votantes hispanos siguen estando impulsadas por cuestiones de bolsillo: Inflación/costo de vida, salarios, vivienda y costos de atención médica”, sostiene su estudio.
Más aún, el creciente costo de la vivienda llegó por primera vez a los cinco primeros lugares en 2023 y ahora es un tema principal en todos los estados. La inmigración y el crimen/violencia con armas de fuego empataron en el lugar número cinco de las principales prioridades
A pocas semanas de las elecciones, los votantes esperan que los candidatos aborden los desafíos económicos que los afectan cotidianamente.
Los candidatos que puedan comunicar de manera eficaz cómo planean restaurar el poder adquisitivo probablemente ganen el favor de los votantes. Por el contrario, aquellos que minimizan el impacto de la inflación corren el riesgo de parecer ajenos a las luchas que enfrentan los estadounidenses comunes.
Y en los estados clave, donde las elecciones se deciden por márgenes muy estrechos, la inflación podría ser la clave del desenlace el 5 de noviembre.