El peligro silencioso que acecha a los más pequeños: grooming
Es un hecho que las redes sociales en la actualidad ocupan un lugar privilegiado en la vida de todo adolescente y adulto, llegando a ser indispensable para mantener ciertos vínculos sociales y no quedar fuera de reuniones o eventos que puedan llegar a realizarse.
Siempre y cuando se use con prudencia, la red social no suele traer problemas a la vida de la persona. Pero se convierte en peligrosa cuando los más pequeños comienzan a ser uso de ella. Es que tanto en Facebook como en Instagram, cualquiera puede mentir acerca de su perfil y engañar para cometer algún delito o broma pesada.
Es por ello que hoy hablaremos del grooming.
Cuando hablamos de grooming nos referimos a un acoso sexual virtual llevado a cabo por el contacto de un adulto con un menor a través de cualquier plataforma digital. El objetivo principal es el encuentro personal con la víctima y la obtención de material sexual que pueda ser cargado a una página pornográfica, a YouTube, comercializado, etc.
Se trata de un problema cada vez más preocupante y que ha puesto en guardia tanto a la policía como a distintas asociaciones. Las principales dificultades para combatirlo y terminar con él son el anonimato de los delincuentes, la inocencia de los menores y la fácil accesibilidad al Internet. Y es que, a diferencia del ciberacoso, en el «grooming» «el acosador es un adulto y existe una intención sexual» explican desde la Fundación Alia2, cuyo objetivo es la lucha contra la pornografía infantil en Internet y el ciberacoso.
HAY 2 FORMAS EN QUE SE DESARROLLA EL GROOMING:
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Cuando no existe relación previa. En esta fase el agresor consigue por la fuerza fotos, videos o información del menor que utiliza para extorsionar al menor o para humillarlo.
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Cuando busca generar un vínculo de confianza con el menor. El adulto se hace pasar por un menor de la misma edad que la víctima y utiliza esa estrategia para conseguir información o fotografías que utilizará para chantajearlo más adelante.
Es muy importante que si los pequeños manejan redes sociales sea con la supervisión de los padres, intentando que todo contenido pase a través de ellos, como por ejemplo la confirmación de una solicitud de amistad.
PREVENCIÓN:
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Todo lo que se comparte a través de las redes sociales es de índole público.
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Configurar los diversos mecanismos de seguridad en las páginas y artefactos tecnológicos que usen los chicos.
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Saber qué información se está brindando: es importante evitar mencionar el nombre completo, datos de tu familia y de amigos, y datos personales.
El grooming acecha silencioso desde el nuevo lugar de encuentro que tienen hoy los jóvenes e incluso los más pequeños. Una correcta supervisión de los padres sobre el uso de las redes es la mejor manera de controlar este delito y la vida de nuestros pequeños.