El síndrome de Asperger: todo lo que tienes que saber sobre esta condición
El síndrome de Asperger es un trastorno del desarrollo cerebral, donde interactúan causas genéticas y ambientales. No se sabe exactamente cuál es el problema, y muchas causas distintas pueden dar lugar a la aparición de comportamientos autistas, pero cada vez parece más claro que hay dificultades en el desarrollo y funcionamiento de las conexiones entre neuronas que producen un procesamiento de la información cualitativamente distinto. La maduración y estructura del cerebro parecen alteradas, se producen de forma irregular y, a veces, a destiempo, con un inicio de los problemas probablemente ya en el primer/segundo trimestre de la vida intrauterina.
He aquí que es de suma importancia estar atento a las primeras manifestaciones de los niños en edades tempranas, para determinar si se trata de un simple comportamiento o bien de algo de mayor importancia que se debe tratar y seguir de cerca.
El síndrome de Asperger fue reconocido por la comunidad científica (DSM-4: Diagnostic and Statistical Manual), en 1994 e incluido en 2013 como parte del TEA (Trastorno del Espectro Autista). Los TEA, y el síndrome de Asperger en concreto, son trastornos que afectan al neurodesarrollo del niño. Son menores que tienen un aspecto e inteligencia normal y, a veces, incluso superior a la media. Presentan un estilo cognitivo particular y habilidades especiales en áreas restringidas. Además, supone una discapacidad para entender el mundo de lo social, dando origen a comportamientos inadecuados, como, por ejemplo, gritar en situaciones indebidas, lo que tiene consecuencias negativas para ellos y su entorno.
¿Cómo detectarlo?
- Interacción social
Si bien cada individuo con asperger es diferente, lo que tienen en común son las dificultades en la interacción social, sobre todo con las personas de su misma edad; alteraciones de los patrones de comunicación no-verbal, pueden parecer enfadados, por ejemplo, y no estarlo; intereses restringidos, inflexibilidad cognitiva y comportamental; dificultades para la abstracción de conceptos, interpretación literal del lenguaje, dificultades en las funciones ejecutivas y de planificación, en la interpretación de los sentimientos y emociones ajenos y propios. - Déficits sociales en el lenguaje
Suelen presentar dificultades en el ritmo de conversación y frecuentemente alteración de la prosodia (entonación, volumen, timbre de voz, etc). - Dificultades en la coordinación motora
Una vez detectado el síndrome en el niño, es importante asesorarse con un profesional para que el mismo pueda llevar a cabo una vida normal con su entorno y adquirir la educación necesaria según su edad.
Si bien el asperger consiste en un síndrome con bases en la actividad cerebral, es importante comprender que el niño puede llevar adelante una vida totalmente normal, acompañado de su familia y amigos. Las relaciones sociales serán fundamentales para que estos niños pueden desarrollar sus capacidades y su vida en comunidad. Los expertos aconsejan que es muy positivo saludarles; entablar conversación con ellos con frases claras y directas; ser pacientes por si no nos entienden a la primera y tolerar las diferencias.